Los trabajadores que cuidan las viñas en Mendoza y otras partes del país están cada vez más complicados por los magros salarios y la caída del precio de la uva y el vino, lo que reduce también su porcentaje de participación en las ventas de la fruta a la bodegas. El titular del Sindicato de Viñas y Frutales, Edgardo Lera (foto principal), pide al Estado que intervenga para mejorar el valor del producto primario, lo que mejoraría el ingreso de los contratistas. También reconoce que la crisis afecta a los pequeños productores, los que tienen dificultades para pagar sueldos. El gremio se prepara para afrontar las próximas paritarias, en noviembre de 2025, con objeto de mejorar el sueldo básico de estos obreros, actualmente de unos $500.000 en promedio.
Los contratistas de viña perciben una mensualidad que hoy asciende a $32.100 por hectárea trabajada en la finca que tienen a cargo (ver escala salarial más abajo). Eso significa que quien se ocupa de 10 hectáreas cobra $321.000 mensuales. Además, reciben entre el 15% y el 18% de la venta de las uvas a las bodegas, lo que puede hacer una diferencia, pero ocurre que este año 2025 el precio de la uva y del vino están incluso por debajo del que se pagaban en 2024, lo que configura una situación social compleja por el deterioro de su poder adquisitivo.
Además de los contratistas, en los viñedos existe otra figura legal para el trabajador. Es la del obrero de viña, cuyo salario básico hoy ronda los $600.000. En ambos casos, el salario les resulta insuficiente. Edgardo Lera, secretario general del Sindicato de Contratistas de Viñas y Frutales, afirmó al respecto que la mensualidad siempre ha sido baja, pero que hace unos años el 15% al 18% del valor de la producción, que también perciben, era un refuerzo considerable porque la uva valía más. Lo que ha sucedido en las últimas temporadas es que el precio de la uva y del vino han sido bajos, y esto ha perjudicado a los trabajadores del sector. Lera también reconoció que esta crisis también afecta a los productores primarios, en especial a los más pequeños.
A 6 meses de la cosecha, sin novedades de pago
«La verdad es que este año ha sido muy complicado para los trabajadores de las viñas y los frutales –manifiesta Lera-; en lo que nos toca a nosotros, los contratistas, estamos afectados por el bajo precio de las uvas y el vino. A este mes de octubre, por ejemplo, los que tienen un porcentaje de las uvas para elaboración de vino todavía no han cobrado su parte, pese a que ya pasaron 6 meses de la cosecha. Eso nos lleva a una situación muy complicada para la economía del hogar. Ya estamos a mediados de octubre y todavía no tenemos novedades de los pagos, y eso es muy lamentable tanto para el contratista como para el pequeño productor… Imagínense que algunos han cosechado en febrero, marzo, abril, y todavía no hay novedades de cuándo van a percibir el porcentaje de la producción del vino.

Y agrega el representante de los trabajadores: «Los precios están igual o más bajos que el año pasado. La verdad es que estamos atravesando una crisis vitivinícola muy importante. Tal vez el tema no sea tan importante para el gobierno nacional y provincial, pero es real, hay muchas familias que no la están pasando bien. En cuanto a la negociación por los ingresos en paritarias, también estamos mal. El gobierno comunica una inflación de 1,9 o 2%, y todos sabemos que eso no es real, porque cada vez que vamos a comprar está todo mucho más caro, por ejemplo en el último año los combustibles han subido 4 o 5 veces».
Por otra parte, Lera reclama: «Si a eso le sumamos que los impuestos han subido más de un 100% en los últimos tiempos, la verdad es que eso nos afecta porque nos impide tener una paritaria real. Nosotros, por ejemplo, cuando vamos a paritar pedimos un 10, 15, 20% mensual de aumento, en sintonía con la situación real, y nos dicen que el tope es de 1% mensual. Y la verdad es que cuando uno lo traslada al sueldo no es nada. Ojalá que el gobierno nacional y provincial intervenga en los precios, porque nos afecta a todos nosotros.«
Tres litros de vino por uno de combustible
Lera recordó que en uno de los últimos “tractorazos” de los viñateros se viralizó la consigna que expresaba que un litro de vino tenía el mismo valor que un litro de gasoil, lo cual ya era «terrible». Pero este año, para comprar un litro del combustible, calculó el gremialista, «se necesitan tres litros de vino». “Antes ya era complicado, ahora es muy complicado”, resaltó. E insistió en el tema de las demoras en los pagos de porcentajes: «Algunos vendieron su parte de uva al contado y ya cobraron, pero otros accedieron a cobrar en 6 u 8 cuotas. Y, como muchas bodegas no está vendiendo el vino, aún no cobran ni saben cuándo lo harán».
A mediados de noviembre vamos a estar nuevamente pidiendo paritarias, para ver si podemos lograr un aumento más en diciembre y solicitar algún bono».
EDGARDO LERA, titular del Sindicato de Contratistas de Viñas y Frutales
«Sabemos que la situación actual está difícil para todos, lo cual es lamentable. Pero como gremio, no podemos dejar de pedir a las cámaras y al gobierno que no se olviden de los pequeños productores, de los contratistas de viña, que la están pasando muy mal», añadió.
Y finalizó el representante: «Sabemos que estamos en época de elecciones. Ojalá que los que lleguen a la Legislatura provincial y al Congreso nacional piensen en el trabajador, en el pequeño productor y en las dificultades que pasamos en Mendoza… Es que si no hay políticas del Estado con respecto a las fincas, muchoss productores van a dejar de trabajar, muchos productores van a dejar de producir, y si pasa eso, como ya está pasando, muchos trabajadores se van a quedar sin su puesto de trabajo».

Costos elevados para los productores
Por su parte, Matías Manzanares, secretario de la Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) -entidad que participa por los empresarios en las negociaciones paritarias-, reconoció que el contratista la está pasando mal, pero que el productor no tiene con qué pagarle. Indicó que, si el precio de la uva o del vino hubiera ido acompañando a la inflación, el salario hubiera sido similar al del obrero de viña, pero como es inferior al de 2024, el ingreso se les cayó.
Consultado por diario Los Andes, Manzanares planteó que los que han tenido la posibilidad de elaborar vino a terceros también están muy mal, porque el valor del vino sigue bajando. Esto hace que al salario bajo se le sume la crisis en la uva y el vino.
Esta es una crisis que tiene no solamente el contratista, sino también el patrón. En las paritarias estamos negociando pobres con pobres. Siempre decimos que es una negociación entre pobres”.
MATÍAS MANZANARES, secretario de AVM y representante de las empresas en la paritaria.
La AVM divulgó a principios de octubre un comunicado planteando que “el viñatero mendocino está atravesando una de las peores crisis de rentabilidad que hayamos vivido en décadas” y demandaron adoptar “un compromiso real para salvar nuestra vitivinicultura”.
Señalaron en la cata abierta que, según sus números, en la temporada 2024/2025 los costos se dispararon y detallaron que la energía y el riego aumentaron más del 100%, la mano de obra de cosecha, un 115%, los fletes, un 95%, y las tasas e impuestos, del 50 al 250%. “Y si hablamos de presión fiscal, estamos soportando un esquema confiscatorio: el Estado se queda con el 57,1% del excedente puro de una finca productiva”, resaltaron en el documento.
“De esto no se salva ni el grande ni el mediano ni el chico, ni el que vendió el fruto o lo elaboró, ni el productor que está integrado o no lo está… porque somos quienes asumimos, por un lado, los riesgos de la actividad y, por otro, la medida de ajuste del mercado”, advirtió finalmente el comunicado.











