La huella de carbono (HC) mide la cantidad de gases de efecto invernadero que genera el ser humano al fabricar un producto o al realizar sus actividades cotidianas. Conocer ese rastro y aplicar tecnología y correctivos para minimizar la emisión de dióxido de carbono y otros fluidos contaminantes es cada día más valorado: ya hay países que aplican impuestos y restricciones de importación a los productos con mayor HC.
En Argentina, la vitivinicultura le otorga cada vez mayor importancia a la medición de la HC tanto de los cultivos primarios como del vino elaborado. Es que, tarde o temprano, la mayor o menor HC incidirá en el precio. Por ello, en el Día Mundial del Medio Ambiente, reproducimos una interesante nota de divulgación científica sobre el tema, escrita por tres especialistas de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo.
Huella de carbono en cultivo de vid
Por Laura Abraham, Verónica Hidalgo y Laura Alturria
lalturria@fca.uncu.edu.ar
La huella de carbono (HC) es un término usado para describir la cantidad de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) causadas por un producto, una organización, un servicio y que se generan en todas las etapas de su elaboración o funcionamiento. En este sentido es posible describir la HC de la actividad de un individuo. El término «huella de carbono» representa la contribución que realiza un producto, organización o servicio al cambio climático.
¿Qué son los GEI?
Los GEI son aquellos gases cuya presencia en la atmósfera contribuyen al efecto invernadero. Si bien se encuentran naturalmente en la atmósfera, la acción humana puede contribuir a su incremento y en consecuencia al calentamiento global, ya que retienen la energía proveniente de la radiación solar que se emite desde el suelo. Los gases involucrados son seis y corresponden a: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O) hidrofluorocarbonos (HFC), perfluorocarbonos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6), siendo estos tres últimos gases industriales fluorados.
¿Cómo se mide la HC?
Generalmente, la HC se expresa en unidades de dióxido de carbono equivalente (CO2-eq). El cálculo se realiza empleando factores de conversión que permiten llevar todos los valores obtenidos con sus respectivas unidades de medida, a un valor que posea esta única unidad (CO2-eq) para una mejor interpretación y comparación de la misma.
¿Cuál es la importancia de la HC?
El cálculo de la HC encuentra su principal antecedente en el Protocolo de Kioto (1997), producto de la Convención Marco de la Naciones Unidas por el Cambio Climático y constituye un acuerdo internacional cuyo objetivo es reducir las emisiones de GEI, por lo tanto, constituye una herramienta importante en la lucha contra el cambio climático. Por esto y por su implicancia en el medio ambiente ha sido considerada a nivel mundial en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).
El cálculo de este indicador tiene como objetivo posterior brindar información útil que permita rediseñar los procesos para reducir al mínimo posible dichas emisiones. La tendencia actual está empleando el cálculo de esta huella para condicionar el intercambio de productos en diferentes mercados entre países. Los líderes en esta materia corresponden a países industrializados (Unión Europea y Estados Unidos). Sin embargo, se constata que también los países llamados del nuevo mundo vitivinícola, como Australia, Nueva Zelanda, California, Sudáfrica y Chile, se encuentran en un estado de mayor avance en materia de sustentabilidad ambiental respecto de la Argentina.
Si bien la trama fundamental de estas cuestiones tiene relación con la protección del medio ambiente para mitigar los efectos del cambio climático, gran parte del avance ha tendido hacia iniciativas orientadas a la aplicación de medidas arancelarias a los productos que entran en su territorio, lo que condiciona a países como la Argentina.
Es importante destacar que una empresa u organización podría calcular la HC de sus productos o servicios por varias razones: evaluar los riesgos asociados al cambio climático, identificar las principales fuentes de emisión de gases efecto invernadero, para diseñar un plan de reducción de emisiones y hasta para mejorar la imagen de la marca.
¿Cuáles son las metodologías usadas para calcular HC?
Existen varias metodologías mundialmente reconocidas para el cálculo de HC. Entre las más utilizadas podemos mencionar:
• Norma ISO 14044, que describe los pasos a seguir para realizar un análisis de ciclo de vida de un determinado producto o servicio.
• Norma ISO 14064 de cuantificación y reporte de emisiones y remociones de GEI en organizaciones.
• Protocolo PAS 2050:2011 el cual también considera las emisiones de GIS generadas en toda la cadena de producción de bienes y servicios.
• GHG (Greenhouse Gas Protocol) es una iniciativa internacional promovida por instituciones públicas y privadas que propone herramientas para el cálculo de HC en distintas áreas.
En general, estas normas o protocolos sugieren realizar un análisis de las emisiones directas e indirectas durante el ciclo de vida de un producto o de una etapa en particular pero siempre considerando las actividades en las cuales la empresa u organización es responsable en forma directa.
¿Qué implica el análisis de ciclo de vida?
El ciclo de vida de un producto se define como las fases o etapas consecutivas de un sistema productivo desde la adquisición de materias primas o el uso de recursos naturales hasta el fin de la vida del producto, incluyendo las acciones de reciclaje o recupero.
En estas etapas se cuantifican cantidades utilizadas, tanto de materia prima como de insumos, para la obtención, transformación, almacenamiento y transporte. La ecuación que representa la HC corresponde a: cantidad utilizada x factor de emisión = toneladas equivalentes de CO2, en la cual los factores de emisión se pueden obtener del IPCC.
¿Se ha calculado la HC de algún producto en Mendoza?
En la Cátedra de Administración Rural de la Facultad de Ciencias Agrarias se realizó el cálculo de huella de carbono para la obtención de uvas. Se tomaron como base dos modelos vitícolas frecuentes para la provincia de Mendoza: vid conducida en espaldero y vid conducida en parral.
En este caso se tuvo en cuenta solamente la producción primaria incluyendo las actividades del manejo de cultivo hasta la cosecha, por ejemplo, las cantidades de insumos y actividades de manejo del cultivo como laboreo del suelo, aplicaciones de fertilizantes, enmiendas, pesticidas, entre otras, que provienen de catálogos tecnológicos basados en los modelos de producción del oasis Norte de Mendoza.
Se excluyeron las actividades relacionadas con las etapas de transformación, distribución y consumo ya que no son responsabilidad de la producción primaria.
Para el análisis se consideran dos tipos de emisiones: directas e indirectas. Las directas son aquellas que se generan de la actividad en cuestión, por ejemplo las emisiones asociadas al uso de combustible del tractor. Las indirectas son aquellas que el productor no controla directamente, por ejemplo, las emisiones asociadas a la producción y transporte de fertilizantes.
El análisis se realizó para 1 kg de uva obtenido en los distintos sistemas de conducción: parral o espaldero. Se recolectaron los datos del cultivo de vid para ambos sistemas. Los factores de emisión fueron obtenidos de fuentes de datos secundarias (IPCC) y se validaron con programas internacionales como el de FAO (Ex-act Carbon tool).
Dado que la huella de carbono para el cultivo de vid se obtuvo a partir de los insumos y prácticas de manejo y por los factores de emisión de GEI (expresados en toneladas de CO2 eq), resulto valores cuya unidad fue tn de CO2 eq. por hectárea (ha), los cuales se dividieron con los kilogramos (kg) del producto agrícola cosechados en 1 ha (según los rendimientos promedio) para obtener el valor de kg CO2 eq por kg y poder compararlos.
Por lo que los resultados obtenidos se presentan en la siguiente tabla:
Vid Parral | Vid Espaldero | |
Total emisiones tn CO2 eq. por ha | 1,622 | 1,738 |
Rendimiento | 25.000 | 15.000 |
Emisiones kg CO2 eq. por kg | 0,0649 | 0,116 |
Tabla 1. Huella de carbono en tn CO2 eq por ha y kg CO2 eq por kg de producto para el cultivo de vid en el Oasis Norte de la Provincia de Mendoza
Si bien el total de las emisiones GEI expresadas en CO2 eq por ha son similares para la vid en parral y en espaldero, el valor de CO2 eq por kg es menor en la vid conducida en parral ya que el rendimiento es mayor, siendo el principal componente de estas emisiones el uso de urea y combustible fósil en el viñedo.
Estos valores de CO2 eq por kg de producto son una primera aproximación para evaluar la contribución al cambio climático del cultivo de vid en el Oasis Norte de la Provincia de Mendoza. La cuantificación numérica de las emisiones de GEI en el cálculo de HC permite la comparación de distintos sistemas de producción; en este caso el más eficiente es el que posee mayor rendimiento por ha.
¿Qué consideraciones generales haría respecto de la HC?
Si bien existe una conciencia creciente y cada vez más fuerte del tema en los países desarrollados, hay muchas maneras de considerar la HC. Inglaterra es, junto con Francia, líder europeo y mundial en la elaboración de estrategias y herramientas de determinación y valorización de la HC a nivel de productos. Francia es uno de los países europeos que ejerce mayor presión para la implementación de un impuesto de carbono en las fronteras de la Unión Europea, como medida de reducción de las emisiones de GEI a través del castigo a los productos que emiten más GEI que productos similares (CEPAL 2010).
En Argentina la información referente a HC se maneja dentro de la índole privada. La bodega Salentein trabaja en el ciclo de vida del producto para lograr la certificación completa de huella de carbono en todo el proceso productivo del vino por un organismo internacional Carbon Trust, solo para una de sus líneas de vinos. A su vez, Norton sigue este camino y Renacer certificó el proceso de entrega del vino con Carbon Neutral a través de la compra de bonos de carbono.
La HC de los productos es la que tiene mayor relevancia y repercusión a corto plazo para los países de América Latina puesto que son exportadores de productos primarios como son los agrícolas y también otros más elaborados como es el vino (CEPAL 2010). En consecuencia, es relevante conocer la HC en todos los eslabones de la cadena productiva, dado que la emisión de GEI se realiza en todas las escalas.
Fuente: Experticia: Agro, Alimentos, Ambiente, revista de Divulgación Científica de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo (http://experticia.fca.uncu.edu.ar)