El Parlamento Europeo, en acuerdo con el Comité Europeo de las Empresas del Vino (CEEV), anunciaron el denominado «Wine Package», una serie de acciones para proteger a la producción vitivinícola del continente -el 60% del mundo- frente a los problemas y cambios que afronta el sector. Se simplificará el etiquetado, se financiará el enoturismo, se establecerán normas claras para los vinos de bajo alcohol y cero alcohol, se desburocratizará el comercio transfronterizo y se asistirá a los viñateros que quieran arrancar viñedos para evitar el exceso de oferta o reconvertir sus cultivos.
El Consejo y el Parlamento Europeo han llegado a un acuerdo provisional sobre un marco político modernizado para apoyar un sector vitivinícola de la Unión Europea competitivo, resiliente y orientado al futuro.
Las medidas actualizadas están concebidas para equilibrar mejor la oferta y la demanda, mejorar la adaptación al cambio climático, simplificar y armonizar las prácticas de etiquetado, fomentar la innovación, ampliar la flexibilidad de plantación y estimular las economías rurales gracias al turismo vitivinícola. Además, reforzarán la capacidad del sector para responder a la evolución de las preferencias del consumidor y aprovechar las oportunidades de los mercados emergentes.
La propuesta, conocida como “Wine Package”, busca ofrecer herramientas legales y recomendaciones para ayudar a los productores de vino a afrontar los problemas sociales, económicos, geopolíticos y medioambientales que afectan al sector.
Jacob Jensen, ministro de Alimentación, Agricultura y Pesca de Dinamarca indicó que «el sector vitivinícola europeo encarna siglos de habilidad, cultura e identidad regional. Este acuerdo garantiza que los productores puedan adaptarse, innovar y competir a escala mundial, salvaguardando al mismo tiempo los medios de subsistencia rurales y preservando la calidad y la diversidad que los consumidores esperan del vino europeo.«
Este acuerdo provisional será refrendado tanto por el Consejo como por el Parlamento Europeo antes de su adopción formal y entrada en vigor.
Principales elementos del acuerdo
Mejor ajuste entre producción y demanda: Los Estados miembros podrán apoyar medidas como la erradicación del exceso de vides para evitar el exceso de oferta y mantener la estabilidad del mercado, apoyando así la innovación y la adaptación a las nuevas condiciones del mercado. Se suprime la fecha de finalización del régimen de derechos de plantación y, en su lugar, se introduce un período de revisión de 10 años.
Mayor resiliencia frente al cambio climático: Los Estados miembros podrán aumentar el apoyo de la UE a inversiones relacionadas con el clima, incluidas la mitigación y la adaptación, hasta el 80 % de los costos subvencionables, lo que propiciará una transición más rápida hacia una producción sostenible.

Etiquetado simplificado y armonizado: Las normas de etiquetado se simplificarán en toda la UE, reduciendo los costos administrativos y facilitando el comercio transfronterizo para beneficio de consumidores y productores. Los consumidores obtendrán un acceso más claro a la información, en particular por medio de etiquetas digitales y de pictogramas.
Impulsar las economías rurales con el turismo vitivinícola: Los productores de vino podrán obtener ayudas específicas para desarrollar iniciativas de turismo vitivinícola que impulsen el crecimiento económico en las regiones rurales.
Vinos con o sin alcohol: El término «sin alcohol» se aplicará a los productos con un contenido alcohólico inferior al 0,5%, utilizándose el término «0,0%» para aquellos cuyo contenido alcohólico sea inferior al 0,05%. En el caso de los vinos reducidos en alcohol (con más del 0,5 % pero al menos un 30 % inferior a la graduación estándar), existirá la denominación «reducido en alcohol», más clara, que sustituirá a sugerencia anterior de «ligero en alcohol».
Flexibilidad de las exportaciones: Los vinos destinados a la exportación estarán exentos del requisito de enumerar los ingredientes y proporcionar una declaración nutricional para el mercado interior de la UE, lo que reducirá la carga administrativa innecesaria.
Lucha contra las enfermedades de las plantas: Las medidas específicas para combatir enfermedades vegetales como la flavescencia dorada -por ejemplo, el seguimiento, el diagnóstico, la formación y la investigación- obtendrán un apoyo adicional para afrontar esta importante amenaza para los viñedos.
Productos vitivinícolas aromatizados, expansión de la innovación: El acuerdo aclara que el vino rosado puede utilizarse como base para otros productos vitivinícolas aromatizados regionales, lo que amplía el ámbito de aplicación para el desarrollo de productos. Esto fomentará la innovación en estilos de productos emergentes e irá en favor de aquellos productores que respondan a los nuevos gustos del consumidor.
Reacción positiva del sector
El Comité Europeo de las Empresas del Vino (CEEV), que agrupa a empresas vitinícolas de toda Europa, ha valorado positivamente el acuerdo y ha agradecido la rapidez con la que se ha tramitado.
“Este acuerdo demuestra que los responsables políticos han escuchado nuestras preocupaciones y les agradecemos por el trabajo acelerado. Es un buen paquete legal; las medidas sobre promoción, inversión y enoturismo, en particular, responden a peticiones de larga data de los operadores para centrarse en herramientas orientadas al mercado. Sin embargo, debemos ser concientes de que la ley de la UE no puede resolver todos los desafíos que enfrentamos”, declaró Marzia Varvaglione, presidenta de CEEV, y agregó “El resultado del acuerdo confirma un enfoque equilibrado que evita centrarse únicamente en medidas destructivas impulsadas por crisis.”
Según la entidad, los puntos positivos del acuerdo son:
- La introducción de mayores flexibilidades en la gestión de las autorizaciones de plantación, ayudando a las empresas vinícolas a planificar y adaptarse de forma más efectiva.
- Los Estados miembros podrán elevar la cofinanciación de inversiones relacionadas con el clima -tanto mitigación como adaptación- hasta un 80% de los costos elegibles. Este apoyo reforzado es fundamental para acelerar la transición hacia una producción más resiliente y sostenible frente a las crecientes presiones climáticas.
- El marco reforzado para los programas de promoción representa otro desarrollo positivo. La introducción de una estructura de 3+3+3 años, junto con mayores posibilidades de financiamiento, constituye un paso significativo para fortalecer la competitividad internacional de los vinos de la UE.
- CEEV también destaca el apoyo explícito al enoturismo. Las actividades de turismo del vino son un pilar clave del crecimiento económico local y una herramienta poderosa para fortalecer las conexiones con los consumidores.
- En materia de etiquetado, la Comisión se compromete a desarrollar un símbolo armonizado a nivel de la UE para identificar el código QR que dirija a la “etiqueta electrónica”, algo que el sector reclama desde hace tiempo para aportar certidumbre legal.
- Además, la alineación del marco legal aplicable a los productos de vino aromatizado con el de los vinos representa un ajuste pragmático que facilita el uso de nuevos tipos de “vinos sin o bajos en alcohol” en su producción.
No obstante -y pese a estos avances- el CEEV mantiene su preocupación respecto a dos aspectos del acuerdo final.
- La organización reitera su firme oposición al uso de fondos de la UE para subvencionar el “grubbing-up” (es decir, el arranque o remoción de viñas), incluso con las restricciones incluidas en el acuerdo.
- También lamenta el enfoque adoptado sobre los vinos parcialmente desalcoholizados, en particular la creación de lo que consideran una “laguna legal” para productos con más de 6% volumen alcohólico, lo que podría socavar la claridad legal y la coherencia del mercado.
Según palabras de Ignacio Sánchez Recarte, secretario general de CEEV, “se va a utilizar ‘reduced alcohol wine’ para la presentación de vinos parcialmente desalcoholizados, no nuestro término preferido… Pero por otro lado, armonizar el uso del término ‘0.0%’ es muy bienvenido.”
En un comunicado publicado hoy 5/12, la CEEV hace un llamado a los colegisladores para avanzar rápidamente hacia la adopción formal del paquete.
Contexto
El sector vitivinícola de la UE es de las piedras angulares del tejido cultural y económico de Europa. Representa el 60 % de la producción mundial de vino y es el tercer sector agroalimentario de la UE en términos de exportaciones. El sector vitivinícola también ayuda a contrarrestar la despoblación rural mediante la creación de puestos de trabajo estables y el mantenimiento de las economías locales. Además, contribuye a la conservación del patrimonio cultural europeo, en tanto en cuanto un 88 % de los viñedos de la UE están dedicados a indicaciones geográficas.
El sector se enfrenta actualmente a una serie de dificultades, como los cambios demográficos en curso, los cambios en los patrones de consumo, los problemas climáticos y las incertidumbres del mercado.
Como respuesta, se ha creado el Grupo de Alto Nivel sobre Política Vitivinícola, encargado de debatir las necesidades del sector y proponer soluciones. La propuesta de la Comisión Europea tiene en cuenta una serie de recomendaciones fundamentales formuladas por el Grupo de Alto Nivel.











