El Gobierno de la provincia ya evalúa las ofertas de dos proveedores seleccionados -Agro Roca SA y BASF Argentina SA- para comprar insumos y pagar servicios del plan de lucha contra la plaga lobesia botrana. A ese fin se destinará un fondo propio de $600.000, recientemente dispuesto por ley, más lo que aporte el Estado nacional.
Funcionarios del Ministerio de Economía de Mendoza ya consideran las ofertas de proveedores para decidir la compra de feromonas, aeroaplicadores e insecticidas para combatir la plaga lobesia botrana o polilla de la vid.
Esa campaña, que se lleva adelante la entidad Mendoza Fiduciaria, a través del Fidecomiso de Administración y Asistencia Financiera Vitivinícola, deja abierta la posibilidad de aportes nacionales y solicita además la eximición el pago del IVA en el Seguro Agrícola, lo que permitiría destinar entre $150 millones y $180 millones más al plan.
Tras la apertura de los sobres con las propuestas económicas, se seleccionaron dos empresas proveedoras que llegan al monto aprobado para destinar fondos provinciales: Agro Roca SA y BASF Argentina SA, las que presentaron sendas ofertas para las múltiples acciones, que van desde servicios aéreos hasta el control reproductivo de la polilla, por el total del dinero autorizado.
De esta forma, se contratará aeroaplicación de feromonas pulverizables, una técnica también llamada de confusión sexual, que logra anular la cópula de adultos y evitar su reproducción, para 20 mil hectáreas.
Además, se instrumenta la aplicación desde el aire de insecticidas dirigidos al control de huevos y larvas para 50 mil hectáreas. En la misma licitación se adquieren insecticidas para pulverización terrestre en producciones orgánicas convencionales y pulverizaciones aéreas.
Una acción fundamental para Mendoza
La lobesia botrana afecta principalmente a la uva pero puede atacar también frutales como los ciruelos. En Mendoza, el cultivo de vid representa la principal actividad agrícola, con 151.000 hectáreas de viñedos. La provincia es también la mayor exportadora de ciruelas del país.
Cabe recordar que en la campaña 2020/2021 se llevó adelante un «plan de control mínimo» como estrategia de sostenimiento, con el propósito de contener el avance de la plaga. En un trabajo desarrollado por el Iscamen, se implementó la Técnica de Confusión Sexual (TCS) sobre 18.000 hectáreas de cultivo; se cubrieron 42.000 hectáreas con aeroaplicaciones de insecticidas y 14.000 hectáreas fueron asistidas con insecticida de aplicación terrestre (para una aplicación). También se aplicaron feromonas en 24.000 hectáreas.
Para la evaluación de daños, el programa se apoyó en una estructura oficial, que cuenta con una red conformada por 4.000 trampas específicas que son regularmente visitadas por agentes fitosanitarios. Además, se efectuó un riguroso relevamiento de daños ocasionados por la plaga en determinados momentos de la campaña, donde cobraron mayor relevancia las observaciones cercanas a cosecha.
Las áreas alcanzadas por estas acciones tuvieron una significativa disminución de la plaga. Por el contrario, en áreas no alcanzadas por la asistencia del programa y/o sin acciones directas de control ejecutadas, los niveles de capturas acumuladas se vieron incrementados.
Los resultados de la campaña 2020/2021 ponen en evidencia la necesidad de abarcar grandes áreas continuas de trabajo para conformar bloques homogéneos en donde se controlan las poblaciones de la plaga de manera completamente coordinada.
Fuente: Gobierno de Mendoza