Según datos de la aduana británica, analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), Gran Bretaña redujo un 6,7% el volumen de vino importado en 2021, hasta los 1.360,6 millones de litros, el más bajo desde 2013. Esta caída se produce tras alcanzar su máximo histórico en 2020 (1.458,5 millones), cuando hizo acopio de vinos, sobre todo a granel, ante las posibles trabas comerciales que pudieran derivar del Brexit. Pese a esto, gastó más que nunca antes, con 3.491,2 millones de libras (+2%), al subir el precio promedio un 9,4% hasta las 2,57 libras esterlinas (GBP, Great Britain Pound, por sus siglas en inglés), el más elevado de la serie histórica. En este contexto Argentina, su sexto proveedor de vinos, cerró el año 2021 con un valor promedio -1,2% menor a 2020 y un aumento del 5,9% en volumen.
Gran Bretaña importó casi 100 millones menos de litros de vino en 2021 (-6,8%), tras alcanzar su máximo histórico en 2020. Sin embargo, el valor de las compras batió récords con 3.491 millones de libras (+2%), al subir el precio medio un 9,4%. Fue un gran año para el vino espumoso, con el envasado relativamente estable y fuerte, no así para bag-in-box y granel, tras un gran 2020.
En 2021 se mantuvo como segundo importador mundial de vino en términos de valor, tras Estados Unidos y por delante de Alemania, pero pasó de primer a tercer comprador en volumen, superado por alemanes y estadounidenses.
Gran Bretaña importó en 2021 98 millones menos de litros de vino respecto a 2020, pero gastó 68,8 millones de libras más.
En lo que llevamos de siglo, las importaciones británicas de vino han crecido a un ritmo anual medio (CAGR) superior en términos de valor (+3,8%) que de volumen (+2%), ya que el precio medio ha pasado de 1,85 GBP/litro (año 2000) a 2,57 GBP (2021). Las importaciones han pasado en estos 21 años de 896 a 1.360,6 millones de litros y de 1.662,2 a 3.491,2 millones de libras.
Por tipo de vino
Gran Bretaña redujo en torno al 20% el volumen importado de vino a granel y en bag in-box (BiB), con ligero descenso para el envasado (-2%) y excelente subida del espumoso (+19%). En valor, espumosos (+22%) y envasados (+2,4%) compensaron la caída de graneles (-19,7%) y BiB (-9,7%), en un 2021 en el que sólo el granel no subió de precio (- 1,2%).
Fue un año extraordinario para el vino espumoso en el mercado británico, cuyas compras crecieron en torno al 20%.
Vino tranquilo envasado: lideró, como siempre ha hecho, las importaciones británicas de vino, con 704,9 millones de litros (-2%) y 2.220,7 millones de libras (+2,4%), el 51,8% del volumen y el 61,6% del valor total. 2021 cerró con el menor volumen adquirido por Gran Bretaña de vino tranquilo envasado desde que tenemos datos (1997); sin embargo, creció un 2,4% en valor, hasta los 2.220,7 millones de libras, mejor dato desde 2013, al subir el precio medio un 4,5% hasta las 3,15 GBP/litro, el más elevado de la serie histórica.
Vino espumoso: protagonista positivo de las importaciones en Gran Bretaña post-Brexit, sus compras alcanzaron sus máximos históricos en 2021 con 175,5 millones de litros (+19%) y 762,5 millones de libras (+22%), recuperándose de un muy mal 2020, sobre todo en valor. Su precio medio subió un 2,5% hasta las 4,35 GBP/litro, lejos no obstante del registrado tiempo atrás.
Vino a granel: sus importaciones cayeron casi un 20%, hasta los 4,7 millones de hectolitros y los 487,2 millones de libras, aunque comparamos con un gran 2020. 2021 cerró con las menores compras de granel en Reino Unido desde 2017, con un precio medio estable (de 1,05 a 1,04 GBP/litro).
Bag-in-box: Gran Bretaña volvió a reducir en 2021 sus importaciones de vino en bag-inbox, como ya ocurriera en 2020. Se situaron en los 9,9 millones de litros (-22,6%) y en los 20,8 millones de libras (-9,7%). Su precio medio fue el más elevado desde que tenemos datos para este formato (2017), tras subir un 16,6% hasta las 2,10 GBP/litro.
En lo que llevamos de siglo, el vino tranquilo envasado ha liderado año tras año las importaciones de vino en Gran Bretaña, tanto en valor como en volumen. Sin embargo, ha perdido bastante relevancia en estos 21 años: en el año 2000 representó en torno al 83% de las compras, mientras que en 2021 supuso el 51,8% del volumen y el 63,6% del gasto total.
En cambio, el vino espumoso ha cobrado importancia (del 3,9% al 12,9% del volumen y del 12,3% al 21,8% del valor), así como el vino en envases superiores a 2 litros (del 12,4% al 35,3% del volumen y del 5,2% al 14,5% del valor), categoría en la sumamos los datos del granel y del bag-in-box para obtener la comparación histórica.
Por países proveedores
Francia recuperó en 2021 una parte importante de lo que perdió en 2020 y se distanció de Italia como primer vendedor en valor, con 1.123,6 millones de libras (+7,1%), seguido de los 641,8 millones del país transalpino (+1,8%).
En un tercer nivel, España creció un 1,9% hasta los 266,7 millones de libras, récord histórico, y superó a Australia (- 10,9% hasta los 249,2 millones) y a Nueva Zelanda (-20,9% hasta los 220,7 millones) como tercer vendedor.
Francia en valor e Italia en volumen, son los primeros proveedores de Gran Bretaña. España queda en 3er lugar superando a Australia y a Nueva Zelanda.
Pese al claro liderazgo de Francia en valor, Italia repite como principal proveedor en volumen, con 283,9 millones de litros (-2,8%), su peor dato desde 2013.
Australia cayó un 17,5% hasta los 204,5 millones de litros, su menor cantidad vendida en Gran Bretaña desde el año 2001, aunque se mantuvo como segundo exportador, seguido de los 182,5 millones de Francia, estable. España creció un 7,2% hasta los 141 millones de litros, a punto de superar su récord histórico de 2015 (141,3 millones). Superó a Estados Unidos como cuarto proveedor en volumen, al caer el país norteamericano un 32% hasta los 90,5 millones, sobrepasado también por Chile, pese a caer éste casi un 15% hasta bajar de los 110 millones.
En valor, Chile (-8,8%) también superó a Estados Unidos (-21%), en este caso como sexto vendedor. Nueva Zelanda pierde bastante cuota en volumen, aunque repite octavo puesto.
Los proveedores del Nuevo Mundo se comportaron mucho peor que los de la Unión Europea, con una fuerte caída de Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y Chile.
Respecto a otros proveedores, las importaciones de vino de Argentina se mantuvieron relativamente estables, en un excepcional año para Sudáfrica y Portugal y pésimo para Alemania y Hungría.
Respecto a los precios medios, Francia tiene mucha más cuota en valor al registrar un precio de 6,16 GBP/litro (+6,9%), varias veces superior al de sus competidores directos. Italia, Australia, Nueva Zelanda, Chile, Sudáfrica, Portugal y Alemania también subieron de precio, a diferencia de España y Argentina.
El papel de Bélgica y Países Bajos como distribuidores
Históricamente, las importaciones británicas de vino realizadas a Bélgica y Países Bajos, dos países que apenas producen pero que sí son importantes distribuidores, han sido anecdóticas.
Sin embargo, cobraron bastante relevancia en 2021: Bélgica cerró el año como décimo proveedor en volumen con 32,3 millones de litros, frente a los 4,2 millones de 2020.
Le sigue a Bélgica Países Bajos, cuyas ventas a Gran Bretaña se multiplicaron hasta los 25,9 millones de litros, frente a los 2,9 millones del año anterior. En valor, Bélgica incluso superó a Argentina y se situó como noveno vendedor (de 15,3 a 126 millones de libras), mientras que Países Bajos ascendió al puesto 13 del ranking (de 11,4 a 52,5 millones). Con dos tendencias opuestas en cuanto al precio medio: Gran Bretaña compró vino a Bélgica a 3,90 €/litro, un 8,2% más elevado que en 2020, mientras que el precio de Países Bajos se desplomó un 48% hasta los 2,03 €
El exponencial aumento de Bélgica correspondió a vinos envasados, en bag- in-box y, sobre todo, espumosos, como analizaremos a continuación, mientras que casi el 100% del crecimiento de Países Bajos tuvo como protagonista al envasado.
La irrupción de estos dos países coincide con la fuerte pérdida sufrida por varios proveedores del Nuevo Mundo, lo que puede indicar que los vinos de estos países siguen llegando a Gran Bretaña, pero previo paso por Bélgica y Países Bajos.
Por tipo de vino y país
Tras un muy mal 2020, Gran Bretaña volvió a aumentar a buen ritmo su gasto en vino espumoso francés durante 2021 (+19,9%), hasta alcanzar los 379 millones de libras, cifra similar a la de 2019. Francia se distanció como primer vendedor, seguido de Italia, que creció un leve 3,1% hasta los 268,2 millones de libras, en este caso recuperando una pequeña parte de lo perdido en 2020. Pese al claro liderato de Francia en valor, Italia domina las importaciones en volumen con 110 millones de litros (+6,9%), el 62,7% del total, seguido de los 30,7 millones de Francia (+24,6%), que supuso el 17,5%. Esta diferencia de cuota radica en los precios medios: Gran Bretaña importó vino espumoso francés a 12,34 GBP/litro (-3,7%), inalcanzable para Italia, con 2,44 GBP (-3,5%).
El valor del espumoso francés en Gran Bretaña recuperó en 2021 lo que perdió en 2020. Bélgica irrumpe como distribuidor.
Por otra parte, España repite como tercer proveedor en volumen con 15,3 millones de litros (+2,5%), su mejor dato de los últimos 6 años, pero muy lejos aún de los 42,2 millones de 2011, cuando sus ventas superaban a la suma de las realizadas por Francia (26,8 millones) e Italia (14,2 millones).
Bélgica, intermediario, cerró 2021 como cuarto proveedor con 12,9 millones de litros, mientras que en los tres años previos no alcanzó la barrera del millón. Sin embargo, Bélgica superó a España como tercer vendedor en valor al pasar de 3,5 a 56,6 millones de libras, por los 32 millones facturados por nuestro país (+14,5%). Ambos subieron de precio por encima del 11%, siendo muy superior el de Bélgica (4,38 GBP/litro) que el de España (2,09 GBP).
Respecto a otros proveedores, destaca el gran aumento de las compras a Irlanda, Alemania o Sudáfrica. En lo que llevamos de siglo, el crecimiento del vino espumoso italiano en Gran Bretaña ha sido espectacular. En el año 2000, comercializó menos de 5 millones de litros, frente a los 110 millones de 2021; Francia ha crecido mucho menos (de 17,3 a 30,7 millones), al igual que España (de 6,5 a 15,3 millones).
Gran Bretaña importó en 2021 el volumen más bajo de vino envasado italiano desde 2008, con 151,3 millones de litros (-10,3%), aunque mantuvo su liderato, seguido de cerca por los 148,3 millones de Francia (+11,9%), que lleva cuatro años muy estables. España rompió con la caída global y alcanzó su máximo histórico, con 110,6 millones de litros (+11,9%), ganando bastante cuota como tercer proveedor.
Como ocurría en espumosos, el liderazgo de Francia en valor es incuestionable con 734,3 millones de libras (+3%), más del doble que la facturación italiana, que rondó por segundo año consecutivo los 350 millones (-0,3%). Pese al gran aumento en volumen, España creció algo menos que la media en valor, aunque repite como tercer proveedor con 224,2 millones de libras (+1,7%), lejos de los siguientes. El vino envasado francés subió de precio un 5,4% hasta las 4,95 GBP/litro, muy superior a las 2,31 GBP de Italia (+11%) y a las 2,03 GBP de España (-9,2%), cuyo precio fue el más bajo desde 2017.
Respecto a otros proveedores, Gran Bretaña redujo notablemente sus importaciones de vino envasado procedente de Australia, Nueva Zelanda y, sobre todo, Alemania, que se hunde en el ránking al registrar mínimos históricos. Mal año también para Hungría, con Argentina relativamente estable. En el polo positivo, Países Bajos multiplicó sus ventas y se sitúa como noveno proveedor con 25,6 millones de litros (+788%), lo que coindice
con (1) la pérdida de Australia y Nueva Zelanda y (2) el desplome de Alemania; es decir, puede que parte del vino envasado neozelandés y australiano que Alemania, distribuidor de vinos extranjeros (además de país productor), vendió a Gran Bretaña, siga llegando al mercado británico, pero a través de Países Bajos. Algo similar ocurre con Bélgica, cuyas ventas se dispararon hasta situarse como duodécimo proveedor, con una cantidad relativamente importante.
Por su parte, Estados Unidos aumentó a muy buen ritmo sus ventas, aunque tras varios años pésimos; siguen a años luz de las exportaciones realizadas tiempo atrás, debido a que ha ido enfocando progresivamente sus ventas a Reino Unido hacia los vinos a granel, ya que grandes empresas estadounidenses cuentan con plantas de embotellado en el país británico.
Parte del bag-in-box que Gran Bretaña compraba a Alemania lo importa ahora desde Bélgica.
Que el vino en bag-in-box -o parte de él- que Gran Bretaña compraba a Alemania lo adquiere ahora desde Bélgica parece aún más claro que en envasados: en sólo un año, Alemania ha pasado de liderar las importaciones británicas en volumen, con 4,7 millones de litros, a situarse como quinto proveedor, con poco más de 670.000 (-85,6%); esta desaparición de las compras a Alemania – y a Dinamarca, distribuidor que pasa de 740.000 litros a menos de 65.000- coincide con la irrupción de Bélgica, que ha pasado de vender apenas 671 litros de BiB a Gran Bretaña en 2020, a ser su segundo proveedor con 2,9 millones de litros en 2021.
Las compras a Bélgica también pueden corresponder a BiB de otros países, ya que la mayoría de principales proveedores registró fuertes pérdidas (España, Francia, Sudáfrica, Nueva Zelanda). En todo caso, el mercado británico de bag-in-box cae. Italia cerró el año como primer proveedor con 3,3 millones de litros (- 6,9%) y 5,6 millones de libras (-2,2%), cayendo menos que la media.
Gran Bretaña redujo drásticamente en 2021 sus compras de granel a Estados Unidos, Australia, Chile y Nueva Zelanda.
El mercado británico de vino a granel está claramente liderado por el Nuevo Mundo -los seis primeros proveedores, cuya suma representó más del 90% de las compras totales en 2021, pertenecen a este grupo-, con menor presencia para los exportadores europeos. Australia repite como principal proveedor en volumen pese a caer un 17,6% hasta los 169,6 millones de litros, seguido muy de lejos por los 76,7 millones de Estados Unidos, que cayó un 40%. En valor, Australia recuperó dos años después su liderazgo, con 145,7 millones de libras (-13%), superando a los 110,7 millones de Estados Unidos (-36,2%), principal protagonista de la caída global de las importaciones británicas de granel en 2021.
Hay que aclarar que el crecimiento del granel estadounidense en los últimos años ha sido espectacular (embotellado en destino), coincidiendo, como hemos comentado anteriormente, con la progresiva pérdida de los envasados.
Por otra parte, Sudáfrica creció un 1,42% en volumen hasta los 57 millones de litros, superando a Chile, con 55,9 millones, y a Nueva Zelanda, con 38,3 millones, ambos cayendo casi un 25%. Nueva Zelanda (-19%) y Chile (-25,8%) siguen por delante en valor, con 84,4 y 43,2 millones de libras respectivamente, por los 37,4 millones de Sudáfrica (+17,5%), cuyo precio medio, 77 peniques/litro, fue muy inferior al de chilenos (77 peniques) y, sobre todo, neozelandeses (2,20 GBP).
Argentina, sexto proveedor, cerró el año estable en valor (-1,2%) y con subida del 5,9% en volumen, tras aumentar notablemente sus ventas de granel a Reino Unido en 2019 y 2020.
En cuanto a los proveedores europeos, Reino Unido aumentó sus importaciones de vino a granel italiano un 13,6% en volumen y un 31% en valor, con caída para España y, sobre todo, Francia.
Fuente: Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV)