Nacido y criado en el departamento mendocino de Rivadavia, Omar Parisi es el candidato a gobernador de la provincia de Mendoza por el Frente Elegí, con Lucas Ilardo como compañero de fórmula para vicegobernador. Es enólogo de profesión, y en el ámbito privado trabajó como gerente de la empresa Frutícola San José SA, dedicada a la exportación de fruta fresca. Por su experiencia, que incluye haber sido de 2005 a 2011 intendente de Luján -uno de los principales departamentos vitivinícolas de Mendoza-, conoce muy bien las características y problemas del sector del vino en particular y de la agroindustria local en general. Entrevistado por Enolife, de cara a las elecciones provinciales del 24 de setiembre próximo, comentó sus ideas sobre el financiamiento para los productores vitivinícolas y agrícolas en general, y sobre cómo debería impulsarse un plan estratégico para el manejo del agua.
-¿Cómo vas a impulsar mejoras en la rentabilidad del productor primario, el viñatero, el primer eslabón de la cadena, que es quien hoy más sufre la crisis?
–En nuestro diagnóstico, uno de los grandes problemas que tiene la producción primaria es el alto grado de descapitalización generado por años de rentabilidades negativas, las que generan un círculo vicioso de más descapitalización, menos productividad, menos rentabilidad, más descapitalización…
Es necesario refondear Cuyo Aval, ampliar las líneas de crédito para el sector, y empezar a trabajar en programas con financiamiento internacional para elevar la capitalización, productividad y sustentabilidad de nuestros productores.»
Omar Parisi, candidato a gobernador de Mendoza por el Frente Elegí para las elecciones del 24 de setiembre.
Para cortar este círculo vicioso, creemos es de gran importancia, por un lado, que el sector cuente con precios de referencia que no sigan ahogando al productor; y por otro lado, abrir y ampliar las herramientas de crédito para el sector, que en los últimos años han estado cerradas. Es necesario: refondear Cuyo Aval, ampliar las líneas de crédito para el sector, y empezar a trabajar en programas como el Proviar III, Proviar IV y Proviar V; programas con financiamiento internacional que nos permitan elevar el grado de capitalización, productividad y sustentabilidad de nuestros productores y productoras.
La formulación y ejecución de programas sectoriales como el programa Proviar deben ser política de Estado de la provincia. Entre 2009 y 2015 se ejecutó el programa Proviar I; entre 2016 y 2019 el gobierno de Cambiemos no escribió una línea para buscar fondos para el sector, y en 2021 de la mano de las entidades vitivinícolas y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) -y con total ausencia del gobierno provincial- se logró obtener la financiación de U$S50.000.000 para que pequeños y medianos productores y productoras vitivinícolas puedan capitalizarse.
Creemos también que es necesario repensar en aquellos establecimientos en los que las condiciones estructurales de los cultivos, las condiciones del suelo y la disponibilidad de recursos hídricos no sean los óptimos para dar saltos de sostenibilidad en sus plantaciones, puedan reconvertirse a otras producciones, como las forrajeras.
–¿Vas a mantener y reimpulsar el convenio Mendoza-San Juan para la elaboración acordada de mosto? ¿O considerás que no sirve? ¿Y el Banco de Vinos?
–En los últimos años en la provincia de Mendoza no se tomó ninguna medida de apoyo al sector, se abandonó directamente a los productores y productoras y se aplicó la “ley de selva” que terminó con menos de 12.000 hectáreas cultivadas en la provincia.
Esta falta de políticas públicas ha generado que hoy el Convenio de Mendoza-San Juan no tenga la relevancia que tenía antes y que el Banco de Vinos sea un “Banco de Humo”, ya que desde su creación nunca fue utilizado. Sólo fue una pantalla del gobierno provincial para anunciar alguna medida para el sector, aunque esta no tenga ningún efecto concreto.
-Un tema crítico para la vitivinicultura y toda la producción agrícola es la escasez hídrica… ¿Qué acciones desde el Estado implementarías para enfrentar la sequía producto del cambio climático?
-Por el cambio climático, el caudal de los ríos en Mendoza se encuentra al 60% de su promedio histórico. El recurso hídrico de Mendoza se destina un 11% a consumo humano, un 85% a riego agrícola, y un 4% a otros usos. En el agro, los distintos estudios hablan de que hay alrededor de un 40% de pérdidas. Estamos desperdiciando entre el 40 y el 45% de la totalidad del recurso hídrico de la provincia.
Ante el cambio climático y baja eficiencia hídrica, el Departamento General de Irrigación hoy se destaca por poner paneles solares en su sede y por cortar el agua ante altas estimaciones de heladas.
Mendoza necesita un Plan Integral del Uso del Recurso Hídrico basado en 3 puntos centrales: 1. Gestión del Agua (con bases en los Balances Hídricos, la medición de caudales en todos los canales, entrega a demanda, compendio de las resoluciones de Irrigación y Revisión de la misma), 2. Banco de Proyectos (proyectos con viabilidad técnicas acueductos, pozos y reservorios comunitarios en cabecera de hijuela, impermeabilización de canales, recuperación de pozos improductivos para uso comunitario), 3. Incorporación de tecnología (en las fincas con riego por goteo o tecnificado, en los acueductos, en las bocas de entrega, en el bombeo).
En defensa de las instituciones de la vitivinicultura
-En la eventualidad de que Milei sea presidente, ¿cómo defenderías las instituciones tradicionales con sede en Mendoza que tienen tanto que ver con el vino como el INTA o el Conicet, que el “libertario” ha amenazado con disolver?
En las PASO un tercio de la sociedad acompañó a Milei, hay que comprender el voto y somos respetuosos de los resultados. Pero creo que, de cara a las elecciones de octubre, son cada vez más los argentinos y argentinas que ven que su programa de gobierno es falaz e impracticable.
«Además del cierre del INTA, del INV y del Conicet que anuncia Milei si gana, seguro que el sector vitivinícola reconoce que tanto las propuestas de Bullrich como Milei de liberación cambiaria o dolarización generarían un deterioro del poder adquisitivo de los argentinos y argentinas, es decir un deterioro en el 70% de su mercado vitivinícola, que es el mercado interno».
Por eso, creo que, para los argentinos, los mendocinos, y para todo el sector vitivinícola la mejor elección es Sergio Massa, ya que es garantía de gobernabilidad, tiene experiencia en gestión y viene de agarrar el timón en medio de una tormenta y poder mantenerlo a flote. Estoy convencido de que en los próximos meses va a dejar a la Argentina en buen puerto y allí con estabilidad y tierra fértil poder impulsar un período de desarrollo, progresos y oportunidades para todos y todas.