La empresa emergente francesa Toopi presentó en la feria Vinitech Sifel de Burdeos un biofertilizante a base de orina humana. Fundada en 2019 por Michael Roes, esta startup lleva recolectados 1,2 millones de litros de orina que, luego de pasar por un proceso de filtración y fermentación que la depura e higieniza, se utiliza como medio de cultivo de bacterias de interés agronómico. El producto resultante, el Lactipi Plus, ya ha fertilizado 45.000 hectáreas de cultivos. La idea es reemplazar en lo posible los fertilizantes minerales convencionales.
Con la finalidad de sacar la orina humana del ciclo del agua y transformarla en un recurso para una agricultura eficiente, resiliente y ecológica, desde 2019 el francés Michael Roes se dedica a recolectarla para convertirla en fertilizantes para el agro. Estos productos ya fueron aprobados por la agencia nacional de Francia para la Seguridad Alimentaria y el Medio Ambiente del Trabajo (Anses) para su venta como bioestimulantes bajo el nombre de Lactipi Plus, que se pueden utilizar para beneficio del sistema de raíces de las vides y la micorriza, y para mejorar la absorción de agua y nutrientes en la rizosfera.
La orina se recoge con la ayuda de empresas asociadas durante eventos, festivales de música y en baños secos en establecimientos abiertos al público (áreas de descanso, sitios turísticos, centros de entretenimiento, entre otros). Se estabiliza en el lugar de origen para evitar la producción de amoníaco, luego se procesa filtrándola y fermentándola para desinfectarla. Esto permite utilizarla como un medio de crecimiento para bacterias con un alto potencial agrícola, para lo cual se le añade azúcar y se cultiva la cepa Lactobacillus paracasei. Una vez fermentada, sólo se requieren 25 litros de orina por hectárea para disolver 35 kilos de fósforo, en comparación con 17.000 litros en su estado bruto.
Según el fabricante, Lactipi Plus promueve el desarrollo de raíces, mejora la absorción de agua y nutrientes de las plantas. Además, el proceso ahorra 12 litros de agua por cada litro de producto y reduce el uso de fertilizantes minerales y las emisiones de CO₂, sin pérdidas de rendimiento.
La creación de Toopi es la continuación lógica de pensamientos simples: ¿cómo prescindir de fertilizantes? ¿Cómo dejar de hacer sus necesidades sin utilizar agua? ¿Cómo evitar la contaminación de los ambientes terrestres y acuáticos?
El punto en común: la orina humana. Al poner a esta último en el centro de la transición agroecológica, podemos resolver cuestiones esenciales de manera sistémica, eficiente y sostenible.
Sabemos el impacto que las actividades humanas tienen en nuestro planeta y en nuestras sociedades. Vemos nuestra solución como una de las muchas mejoras necesarias para contribuir a una agricultura más sostenible.
Michael ROES – Fundador de Toopi Organics
Además de esta fórmula, Toopi está desarrollando nuevos productos microbianos dirigidos al estrés de fósforo, nitrógeno y agua, con el objetivo de ofrecer a los agricultores alternativas a los fertilizantes químicos.
Cómo aplicarlo en las vides
Toopi sugiere una dosificación de 5 litros por hectárea, dividida en tres aplicaciones: 2 litros por hectárea antes de la floración, 1,5 litros por hectárea durante la formación de frutos y 1,5 litros por hectárea durante el período de maduración. El producto se diluye en una proporción de 1:9 con agua y se aplica directamente en la base de las vides. Según sus creadores, las primeras pruebas han mostrado que, 40 días después de la primera aplicación, se puede lograr un aumento del 10% en el crecimiento de brotes y el desarrollo de hojas.
Fuentes: Vitisphere y https://toopi-organics.com/en/