Creció entre trapos y tijeras. A los 13 años aprendió costura en el seno de su familia de modistas. Estudió, se recibió y enseña como profesora de corte, confección y diseño. Por algo la eligieron para la titánica tarea de supervisar un equipo de 50 personas que cada año, desde 6 meses antes, comienza a confeccionar los miles de vestidos que lucirán los bailarines, actores y músicos en el Acto Central de la Fiesta de la Vendimia a comienzos de marzo. Orgullosa de su oficio, lleva 7 años en ese puesto y nos cuenta cómo preparan sin pausa cada detalle del vestuario.
En el corazón de la organización del Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2025, titulado este año «Guardiana del vino eterno», Mirta Giménez se destaca como una figura clave. Como supervisora del área de Vestuario, lidera con dedicación a un equipo de 50 personas, quienes trabajan incansablemente para preparar cada detalle de los atuendos que lucirán los artistas en esta emblemática celebración.
Este año, el área de Vestuario enfrenta el desafío de gestionar 9.580 prendas. En un esfuerzo por optimizar recursos, 80% del vestuario se ha reutilizado mediante ajustes y renovaciones, mientras que el 20% restante se compone de prendas nuevas, confeccionadas con 7.500 metros de tela especialmente seleccionada.
Del diseño al planchado
Mirta celebra los avances logrados en esta edición de la Fiesta: “Contamos con todos los materiales e insumos desde el comienzo, lo que nos ha permitido trabajar con mayor fluidez y eficacia”, expresa con alegría.
El rol de la supervisora es tan detallado como exigente. Su trabajo comienza con la interpretación de los bocetos proporcionados por el diseñador, continúa con la creación de moldes y concluye con la confección, el planchado y la entrega final de las prendas. Todo debe estar listo para el ensayo general, programado para el viernes previo al Acto Central de la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Aunque el trabajo de supervisora del vestuario implica muchas horas de organización, planificación y resolución de problemas, Mirta destaca el momento único en que el esfuerzo de todo el equipo se materializa en el escenario.
Cuando veo el resultado final en el ensayo, ver a los artistas luciendo lo que hemos creado, se me llenan los ojos de lágrimas. Es un trabajo que te emociona porque sabés que cada prenda tiene un significado. Parte de lo que ves en el escenario es producto de lo que hemos hecho nosotros».
Mirta Giménez, supervisora de Vestuario de Vendimia
Una pasión heredada
La vida de Mirta está marcada por la costura y el arte del diseño. Creció rodeada de modistas y sastres, allí nació su pasión por el mundo de la moda.
«Toda mi vida he vivido entre trapos y modistas, mi familia ha sido parte de este mundo desde siempre. A los 13 años comencé a querer aprender costura».
Su carrera profesional como profesora de corte, confección y diseño la ha preparado para asumir con éxito su rol actual. En la supervisión de vestuario encontró un lugar donde su pasión y experiencia se destacan. “Me sorprendió convertirme en supervisora del vestuario de la Vendimia, fue algo que surgió casi de forma inesperada, pero aquí estoy, celebrando mi séptimo año en este rol”, comenta con orgullo.
El amor y dedicación por la Vendimia, sumado al gran trabajo de Mirta y su equipo, reflejan lo que significa ser parte de una fiesta de tal magnitud. Cada detalle es un homenaje a la tradición y la cultura.
Fuente: Prensa Gobierno de Mendoza