La Cámara empresaria de la industria vitivinícola, que nuclea a más de 200 bodegas del país, pidió al gobierno nacional que deje sin efecto el control de precios para una lista de vinos que entraron a los programas «Precios cuidados» y «Precios máximos», puestos en vigencia en marzo de 2020 como medida para atenuar el impacto de la inflación al bolsillo de los consumidores, en el contexto del inicio de la pandemia. La entidad presidida por Patricia Ortiz (Fincas Patagónicas-Bodega Tapiz), a quien secunda como vicepresidente 1º Francisco Do Pico (Grupo Peñaflor), reconoce que la regulación estuvo justificada en su momento, pero que los dos aumentos autorizados en los 10 meses transcurridos han sido del 4% y el 6%, frente a las subas calculadas por la entidad en un 40% para los insumos secos (envases, cajas, cartón, corchos, cápsulas, etiquetas), el 30% para la logística y hasta del 250% para el vino como insumo para embotellar. A continuación, reproducimos textualmente el comunicado de prensa de Bodegas de Argentina, divulgado ayer 21/1/21.
«Bodegas de Argentina, la cámara de la industria del vino de la República Argentina que nuclea a más de 200 bodegas de todo el país, solicita al Gobierno Nacional que de por finalizado el control de precios que mantiene casi inalterados los precios del vino desde marzo del año pasado y que el impacto de continuar con esta política será nocivo tanto para las bodegas como para los productores de uva.
«Desde que rige el control de precios, justificado debidamente en su momento por la situación inédita de la pandemia, nuestra industria asumió el compromiso como actividad esencial de acompañar al Gobierno Nacional y a la sociedad cumpliendo con el control dispuesto por la Resolución 100/2020, que solo autorizó dos aumentos de cuatro y seis por ciento desde su entrada en vigencia. No obstante, desde que está vigente dicha resolución nuestras bodegas han sufrido un incremento de costos sideral que ya resulta imposible no trasladar gradual y prudentemente a precio en góndola. Agravado ello también por la acumulación de cinco años consecutivos de pérdida de ingreso real debida a la incapacidad de nuestra industria de incrementar precios lo suficiente para compensar la inflación acumulada de estos años.
«Los insumos secos (envases, cajas, cartón, corchos, cápsulas, etiquetas) han aumentado hasta 40% desde marzo 2020 y el vino como insumo para embotellar más de 250%. Asimismo, los costos logísticos han aumentado hasta 30%, mientras que se han cumplido con los incrementos salariales acordados por paritaria.
«El incremento del costo del vino, que es verificable en las estadísticas de la Bolsa de Comercio de Mendoza, se debe a razones ajenas a nuestras bodegas, como las contingencias climáticas que han causado mermas importantes en la producción, y hace particularmente difícil continuar acompañando la política de control de precios.
«Debemos resaltar también que el vino, la bebida nacional por ley, es además la única categoría de bebidas masiva que en la actualidad continúa bajo Precios Máximos. Desde la Cámara se considera por ello que es absolutamente lógico y justo que nuestra bebida sea excluida de la resolución que hace a la política de Precios Máximos.
«Por último, y no menos importante, se hace público el compromiso de la industria de aumentar los precios gradualmente, especialmente de los vinos más económicos».