En su discurso de cierre del 2019, en París, el científico y productor español que dirige el máximo organismo mundial del vino hasta 2024 abogó por un desarrollo «armonioso» del comercio internacional y pidió mayor apertura a los países que levantan barreras aduaneras. También se refirió al «reto del cambio climático» y al rol de la entidad global, de la que forma parte Argentina.
Pau Roca recordó la importancia de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV): “Es una organización que reúne a aproximadamente 750 expertos con una gran riqueza de conocimiento y sabiduría, un colectivo que se renueva constantemente gracias a las delegaciones nacionales, siempre dispuestas a involucrarse, a dar respuestas y a sugerir soluciones a los problemas del sector de la viña y del vino; podemos estar orgullosos de avanzar en proyectos como la reducción de insumos”
En su discurso, Roca mencionó al cambio climático y la necesidad de garantizar un comercio internacional seguro como los temas más importantes para el vino y los productos de la vid.
“Lamentablemente, nuestros respectivos países no lograron llegar a un acuerdo durante la COP25, que se celebró recientemente en Madrid. Pero esto no significa que no estemos haciendo progresos concretos, especialmente en los grupos más especializados. Por ejemplo, la semana pasada, durante la iniciativa ‘4 por 1000’, fue muy satisfactorio observar cuántos proyectos han avanzado, proyectos que pueden resolver, en gran parte, la captura de carbono en los suelos”, declaró con entusiasmo el director.
En tal sentido, Roca destacó el papel que desempeña la OIV: “Podemos estar orgullosos de avanzar en los proyectos previstos para este año, como la reducción de los insumos y la caracterización de los suelos mediante técnicas genéticas que arrojan luz sobre un nuevo y desconocido universo de microorganismos, entre otros”.
En lo que respecta al comercio internacional, el director afirmó que resulta fundamental que las relaciones comerciales continúen siendo fluidas. “Es lamentable que algunos países puedan poner barreras al comercio cuando ofrecemos las normas armonizadas de la OIV. Además, algunos Estados fijan aranceles repentinamente debido a otros conflictos que no tienen nada que ver con el vino: el vino no puede ser una moneda de cambio”, declaró el director.
En línea con el desarrollo sostenible
Mediante importantes reuniones internacionales, como las del Codex Alimentarius, en las que la OIV ha visto reforzada la representatividad intergubernamental de la actividad vitivinícola, o a través de su presencia en más de cincuenta eventos celebrados bajo su alto patrocinio, tanto en concursos como en simposios científicos, “la OIV ha demostrado este año (por 2019), una vez más, la vitalidad de su actividad”, señaló el director.
En octubre de 2019, la OIV también aprobó, en la Asamblea General, su nuevo Plan Estratégico, que estará en vigor de 2020 a 2024. Por todo esto, “el 2020 se presenta, para la OIV, como un período lleno de oportunidades para los proyectos que hemos identificado, totalmente en línea con los ejes del Plan Estratégico, con los principios y valores que hacen de la viticultura un fenómeno presente en todos los planos: sociales, económicos, culturales y medioambientales”, dijo Roca.
“Para el 43.º Congreso Mundial de la Viña y el Vino, que se celebrará del 23 al 27 de noviembre de 2020, iremos a Chile, uno de los países más activos en el comercio internacional del vino, comprometido en la investigación de los problemas relacionados con la resistencia y la lucha contra el decaimiento de la vid”, anticipó Roca.
Qué es la iniciativa 4 por 100
La iniciativa internacional « 4 por 1000 », lanzada por Francia el 1 de diciembre de 2015 durante la COP 21, consiste en unir todos los actores voluntarios del sector público y privado (Estados, colectividades, empresas, organizaciones profesionales, ONG, centros de investigación) en el marco del Plan de acción Lima-París.
La iniciativa busca mostrar que la agricultura, especialmente los suelos agrícolas, pueden desempeñar un papel determinante para la seguridad alimentaria y el cambio climático.
Basándose en documentación científica sólida, esta iniciativa invita a todos los socios a dar a conocer o establecer acciones concretas sobre el almacenamiento de carbono en los suelos, y el tipo de prácticas para lograrlo (agroecología, agroforestería, agricultura de conservación, de gestión del paisaje…).
La ambición de la iniciativa es incitar a los actores a que se comprometan en una transición hacia una agricultura productiva, altamente resistente, basada en un manejo adaptado de las tierras y los suelos, generadora de empleos e ingresos, y así mensajera de un desarrollo sostenible.
CGIAR System Organization, organización internacional ubicada en Montpellier, alberga la Secretaría Ejecutiva de la iniciativa « 4 por 1000 ».
Fuentes: OIV y https://www.4p1000.org/es