Una investigación realizada en Francia comprobó que levantar los restos de hojas y sarmientos del viñedo tras la cosecha y convertirlos en compost en condiciones controladas, para luego devolverlos al terreno como fertilizantes naturales, no sólo reduce el riesgo de infección por el seudohongo Plasmopara viticola, causante de la enfermedad mildiu, sino que también contribuye a sustituir fertilizantes químicos, con beneficios económicos y ecológicos.
La enfermedad fúngica mildiu, causada por el oomiceto (seudohongo) Plasmopara viticola es uno de los males más dañinos que afectan a los viñedos. Los problemas actuales en torno al uso de productos fitosanitarios están impulsando la evaluación de estrategias de protección que incluyan medidas para prevenir los riesgos epidémicos. El proyecto francés Profil pretende prolongar el período de control contra este oomiceto hasta el período invernal.
El mildiu es una enfermedad fúngica que afecta a diversas plantas, especialmente en condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas. Se caracteriza por la aparición de manchas amarillentas o marrones en las hojas, que posteriormente se tornan necróticas. En la vid, por ejemplo, el mildiu puede causar daños significativos, como la pérdida de hojas, racimos y frutos.
Reducción profiláctica del inóculo primario de Plasmopara viticola
En otoño, la reproducción sexual de Plasmopara viticola da lugar a la formación de oosporas en las hojas. Una vez en el suelo, estas formas invernantes pueden sobrevivir varios años y constituir el inóculo primario de futuras epidemias. La reducción del inóculo primario mediante la exportación del follaje fuera del viñedo después de la cosecha (arrancándolo o recogiéndolo del suelo) es una forma de limitar la acumulación de inóculo a lo largo del tiempo y reducir la presión epidémica. Una de las acciones del proyecto consiste en evaluar el efecto del compostaje sobre la viabilidad de las oosporas, de manera de poder devolver al viñedo la materia orgánica saneada.
Efecto de las altas temperaturas sobre las oosporas
Durante el proceso de compostaje, la materia orgánica se descompone por diversos procesos fisicoquímicos y por la acción de microorganismos, lo que provoca un aumento de la temperatura. Durante esta fase denominada «termófila», la temperatura del compost puede superar los 70ºC. De todas las reacciones que pueden observarse en el compost, el efecto de la temperatura es el más fácil de controlar.
Para evaluar el efecto de las altas temperaturas sobre la capacidad germinativa de las oosporas, en otoño de 2021 se recolectaron en los viñedos franceses determinados para la investigación hojas de vid (variedad merlot) que contenían oosporas y se dividieron (en forma de discos de hojas) en 15 muestras (3 modalidades y 5 réplicas). Durante un mes, 5 de las muestras se colocaron en un horno húmedo a 50°C y otras 5 en las mismas condiciones, pero a 70°C. Las 5 últimas, como controles, se mantuvieron en condiciones naturales sobre el suelo durante el mismo período.
Una prueba biológica permitió analizar la capacidad germinativa de las oosporas al salir del horno (marzo), a un mes (abril) y dos meses después (mayo): 1) las hojas se pusieron en condiciones de temperatura y humedad óptimas para la germinación de las oosporas (20°C en oscuridad e inmersas en agua); 2) se capturan las zoosporas liberadas utilizando discos de hojas de vid susceptibles (discos trampa) y 3) se evalúa la viabilidad de las oosporas caracterizando el grado de infección de los discos de hojas incubados en condiciones óptimas de esporulación (20°C alternando 12 h de día/12 h de noche, 100% de humedad).
En promedio, el 28,6 ± 4,2 % (desviación estándar) de los discos trampa de control (n = 350) estaban infectados. No se observó ninguna infección en las muestras pasadas al horno (Figura 1, n = 700). Por lo tanto, estos resultados parecen indicar que las oosporas de P. viticola pierden su capacidad germinativa cuando son expuestas durante 1 mes a temperaturas como las que se alcanzan durante la fase termófila del compost.

Efecto de la temperatura en condiciones reales de compostaje
Tras este primer resultado en condiciones controladas, se evaluó el efecto sobre la capacidad germinativa de las oosporas en condiciones reales utilizando un compost de 50 m3 compuesto principalmente de sarmientos de vid y de hierba cortada, volteado y regado mensualmente. En otoño del 2022 se recolectaron hojas de vid que contenían oosporas, se trituraron y homogeneizaron, se distribuyeron uniformemente en 30 bolsas de tela para cerner (malla de 11 µm, suficientemente fina como para contener el material de ensayo) y se colocaron en la pila de compost. Estas bolsas se enterraron en marzo de 2023 a diferentes profundidades para tener en cuenta la estratificación vertical de la temperatura. Doce muestras se mantuvieron allí durante 3 meses, de marzo a mayo, y otras doce durante 4 meses, hasta junio (4 repeticiones por modalidad: duración x profundidad). Se tomaron lecturas térmicas en distintos puntos de los 3 niveles de compost cada 1 o 2 semanas (Figura 2).
Como control, se colocaron en condiciones naturales en el suelo, cerca de la pila de compost, seis bolsas de virutas de hojas del mismo lote (4 repeticiones por duración). El compost alcanzó una media de 60°C al inicio y se mantuvo por encima de 50°C durante dos meses. A continuación, las temperaturas descendieron, fluctuando entre 37°C y 54°C según la zona, hasta que se tomaron las primeras muestras a mediados de mayo. En el centro del compost, la temperatura nunca bajó de 50°C. Las temperaturas alcanzadas se ajustan a las esperadas en un compost para su higienización natural.

La capacidad germinativa de las oosporas presentes en las muestras compostadas y de control se evaluó mediante el ensayo biológico descrito anteriormente.
No se observó ninguna infección en los discos trampa en contacto con las oosporas colocadas en el compost (n = 960), independientemente de la duración y la profundidad de enterrado (Figura 3). Por el contrario, en las bolsas de inóculo de control, se infectaron el 11,5 ± 3,98 % (desviación estándar) y el 2,84 ± 1,48 % (desviación estándar) de los discos trampa en mayo (n = 160) y junio (n = 160), respectivamente (se sabe que la tasa de germinación de las oosporas disminuye tras un pico en abril). Sin embargo, la esporulación en los controles fue menor que en el año anterior debido a un inóculo inicial diferente, siendo la presión del mildiu menor en 2022 que en 2021.

Las oosporas de P. viticola contenidas en las hojas de vid parecen perder su capacidad germinativa tras pasar 3 o 4 meses en compost mantenido a temperaturas de entre 40 y 70°C.
Un método profiláctico prometedor para una estrategia preventiva global
Estos ensayos mostraron una inhibición de la germinación de las oosporas de Plasmopara viticola tras un período a altas temperaturas, tanto en condiciones controladas como en condiciones reales de compostaje. Por lo tanto, el compostaje de hojas de vid extraídas de las parcelas en otoño parece ser eficaz para limitar el poder infeccioso del inóculo primario del mildiu en las vides, y la materia orgánica saneada puede devolverse al viñedo. Aunque el estudio se centra en el parámetro «temperatura», la composición, las propiedades intrínsecas y la gestión del compost son puntos indispensables para asegurar el éxito de este método de lucha contra las formas de conservación invernal del mildiu de la vid.
El sistema de compostaje de las hojas de vid, basado en la reducción del inóculo primario de P. viticola, podría formar parte de un enfoque global de gestión preventiva de las epidemias de mildiu.
Se está desarrollando un método de deshojado mecánico para eliminar la biomasa foliar contaminada de las zonas significativas en otoño, y se está trabajando en los efectos sobre la fisiología de la vid y la calidad de la cosecha. Ya se perfeccionó un método para medir el inóculo de mildiu en el suelo con el fin de evaluar el saneamiento progresivo de los suelos de los viñedos.
Si esta práctica de extracción-compostaje permite efectivamente reducir la presión epidémica, podría limitar el uso de fungicidas de síntesis y dar más valor a las estrategias de protección basadas en productos de biocontrol, que siguen siendo más difíciles de controlar que los fungicidas tradicionales, al tiempo que favorecería el compostaje de los sarmientos (en lugar de quemarlos), contribuyendo a la fertilización orgánica de los viñedos.
El proyecto Profil es financiado por la OFB en el marco de la convocatoria de propuestas de I+D+i del plan Ecophyto 2+: «Enfoques globales para limitar el uso de productos fitofarmacéuticos: acoplar lo preventivo y lo curativo en el rubro, desde los agricultores hasta los consumidores». Los autores expresan su agradecimiento a los miembros de la Cámara de Agricultura de Gironda, del IFV, de la Unidad Experimental Vid-Vino de Burdeos (Inrae) y del Agrocampus Bordeaux Gironde (liceo vitícola de Libourne-Montagne) que participaron en los experimentos.
Fuente: IVES Technical Review. Autores: Eva Courchinoux, Marie Rodriguez, Isabelle Demeaux, , Laurent Deliere, Marc Raynal, Charlotte Poeydebat (INRAE); Séverine Dupin y Pierre-Adrien Roux (Chambre d’agriculture de la gironde – Pôle Viticulture-Œnologie – Vinopôle Bordeaux)