La presidenta de Bodegas de Argentina se expresó con respecto a la crisis institucional que se viene dando hace unas semanas en la industria vitivinícola. Después del comunicado que su agrupación emitió renunciando a la Coviar y de las respuestas de ésta y otras asociaciones, es necesario conocer en detalle cuál es el foco del conflicto.
Con el fin de clarificarlo, se publicó el domingo 1/3 en Diario Los Andes la opinión de Patricia Ortiz , que a continuación replicamos.
«Bodegas de Argentina es una Cámara empresaria nacional que representa a más de 200 bodegas socias con voto uninominal (no calificado) y cuyos orígenes se remontan a cien años atrás.
Nuestro Directorio, que agrupa a más de cincuenta empresas -en su gran mayoría pymes nacionales- en representación de todos los socios de la Cámara, ha ratificado las recientes decisiones del Comité Ejecutivo de la Cámara respecto de los reclamos públicos que nuestra institución ha hecho al funcionamiento de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y a su decisión de dejar de participar del directorio de la misma.
Esta última sólo viene a formalizar una realidad de hace muchos meses y de ninguna manera desautoriza el accionar de anteriores presidentes de Bodegas de Argentina ni de funcionarios ejecutivos de la entidad.
Lamentamos la actitud de algunos dirigentes que, en lugar de enfocarse en los reclamos de seis Cámaras integrantes del Directorio de Coviar, buscan desvirtuarlos, corriendo el eje de la discusión y minimizando los mismos. Descalificando empresas y personas en medios públicos, mostrando su falta de capacidad de dialogo y comprensión de los temas en cuestión, desconociendo la voluntad de todos los eslabones de la industria y agrediendo a quienes hoy les toca representarla.
Pretender instalar que esta discusión es una pelea entre un modelo concentrado manejado por lobistas y otro diverso e inclusivo, es desconocer el reclamo de un sinnúmero de asociaciones de pequeños productores y pequeñas y medianas bodegas de todas las zonas vitivinícolas del país.
Quisiera resaltar que la discusión gremial que se ha dado en este último tiempo no debe contaminarse con la crisis profunda que afecta a nuestro sector y a todos los eslabones de la cadena.
Argentina debe generar mercados para sus vinos (y otros productos vitivinícolas) de manera urgente para que podamos salir de la crisis en la que estamos envueltos.
Quienes se preocupan genuinamente de evitar la concentración en la industria deberían ser los principales defensores de la apertura de mercados y de la promoción del vino argentino en el exterior. Frente al desafío que nos presentan en el mercado local las bebidas sustitutas y los cambios de hábitos de consumo, es inadmisible que Argentina sea el país vitivinícola líder que menos invierte en su posicionamiento en el exterior mientras derrochamos recursos de la Coviar, que son de todos, en otras cosas que sin duda no son prioritarias.
Por último, celebramos los fuertes cuestionamientos a la Coviar y sus resultados que han surgido en el último tiempo desde distintos sectores políticos, que se han sumado a nuestros reclamos. No es serio que quienes lideraran por 15 años a esta institución, sean hoy los jueces de lo actuado. El fracaso de la Coviar y su conducción están a simple vista.»