En el fascinante universo de la vinificación, cada paso en el proceso tiene su importancia y su finalidad. Desde la elección meticulosa de las uvas hasta el ejercicio del delicado arte de la fermentación, cada tarea juega un papel crucial en la creación del vino buscado por el enólogo. Resulta muy interesante conocer en detalle qué sucede después de que las levaduras han hecho su trabajo mágico de convertir los azúcares en alcohol. Es en ese momento cuando entran en juego las lías de vino, un subproducto de la fermentación que puede parecer insignificante a primera consideración, pero que tiene un impacto sorprendente en la textura, el sabor y la longevidad del vino.
Las lías son un subproducto natural del proceso de fermentación del vino. Cuando las levaduras, responsables de convertir el azúcar de las uvas en alcohol, han consumido todo el azúcar disponible, mueren y se depositan en el fondo del recipiente de fermentación. Esta acumulación de células de levadura muertas, junto con otros sólidos que pueden estar presentes en el mosto, como residuos de uva, se conocen como lías.
Uso de las lías en la elaboración del vino
Las lías de vino están compuestas principalmente por células de levadura muertas, pero también pueden contener otras partículas como restos de uva, semillas y proteínas. Estas partículas sólidas pueden variar dependiendo del tipo de vino y del proceso de vinificación utilizado. A pesar de su apariencia poco atractiva, las lías juegan un papel crucial en la calidad y el sabor del vino.
Tradicionalmente, después de la fermentación, el vino se separa de las lías a través de un proceso llamado «desfangado«. Sin embargo, en muchas variedades de vino, especialmente en algunos vinos blancos y espumosos, las lías se dejan en contacto con el vino durante un período prolongado en un proceso conocido como «crianza sobre lías«.
La crianza sobre lías puede durar desde unos pocos meses hasta varios años, dependiendo de la tipología del vino y del resultado deseado. Durante este tiempo, las lías liberan compuestos que pueden mejorar la textura, el sabor y el aroma del vino.
Beneficios que aportan las lías
La crianza sobre lías tiene varios beneficios en la elaboración del vino.
- Primero, las lías pueden agregar complejidad al vino, impartiendo nuevas capas de sabor y aroma. Los compuestos liberados por las lías pueden dar al vino notas de pan tostado, nueces e incluso sabores cremosos o mantecosos.
- Además, las lías también pueden mejorar la textura del vino. Los polisacáridos liberados por las células de levadura muertas pueden dar al vino una sensación en boca más suave y redondeada, lo que puede ser especialmente beneficioso para los vinos blancos, que a veces pueden ser percibidos como demasiado ácidos o agudos.
- Otro beneficio de la crianza sobre lías es que puede ayudar a proteger el vino del deterioro. Las lías pueden absorber oxígeno, ayudando a prevenir la oxidación y aumentando la estabilidad del vino.
- Por último, pero no menos importante, la crianza sobre lías puede contribuir a la longevidad del vino. Los vinos que han pasado tiempo en contacto con las lías suelen tener una mayor capacidad de envejecimiento, lo que significa que pueden ser almacenados durante más tiempo sin perder su calidad.
En conclusión, las lías de vino, aunque a menudo pasadas por alto, son un componente esencial en la elaboración del vino. Aportan complejidad y profundidad al vino, mejoran su textura y ayudan a preservar su calidad a lo largo del tiempo.
Fuente: https://marquesdelatrio.com/blog/vino/lias-de-vino/