En el valle del Zonda maduraron y se recolectaron los primeros racimos de la temporada 2020, antes que, por ejemplo, en Chile, Uruguay, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda. La cosecha comenzó el 16 de enero y las variedades debutantes fueron chardonnay y pinot gris, en la Finca Santa Sylvia.
Sobre un suelo pedregoso al pie de los cerros sanjuaninos crecen vides conducidas sobre viñas y parrales que entregan uvas maduras los primeros días de enero de cada año. El factor decisivo para este fenómeno es la alta radiación solar de la zona.
En San Juan, la cosecha de uvas blancas arrancaba casi siempre en el mes de febrero. Con los últimos cambios tecnológicos (y en alguna medida climáticos) esta fecha se adelantó a la primera quincena de enero, sobre todo para la elaboración de vinos espumantes, y esto sucedió en Finca Santa Sylvia.
Esta cosecha arrancó con uvas con 24 grados Brix (grados de azúcar en la uva), un índice ideal para la elaboración de vinos. La semana que arrancó ayer lunes 20/01, prosigue con las otras variedades blancas, para pasar rápidamente a las tintas, especialmente al malbec, cuya cosecha concluirá a fines de enero en esta zona. Como el suelo es pedregoso, los frutos de las viñas reciben mucho calor en el verano y se está muy pendiente de ello cubriendo el suelo con cobertura vegetal para disminuir los posibles daños.
En estas condiciones de clima y suelo, los rindes por hectárea son entre 8.000 y 10.000 kilos por hectárea. Los vinos obtenidos en esta finca han sido premiados en distintos concursos nacionales e internacionales y se venden en la Argentina y también se exportan.
Cómo son los ciclos vegetativos de la vid habituales del hemisferio Sur
Las fechas del cuadro son aproximadas, ya que los estados fenológicos varían mucho según las regiones y la variedad de uva. En el hemisferio Sur, cuanto más al norte se encuentre el viñedo, más cálida es la temperatura, porque nos acercamos al Ecuador. Como todo terroir, también varían mucho las fechas en función de la altura, así que la vendimia puede ir desde finales de febrero hasta finales de mayo.
En cuanto a las cosechas, en todo el mundo el efecto cambio climático se está notando y entre otros temas preocupa mucho el mayor costo que significa producir con esta alerta y más en el caso de Argentina, donde además el precio por kilo de uva hace inviable seguir produciendo. A tal punto que se han dejado varios cuarteles de regar de uvas blancas y hoy están totalmente secos. A esto se suma una situación crítica de los viñateros si comparamos los precios de las uvas con los valores promedio de exportación de vinos genéricos a granel en Argentina, Australia y Chile. Y el más perjudicado en la cadena es el productor.
Mientras en Argentina el viñatero recibe el 12% del valor de cada litro de vino exportado, en Australia la relación es del 25% y en Chile del 18% promedio, según reveló un estudio realizado por el Observatorio Vitivinícola Argentino.
Fuentes: Diario Cuyo de San Juan y Vinetur