Mucho se ha hablado de los supuestos beneficios de las bebidas sin contenido etílico, principalmente de la cerveza y el vino, pero pocos se detienen a analizar qué efectos no saludables pueden tener en los consumidores. En España, a 50 años de la salida al mercado de las primeras cervezas «alcohol-free», algunos expertos en nutrición están alertando que por su alto contenido de carbohidratos y azúcares pueden ser dañinas, y prohibitivas para los diabéticos.
Mucho ha llovido desde que en 1976 le diera a la fábrica de cervezas Ambar por lanzar al mercado la primera bebida fermentada sin alcohol. Unos pioneros en España, país que actualmente ocupa el primer puesto en Europa en cuanto al consumo de cerveza 0,0, con un 14% per cápita, según datos de Cerveceros de España.
El 41% de los millenials españoles afirma elegir opciones 0,0 en ámbito de ocio
Un panorama bien distinto al del citado hito, cuando no cabe la menor duda de que los mensajes que desaconsejaban el consumo de alcohol estaban infinitamente menos interiorizados que en la sociedad actual. Tal es así que el 41% de la generación de los millennials, formada por aquellos que llegaron a su vida adulta con el cambio de siglo, es decir en el año 2.000, elige opciones sin alcohol en ámbito de ocio. Es lo que se extrae de un estudio realizado por Universidad de Oxford, la multinacional de investigación de mercados Ipsos y Heineken.
Para muchos, el alcohol ya no es algo obligatorio en situaciones sociales, y parece que vivimos un cambio hacia un consumo más conciente. No obstante, pese a que muchos opten por esta opción, que en principio sería más saludable, diversos estudios y voces de nutricionistas apuntan que esta bebida podría no ser tan beneficiosa como parece.
Los carbohidratos de rápida absorción de la cerveza sin alcohol elevan la glucosa en sangre rápidamente pudiendo provocar picos de azúcar. Pueden favorecer el almacenamiento de grasa visceral, aumentar el riesgo de resistencia a la insulina y problemas metabólicos.»
Isabel Raya, especialista española en nutrición integrativa.
«Es una gran enemiga de tu metabolismo», apunta Isabel Raya, especialista en nutrición integrativa, que ahonda en que, aunque la cerveza sin alcohol contiene menos calorías que la convencional, sigue aportando una cantidad significativa de azúcares y carbohidratos.
«Quizá esto no lo veas como un problema a los 20, pero te aseguro que cuando superas los 40, sí que se nota. Y no solo físicamente, sino en muchos parámetros de salud«, apunta la experta en una publicación con bastante éxito en sus redes sociales. «Si la tomas ocasionalmente, para ayudarte a reducir el alcohol o porque socialmente te apetece más que otras opciones, no pasa nada. Pero no te engañes pensando que es saludable y bebas sin límites», indica.
Añadir azúcar para sustituir el alcohol
La experta añade que muchas cervezas sin alcohol contienen azúcar añadido teniendo como consecuencia más calorías en la botella.
A la publicación en cuestión, la experta añade una comparativa entre las dos bebidas. Por un lado, por cada 100 mililitros, en la opción alcohólica encontramos 3,4 gramos de hidratos de carbono de los cuales 0,1 gramos son de azúcares. En la contraparte, la bebida sin alcohol incluye 6,2 gramos de hidratos de carbono y más de la mitad, es decir, 3,4 gramos, son de azúcares.
Fuente: Diario ABC de España, por Isaac Asenjo