A fines de setiembre de 2024, por iniciativa de la Fundación Norma y Leo Werthein y de Darío Werthein, uno de los dueños de Huarpe Riglos Family Wines, quedó emplazado en esa bodega de Agrelo, Luján de Cuyo Mendoza, un bloque de concreto que formó parte del Muro que separaba a las dos Alemania hasta 1989, cuando lo derribaron para reunificar el país. Esta reliquia internacional pesa 2,5 toneladas, tiene 3,60 metros de alto por 1,50 metros de ancho y fue intervenido por los artistas plásticos mendocinos Vivian Levinson y Egar Murillo para promover los valores de libertad y de unidad. Hoy, los vecinos de la provincia y los turistas pueden visitarlo y emocionarse con ese símbolo de una de las mayores gestas de libertad del siglo XX. ¿Pero cómo llegó a Mendoza y por qué fue emplazado precisamente allí, en Agrelo? El juez, escritor, historiador y docente Carlos «Charly» Parma, generoso colaborador de Enolife, nos lo cuenta en esta nota.
La zona de Agrelo, en Luján de Cuyo, donde se ubica la finca y bodega Huarpe Riglos Family Wines, brilló siempre por ser tierra fértil, fue paso obligado de arrieros y carretas, lugar de descanso para los viajeros desde y hasta los fuertes de San Carlos y San Rafael, además de los que pasaban a Chile tomando el camino por los pasos del Portillo y del Planchón.
El agua que desciende desde las altas cumbres del Plata pinta de verde el paisaje y los hace muy acogedor para quienes transitan por allí. Esta posta, donde hoy se encuentra la finca Huarpe-Riglos, fue testigo de la historia y vio pasar a ejércitos triunfantes como los del General Aldao en 1829. También hospedó al coronel Napoleón Uriburu, jefe de la 4.ª División del ejército que haría la Conquista del Desierto. Lo acompañaba el por entonces mayor Rufino Ortega, futuro gobernador de Mendoza (1883/1887). A gran parte de estos campos se los llamaba de “Abra Grande”.
Decidimos traerlo a Mendoza, en este mes que es el mes de la paz. ¿Y por qué Mendoza? Porque es una provincia maravillosa, llena de futuro y de proyectos, pero también fue el sitio desde el que el General José de San Martín empezó la liberación de Latinoamérica. Es una linda conjunción de dos etapas históricas totalmente diferentes, pero que unen dos momentos de libertad, paz, comprensión y vida en armonía».
Darío Werthein, uno de los dueños de bodega Huarpe Wines, donde se emplaza la reliquia.
La gloria máxima de este paraje fue en el año 1816, cuando con pompa militar pasó por aquí el General José de San Martín con sus granaderos, camino al actual territorio del departamento de San Carlos, para parlamentar la paz con los indígenas en la zona que luego se llamaría «La Consulta».
Agrelo, en ese siglo XIX, supo más tarde tener fincas de Giol y de Renna, y más al sur la finca Silvia Funes de Masllorens.
Al este de este precioso solar, las vías llevaban inmigrantes. Al sur y al oeste está la icónica Ruta 40, antiguo e ineludible camino que une toda la Argentina. La finca actual guarda evidencias de lo que fue el Kilómetro 30, forzada parada del tren que iba al sur. De hecho, allí existía antes una vieja Bodega cuyo nombre era «La estación». En el año 2002 Huarpe pone en hechos su proyecto vitivinícola y en el año 2015 se fusiona con la firma Riglos, así nace la bodega WHT Huarpe Riglos Family Wines.
Orgullo provincial y nacional
En el año 2024, WHT Bodega Huarpe Riglos, de reconocida tradición y seriedad, realiza un aporte valioso al lugar dotándolo de una parte del Muro de seguridad que dividió la frontera interalemana desde el 13 de agosto de 1961 hasta el 9 de noviembre de 1989. Este Muro marcó un antes y un después en la historia mundial del siglo XX: «El muro de Berlín».
Tras la reunificación, Alemania procedió a repartir a más de 40 naciones partes del Muro de Berlín. A la Argentina llegaron varios bloques. Tres de ellos se encuentran en el edificio de Editorial Perfil, en Barracas, Ciudad de Buenos Aires. Y el de Agrelo llegó gracias a la gestión de la Embajada de Alemania en Argentina, uno de cuyos funcionarios es conocido de la familia Werthein.
Nadie ignora universalmente este símbolo de la libertad, que muestra que no se le pueden poner límites a la dignidad humana. Bienvenida entonces la iniciativa de la Bodega Huarpe Riglos, que alberga esta reliquia internacional en su suave y limpio clima, en la tierra del malbec, tierra privilegiada, única e invaluable.
La cultura Agrelo y la cultura Huarpe, milenarias y fundacionales
La cultura de los Huarpes, pueblo pacífico y trabajador, es vital en Mendoza. Estuvieron preferentemente en los valles cuyanos más reconocidos. Hay datos históricos y arqueológicos sobre que practicaban el cultivo del suelo; conocían el hilado y el tejido; fabricaban cerámica de buena calidad, de claras influencias peruanas; vestían ojotas y la clásica camiseta andina. Pero la Cultura de Agrelo es muy anterior, su nombre es un epónimo que deriva del agro, su labor principal, pues sólo eventualmente cazaban. Los rastros de poblamientos más antiguos en esta zona se remontan a 9.000 años antes de Cristo. Ubicamos esta Cultura al sur del río Mendoza sobre la mítica ruta 40.
La bodega está donde se encontraba una de las postas del ejército sanmartiniano, y esta parte del muro, es un símbolo de libertad después de muchos años, casi 30, de división y de represión”.
José Hernández Toso, enólogo y socio de bodega Huarpe Wines.
Los yacimientos antiquísimos de Agrelo son dos. Se encuentran hacia el borde inferior de un amplio conoide que esta adosado a las últimas estribaciones de la Cordillera. Son Agrelo-Patronato y Agrelo-Barrancas (Canals Frau y Semper).
Uno de los distritos más tradicionales y prestigiosos dentro de la vitivinicultura de Mendoza es la localidad de Agrelo, perteneciente al departamento de Luján de Cuyo, la Primera Zona productiva de uvas y vinos.
En Barrancas y Lunlunta, dentro de la actual zona de Agrelo, en 1661 ya existían datos de cultivos de vid, sobre todo de la enorme finca que daba al sur del Río Mendoza, propiedad de Santos Funes desde 1880 en adelante (Acordino).
La distribución del agua se ordena con la construcción del Dique Cipolletti en 1889. En 1890 comenzó a brillar en el distrito una hermosa capilla: Nuestra Señora del Monte Carmelo (González). Los registros de Agrelo indican que sus primeras viñas fueron plantadas en el año 1895, pero sería considerada zona vitivinícola destacada recién a partir de 1990 en adelante. El distrito de Agrelo fue reconocido por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) como Indicación Geográfica (IG) desde el año 2005 y su extensión va desde el sur del Distrito Perdriel hasta alcanzar la Ruta Provincial 86 (La Picada); allí limita con el distrito de Ugarteche. Al este, colinda con parte de El Carrizal y al oeste con Cacheuta Sur. En este distrito podemos encontrar viñedos en alturas que van desde los 800 hasta los 1.100 msnm.