Las heladas representan la principal contingencia climática que afecta al sector agrícola en zonas de inviernos crudos de Mendoza, Argentina y el mundo. Por este fenómeno climatológico cada año se pierden grandes volúmenes de alimentos de origen vegetal. Predecir la dinámica de las heladas en los campos es crucial ya que permite detectar las zonas más y menos frías y definir estrategias de defensa efectivas. En este contexto de agricultura de precisión, los mapeos de patrones de heladas emergen como una herramienta innovadora que brinda información invaluable para combatir esta amenaza.
Por el Dr. Ing. Agr. Francisco González Antivilo
Gerente de IndeGAP
Durante las heladas, la cantidad de energía que es necesaria aportar al ambiente para levantar 1 grado centígrado de temperatura del aire es enorme. Los daños más graves que sufre una planta (Fig.1) se deben al enfriamiento del aire por debajo de la temperatura de resistencia de los distintos órganos de la misma. Las llamadas defensas activas, recurso utilizado para prevenir este problema, pueden resultar más caras que el cultivo mismo y no siempre resultan efectivas.
Sin embargo, hay un método innovador para modelar y predecir la dinámica de las heladas dentro de las propiedades agrícolas, de manera tal de detectar las zonas más y menos frías para ahorrar energía; y que, si se hace defensa, sea más eficiente. Estos son los mapeos de patrones de heladas, o en versión corta, mapeos térmicos, desarrollados por IndeGAP, una empresa mendocina pionera en la temática.
¿Qué son los mapeos térmicos?
A diferencia de lo que se suele pensar, el enfriamiento del aire no es homogéneo, sino que depende de diversos factores como la topografía, la vegetación, el suelo, el riego, entre otras. La forma de revelar estas dinámicas invisibles es a través de los mapeos térmicos, que se traducen en representaciones a colores que dan cuenta de la incidencia del frío en campos cultivados.
Una representación acabada y de calidad no se construye con un solo sensor, durante una helada determinada, sino con decenas de sensores, registrando decenas de heladas, de manera de poder modelizar y predecir esa dinámica con robustez estadística. Esta metodología recoge millones de datos que permiten identificar los patrones y entender el camino que recorren las heladas dentro de la finca. También permite zonificar el terreno, los deltas térmicos entre ellas (diferencias de temperatura entre dos puntos de medición), y la tasa de descenso de temperatura para cada sector.
Los mapeos se convierten en una oportunidad para optimizar la producción, ya que permiten tomar decisiones estratégicas informadas. Por ejemplo, qué variedad/especie plantar, qué sistema de defensa es el adecuado, qué áreas de la propiedad cultivar y cuáles destinar a estructuras, además de la conveniencia de comprar o no comprar la finca. Información crucial para potenciar la productividad y la rentabilidad.
El conocimiento básico que entrega un mapeo térmico son las diferencias promedio entre las zonas más y menos frías. Hay fincas donde esas son de sólo 1 °C o 2 °C, donde se puede aplicar una estrategia de manejo general; mientras que otras fincas registran deltas térmicos de entre 5 °C y 7 °C, donde las estrategias tienen que ser sectorizadas.
Transformando el conocimiento en cultivos rentables
Los mapeos térmicos son posibles gracias al desarrollo del concepto de la agricultura de precisión y las nuevas tecnologías de sensado (equipos datalogger, Fig.2). Otro elemento se suma para potenciar la innovación: el know-how científico, es decir, el diseño de muestreo y el análisis de big data que permite caracterizar el microclima de cada finca y su relación con la fenología del cultivo. La combinación de estos tres elementos es el gran aporte que realiza la empresa de investigación y desarrollo IndeGAP y que pone al servicio del sector agrícola.
La primera línea de defensa para combatir las heladas es “verlas”. En ese sentido, los mapeos térmicos son un gran paso. Si bien la búsqueda de una solución definitiva contra las heladas seguirá siendo un objetivo, sin comprender la dinámica del frío dentro de una propiedad, cualquier esfuerzo será en vano
La amenaza de las heladas queda al descubierto: el mapeo de patrones térmicos se convierte en una información valiosa al alcance de los productores, lo que les permite una ventaja en la protección de los cultivos y su rentabilidad a corto y largo plazo.