Arqueólogos de la Universidad de Wichita, Kansas, EEUU, encontraron en el centro de Texas recipientes de cerámica de la tribu Rayados (etnia Jumano) que contienen restos de vino tinto. El hallazgo de partículas de ácido succínico y ácido tartárico, asociadas al vino, echa por tierra la creencia de que la bebida fue traída a América por Colón y de que se comenzó a elaborar en nuestro continente con el know how europeo. Parece que los Rayados lo tomaban alrededor del año 1400 durante sus banquetes, como una práctica ritual para «alterar la mente», junto con el cacao y otras «yerbas» que contienen cafeína.
Una reciente investigación arqueológica, publicada en Estados Unidos en agosto pasado, muestra evidencias de que los nativos americanos elaboraban vino a partir de vides silvestres antes de la llegada de los primeros colonos europeos.
El café y el vino suelen ser dos bebidas con algunas cosas en común: ambas son saludables tomadas con moderación pero perjudiciales si se abusa de ellas, ambas son naturales y proceden de la agricultura, de ambas existen muchos tipos diferentes según las plantas de que procedan o los tipos de elaboración, y ambas tienen una larga historia y una cultura que las rodea. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Wichita, Kansas, EEUU, ha descubierto una evidencia más que parece ligar a estas dos bebidas.
En un artículo publicado en agosto último en la prestigiosa revista científica estadounidense Journal of Archaeological Science, se da cuenta de una investigación conducida por la antropóloga y arqueóloga Crystal Dozier. La doctora Dozier y sus ayudantes realizaron seis excavaciones diferentes en un área arqueológica del centro del estado de Texas, y allí encontraron diversos restos de recipientes de cerámica, con evidencia de haber contenido partículas de ácido succínico y ácido tartárico, que están asociados con el vino. También encontraron restos de cafeína y cacao.
Lo llamativo de este estudio es que podría desmontar la creencia de que el origen del vino en América proviene de los colonos europeos tras el descubrimiento de nuestro continente. Se trataría, pues, de la primera prueba que constataría que los aborígenes estadounidenses ya hacían vino hace más de 500 años, a partir de vides silvestres, antes de que los colonos europeos trajeran la vitis vinifera. Además, el descubrimiento de la cafeína también es significativo porque sería la primera evidencia arqueológica de bebidas con cafeína en la región.
Dozier y su equipo encontraron 54 fragmentos de cerámica, de entre 500 a 700 años de antigüedad, en los que, a través de pruebas de laboratorio con marcadores químicos, encontraron restos de vino y cafeína.
En las notas de divulgación que la Universidad de Wichita publicó divulgando el hallazgo, la doctora Dozier afirmó que los hallazgos del vino serían «»una evidencia de que podría existir el consumo de tinto vino antes de que los europeos estuvieran aquí». Dozier señaló asimismo que planea volver para investigar más a fondo los hallazgos del vino empleando técnicas de ADN, ya que, según advierte, los restos de vino no tenían marcadores tan «seguros» como sí ocurría con la cafeína.
Por otro lado, de constatarse la evidencia, la investigadora remarcó que este descubrimiento «podría romper el mito de que los nativos americanos no bebieron alcohol hasta que llegaron los europeos».
Este descubrimiento probablemente inicie futuras investigaciones en Etzanoa, el sitio de excavación explorado por el Departamento de Arqueología de la Universidad Estatal de Wichita.
Bebidas que «alteran la mente»
A continuación transcribimos textualmente el resumen del hallazgo que hace el sitio web sciencedirect.com, dependiente de la Universidad de Wichita:
«Los restos arqueológicos de la Fase Toyah (1300-1650 d.C.), antes de la colonización española de las llanuras del sur de Estados Unidos en el centro y sur de Texas, sugieren que los pueblos indígenas que buscaban alimento mantenían una economía de banquete. Las bebidas que alteran la mente, como las bebidas con cafeína o alcohólicas, son una atracción común de las fiestas en todo el mundo y a lo largo de la historia de la humanidad.
«Cincuenta y cuatro fragmentos de recipientes de cerámica de la cultura ‘Leon Plain’, en seis sitios arqueológicos diferentes, fueron analizados químicamente utilizando espectrometría de masas en tándem de cromatografía líquida de ultra alto rendimiento (UHPLC-MS / MS). Seis de esas muestras contenían biomarcadores sugestivos de bebidas con cafeína, ya sea bebida negra, té ceremonial Yaupon Holly ( Ilex vomitoria ) o chocolate, derivado del cacao (Theobroma cacao o bicolor). Tres de esas seis muestras tuvieron resultados duplicados en tres ensayos. Seis muestras diferentes contenían ácido succínico y tartárico, asociados con el vino de uva… Estos resultados sugieren que las cerámicas de ‘Leon Plain’ a veces se han utilizado para contener sustancias que alteran la mente».
Fuentes: Vinetur y Journal of Archaeological Science (Investigación: «Chemical residue evidence in Leon Plain pottery from the Toyah phase (1300–1650 CE) in the American Southern Plains»).