Investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) están desarrollando un equipo que denominaron MultiSpec Wine Lab, un colorímetro multiespectral, portátil y de costo accesible que puede ayudar en la determinación analítica del color del vino. Tiene prestaciones que se asemejan a las de un espectrofotómetro, utiliza código abierto y es inédito en el mercado comercial. A continuación, replicamos la nota elaborada por el equipo de Prensa de la UNCuyo y publicada en su web el pasado 30 de noviembre, en la que el ingeniero Pablo Cremades, director del proyecto, explica en detalle este útil invento que puede mejorar la competitividad de los pequeños productores mendocinos.
En la industria vitivinícola, los espectrofotómetros se utilizan para hacer seguimiento de la maduración de la uva, controlar el proceso de fermentación y analizar algunos parámetros del vino; sin embargo, son equipos muy costosos a los que pocos pueden acceder. Atentos a esta realidad, un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) se propuso diseñar y desarrollar un colorímetro visible-UV de código abierto, portátil y de bajo costo para determinaciones analíticas en general y análisis de color de vino en particular.
Según explicó el director del proyecto, Pablo Cremades, con este colorímetro multiespectral, los pequeños productores vitivinícolas podrían mejorar su competitividad y muchos laboratorios de química analítica también podrían verse beneficiados. Bautizado con el nombre de MultiSpec Wine Lab, el equipo consta de una fuente de luz multiespectral, sin partes móviles, basada en tecnología LED que permite seleccionar la longitud de onda (color) de trabajo electrónicamente.
El propósito es aportar al desarrollo científico y tecnológico de un instrumento de medición de espectrometría inédito en el mercado comercial y con prestaciones que se asemejan a las de un espectrofotómetro, pero bajo el paradigma de tecnología libre.
«Si bien no puede reemplazar a un espectrofotómetro, esperamos que pueda servir para que el productor pueda hacer un seguimiento del color del vino, que luego se complemente con una determinación más precisa en algún laboratorio especializado», señaló el investigador y doctor en Ingeniería Cremades. También recordó que toda la información sobre el colorímetro multiespectral está disponible en un repositorio y protegida con una licencia libre para que cualquier persona con algunas habilidades técnicas pueda replicar, modificar y mejorar el equipo.
Además, se refirió a su uso didáctico en materias afines a la química analítica: «Dado que el diseño es libre y abierto, se pueden diseñar prácticas de laboratorio en las que convergen saberes de distintas disciplinas, como física, química, electrónica y matemática».
Avances fundamentales para el diseño de la etapa óptica
El trabajo se gesta puertas adentro del Laboratorio de Tecnologías para la Enseñanza de Ciencia (Litec) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN), espacio que está en proceso de formación. «Aún estamos trabajando en el diseño y realización de experimentos de óptica para determinar algunos parámetros necesarios para el diseño final del equipo. Esperamos concluir antes de fin de año para tener el prototipo del MultiSpec Wine Lab armado«, apuntó Cremades.
Uno de los resultados alcanzados es el desarrollo de un módulo que nos permite utilizar el espectrofotómetro que existe en la facultad para medir el espectro de emisión de los LEDs».
Pablo Cremades, ingeniero director del proyecto
De esta manera, pueden caracterizar los dispositivos y seleccionar los que son más adecuados para el MultiSpec Wine Lab. «Este resultado también es un aporte valioso al proyecto del colorímetro que hemos desarrollado, ya que ahora es posible seleccionar fuentes de luz LED para medir a distintas longitudes de onda», agregó el docente de Física.
A futuro, el equipo se propone poner a punto la técnica para determinar el color de vino. «Las técnicas espectrofotométricas son de utilidad en muchos ámbitos y, en particular, desde la Red de Tecnologías Libres para Educación, Investigación y Ciencia Comunitaria en Latinoamérica (Regosh) estamos trabajando en tecnologías libres para acompañar la transición a la agroecología en comunidades campesinas y estamos utilizando colorímetros para hacer análisis de suelos y agua», puntualizó el investigador.
Tecnología libre para que cualquiera lo pueda mejorar o replicar
Todo el proceso de desarrollo se va registrando periódicamente en el mismo repositorio de acceso libre donde estará disponible el producto final. «Esto constituye un instrumento de evaluación continua del proyecto muy valioso para nosotros. Además, el repositorio facilita la colaboración, porque se pueden hacer contribuciones o copiar el proyecto e iniciar una nueva línea de trabajo derivada de la actual», consideró Cremades.
El equipo completo de la investigación
Conforman el equipo de trabajo Diana Segura (codirectora), docente e investigadora del Laboratorio de Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Agrarias; Maximiliano Ventura y Dalma Olima, estudiantes avanzados de las Licenciaturas con orientación en Física y Química de la FCEN respectivamente; y el ingeniero Martín Fazone, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). A su vez, el proyecto articula acciones con el espacio curricular Física Experimental II, que coordina la docente María Cecilia Fernández Gauna.
Para encarar la investigación, recibieron financiamiento de la Secretaría de Investigación, Internacionales y Posgrado (SIIP) del Rectorado (proyecto bienal tipo 1 aprobado en 2019). Además, obtuvieron fondos de la Shuttlerworth Foundation y del programa de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted), a través de la Regosh, de la que Cremades forma parte. Los resultados obtenidos hasta el momento han sido presentados en el Primer Congreso Interuniversitario de I+D+i de Mendoza, en las Primeras Jornadas Internacionales de Conocimiento Científico Técnico, y en el Cuarto Seminario en Desarrollo Territorial y Agregado de Valor.