En su plan de contribuir al desarrollo de la enología chilena, la empresa mendocina Altasur -con sedes en Mendoza y Santiago de Chile- organizó, junto a sus representadas firmas Diam Corck y Catad’Ór Wine Awards, el Primer Encuentro Profesional de Carménère. En la jornada del 13 de mayo de 2025 en el restaurante Vinolia de la capital trasandina participaron enólogos de distintos valles vitivinícolas chilenos, quienes compartieron con sus colegas argentinos aprendizajes y experiencias acerca de esta emblemática cepa local, que en los últimos años ha ganado prestigio internacional gracias a un notable trabajo enológico.
El pasado 13 de mayo de 2025, en el restaurante Vinolia de Santiago de Chile, se llevó a cabo una jornada de expertos en el marco del «Primer Encuentro Profesional: Carménère, Identidad de Chile», organizado por las compañías Altasur, Diam y Catad’Ór Wine Awards.
Durante la actividad, directivos y técnicos de dichas empresas se reunieron con destacados enólogos de Chile para compartir conocimientos, experiencias y visiones sobre el presente y el futuro del Carménère, cepa emblemática chilena. A través de cuatro rondas de degustación, los presentes fueron testigos del camino recorrido por esta cepa desde sus comienzos, ruta marcada por el ensayo y el error, hasta la consolidación de un estilo propio y sofisticado, reflejado en cada copa.
Desde Altasur contaron que «fue un verdadero aprendizaje técnico, sensorial y humano, en el que se abordaron temas fundamentales como el impacto del terroir, el cambio climático y la migración hacia nuevos suelos, así como técnicas de vinificación y crianza que dan forma a vinos únicos y cada vez más expresivos.»
Los vinos degustados fueron: Obliqua – Ventiquero; Clos Apalta – Lapostolle; KAI – Errazuriz; S7 – Casa Silva; Incidente – Viu Manent; Cerro Basalto – Koyle; Alto las Piedras – De Martino; Luz – Clos de Luz; Cornellana Ethereal – La Rosa; MW – Maturana y CA2 – Terranoble
El valor de construir identidad con camaradería
Uno de los momentos más destacados del encuentro fue la intervención de Mario Geisse, una verdadera autoridad en Carménère, quien reflexionó sobre los desafíos que ha enfrentado esta cepa para posicionarse: “Durante un cierto tiempo, al inicio, había muchos Carménère de muy baja calidad que, desafortunadamente, hicieron que personas que por primera vez experimentaban un Carménère lo asociaran con un vino de no alta calidad. Lo que están haciendo todos ahora es justamente el trabajo contrario y me alegro mucho de que estén haciendo ese camino, los felicito por eso.”
Sus palabras fueron un impulso para seguir trabajando por una identidad sólida y reconocible del Carménère chileno, pero también fueron reflejo del espíritu del evento, un espacio de colaboración, generosidad y construcción conjunta.
Innovación, técnica y comunicación sensorial
Durante la jornada, Yoann Canovas, enólogo comercial de Diam Estados Unidos, compartió información técnica clave sobre los niveles de permeabilidad de los tapones Diam y cómo éstos pueden beneficiar el potencial de guarda del Carménère. Explicó cómo una evolución controlada y libre de defectos como el TCA marca una diferencia tangible, especialmente al momento de presentar un vino en catas o concursos, generando gran interés entre los asistentes.
También acompañó Claudia Gacitúa, directora del Diplomado en Comunicación de Vinos de la Universidad Andrés Bello, quien invitó a explorar formas más emocionales y sensoriales de comunicar un vino, más allá de lo técnico. Su charla fue un llamado a conectar con el consumidor final desde la experiencia y la emoción.
Un espacio de escucha
El enólogo y director de Altasur, Aurelio «Lilo» Sesto, destacó: «Nosotros impulsamos activamente instancias como esta porque queremos escuchar, aprender y también contribuir al desarrollo de la enología chilena, fomentando el diálogo entre quienes día a día dan forma al vino en nuestro país.»
El encuentro cerró con un cóctel y una degustación de vinos internacionales, donde el intercambio de ideas y experiencias continuó de forma relajada y cercana.
«Nos quedamos con el entusiasmo y la convicción de que el futuro del Carménère -y del vino chileno- se construye colaborando, compartiendo y atreviéndonos a innovar juntos», concluyeron los organizadores.