Según un informe publicado en marzo de 2023, del Osservatorio del Vino de la Unione Italiana Vini (UIV)-Vinitaly, la industria vitivinícola en Italia genera un volumen de negocios global de 31.300 millones de euros, producidos por 530.000 empresas que emplean directa o indirectamente aproximadamente 870.000 personas.
En el sector de la producción, se genera un valor de 16.400 millones de euros, incluido el valor de la producción de la vid (1.800 millones, entre miembros de bodegas cooperativas y productores privados), ventas nacionales (6.800 millones) y exportaciones (7.900 millones).
Los operadores constituyen un total de 566.000 personas, incluyendo los socios viticultores y aportadores de vid, los cuales engloban 177.000 empresas (151.550 viticultores, 14.239 transformadores y 11.637 embotelladores).
La fase de transformación y embotellado, que genera 14.500 millones de euros de volumen de negocios, paga 1.100 millones de euros de salarios directos para el personal, empleando además 1.500 agrónomos y enólogos como asesores externos y aproximadamente 4.100 agentes y representantes.
La cadena de producción también incluye 150 agentes y mediadores de vino al por mayor (a granel), que manejan unos 15 millones de hectolitros de vino y mostos, por un valor de 1.000 millones de euros y una facturación de algo menos de 20 millones de euros.
El valor de la distribución y venta
El sector de la distribución y venta está compuesto por la red de mayoristas (algo más de 1.000 empresas), vinotecas y tiendas especializadas (7.800), la GDO/cash & carry (54.000 puntos de venta) y bares y restaurantes (340.000 locales). Todos ellos generan un volumen de negocios de 9.800 millones de euros, con aproximadamente 270.000 operadores (el cálculo de los operadores se ha deducido atribuyendo el peso del vino sobre el total del volumen de negocios de la restauración, excluyendo a los empleados de la GDO).
La mayor parte del volumen de negocios corresponde a los restaurantes (5.800 millones de euros, el 60% del total del segmento de la distribución al retail), seguida de la GDO (2.900 millones, el 30%); y, por último, las vinotecas y el comercio al por mayor, con aproximadamente 1.000 millones de euros.
El valor de los insumos y proveedores
Sin embargo ¿Qué importancia tiene la cadena «indirecta», es decir, la parte anterior de la producción, que incluye el universo de los proveedores de tecnología para la viña, la tecnología de bodega y el control/certificación de calidad?
La viña está formada por las empresas que comercializan equipos de material de plantación (majuelos, tutores, alambres, riego, etc.) con un volumen de negocios de unos 470 millones de euros), los fabricantes de productos fitosanitarios y fertilizantes (volumen de negocios de unos 800 millones de euros) y las empresas de mecanización (tractores, vendimiadoras, equipos para la labranza del terreno, distribución de agro-fármacos, volumen de negocios de 730 millones de euros). En total, esta hilera emplea a algo más de 10.200 operadores, con un volumen de negocios que casi alcanza 2.000 millones de euros.
La bodega está formada por empresas que producen maquinarias y equipos para la transformación, vinificación, embotellado/acondicionamiento, envasado, así como aquellas que producen dry goods (tapones, cápsulas, jaulas, etc.) y productos para la transformación intermedia (productos enológicos, etc.). En total, esta hilera emplea a 20.000 personas, con un volumen de negocios generado en Italia de 2.900 millones de euros (de los cuales 1.700 millones corresponden a equipos, 830 millones a vidrio, 300 millones a tapones de corcho y 150 millones a productos enológicos), a los cuales se añade – en máquinas y dry goods – una cuota de exportación de 2.100 millones de euros.
Los costos de las empresas para el control de calidad (análisis de laboratorio, protocolos de certificación obligatorios y voluntarios, bandas estatales, etc.) ascienden a unos 150 millones de euros. Esta hilera cuenta con aproximadamente 350 empresas que emplean a 3.500 personas.
Fuente: Simei