En mayo de 2021, luego de un exhaustivo proceso de cambios, el Vivero San Nicolás Vid, de Junín, Mendoza, certificó la norma internacional Global GAP (siglas en inglés de Good Agricultural Practices, Buenas Prácticas Agrícolas), cuyo cumplimiento implica la producción de barbechos de manera sostenible, con garantías de calidad, mientras se protege el medio ambiente y el bienestar de las personas involucradas en la producción. Un año después, el Vivero se convierte en una de las 15 empresas mendocinas, 200 argentinas y 6.881 en todo el mundo en tener la certificación como Empresa B, al comprometerse con un plan de desarrollo continuo, que pasa de la lógica de mitigar los impactos negativos a una nueva lógica de generar impactos positivos, usando la fuerza de su negocio para construir una economía nueva, más sostenible e inclusiva.
Cada vez son más las empresas que buscan medir sus impactos sociales y ambientales, que se comprometen con un plan de desarrollo continuo, que pasa de la lógica de mitigar los impactos negativos a una nueva lógica de generar impactos positivos, usando la fuerza de su negocio para construir una economía nueva, más sostenible e inclusiva. Estas son las Empresas B, que buscan ser mejores para el mundo y no sólo las mejores del mundo.
Una de ellas es la empresa ubicada en Montecaseros, Junín -Mendoza- Vivero San Nicolás, dedicada a la producción de plantas de vid a pie franco e injertadas a raíz desnuda, que desde hace 14 años trabaja en investigación y desarrollo con la finalidad de que sus plantas cumplan con los estándares de calidad más altos. Desde sus suelos con textura arenosa, sanidad y fertilidad que posibilitan desarrollar raíces de primer nivel, hasta a selección de lotes de plantas madres, todo el proceso está caracterizado por ser sustentable de principio a fin.
Para garantizarlo, en el año 2020 comenzó con un proceso de capacitación y mejoras estructurales que lo llevaron a certificar, en 2021, las normas internacionales Global GAP (siglas en inglés de Good Agricultural Practices), cuyo cumplimiento implica la producción de barbechos de manera sostenible, con garantías de calidad, mientras se protege el medio ambiente y el bienestar de las personas involucradas en la producción. Continuando en este plan, un año después, obtuvieron la certificación como Empresa B, una de las 200 en Argentina.
“Para nosotros es una enorme satisfacción y, a la vez, un compromiso que asumimos con gusto, porque entendemos que certificar nuestros procesos es, en definitiva, una manera directa de contribuir a la calidad de producción de nuestros clientes”, señaló Víctor Barroso, CEO de Vivero San Nicolás Vid.
“En Vivero San Nicolás hemos priorizado un modelo de impacto enfocado en la reducción de toxinas, utilizando un manejo integrado de plagas para reducir drásticamente el uso de fitosanitarios, en nuestros cultivos y en nuestro producto para terceros, que son las plantas de vides”, enfatizó Barroso, para agregar que «particularmente en Mendoza estamos en una zona desértica donde todos debemos ser profundamente conscientes del agua, por eso utilizamos tecnología avanzada para monitorear los sistemas de riego y así poder reducirlo a la óptima cantidad mínima necesaria”.
Las Empresas B, además de procurar generar un cambio y un estándar en las prácticas empresarias, están a la vanguardia de un nuevo concepto de negocio, sostenido sobre bases de valor ético y social y buscando involucrarse fuertemente con la comunidad primaria en donde la empresa impacta, incluyendo intereses no financieros sin afectar su gestión y competitividad.
“Nuestro centro son los clientes, nuestro equipo de trabajo, el respeto por el ambiente, la comunidad en la que estamos insertos y la transparencia indeclinable en nuestros negocios y en nuestra relación con la administración de gobierno, por eso nos preocupamos en que eso sea certificado objetivamente y no sólo enunciado como un propósito. Y nos gustaría mucho que muchas más empresas sean capaces de unirse en este impulso”, finalizó Barroso.
Qué significa ser una Empresa B
Las empresas que se certifican como Empresa B no son perfectas, pero asumen un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio. Miden y analizan las cinco áreas más relevantes de su empresa: gobierno, trabajadores, clientes, comunidad y medio ambiente, permitiendo una revisión detallada de todas ellas, con el fin de ayudar a identificar todos los posibles puntos de mejora y oportunidades para ser un agente de cambio en la economía, protegiendo la misión y potenciando el triple impacto.
Esta certificación es entregada por B Lab, una entidad sin fines de lucro en Estados Unidos, se trata de una marca colectiva como identidad de mercado y para lograrlo se someten a una evaluación integral de su sustentabilidad con instancias de certificación y recertificación y realizan enmiendas a sus herramientas de gobernanza legales.
La evaluación de impacto B y la certificación son herramientas para mostrar al mundo cómo se opera internamente y con toda tu cadena de valor de una forma transparente, en el mundo hay 6.881 empresas B certificadas, en Argentina son 200.
Los requisitos que se deben cumplir para certificar son:
- Llevar más de 12 meses de operaciones: Las empresas que llevan menos de ese tiempo operando deberán acceder al sello B Pendiente.
- Operar en un mercado competitivo: La empresa debe operar en un mercado competitivo y estar expuesta a los riesgos normales de ser empresa, competidores, impuestos, cambios en el mercado. Las empresas que operan en un monopolio, son controladas por el gobierno o que tienen beneficios sustanciales relacionados a la paga de impuestos por ejemplo, no serán elegibles para la Certificación B.
- Requerimiento legal de Empresa B: La empresa debe poder, y estar dispuesta a cumplir el requerimiento legal de Empresa B y a realizarlo efectivamente cuando corresponda según su proceso de certificación.
- Entidad con fines de lucro: La filosofía de las Empresas B es probar que las empresas pueden hacerse cargo de resolver problemáticas socioambientales a través de su negocio. De este modo, entidades sin fines de lucro como fundaciones, ONGs, entre otras entidades civiles, no podrán acceder a la certificación de Empresa B dado que han sido creadas específicamente para resolver esos problemas.
- Negocio completo y distinto: La Certificación de Empresa B es para negocios completos, incluyendo todas las áreas de gestión de dicha empresa. No es posible acceder a la certificación de manera individual para sus divisiones, marcas, departamentos o empresas que no tengan el control de su producto o servicio.