La técnica narrativa, sostenida por recursos literarios e incluso teatrales, es la herramienta básica para construir un «guión de gira» que capture la atención del visitante, haga aflorar sus emociones y convierta al tour por la bodega en una experiencia inolvidable. En esta suerte de guía para construir una historia, publicada por Las Grandes Capitales del Vino en la sección «Wine Stories» de su web, se brindan tips y sugerencias para llegar al corazón de los turistas. Si bien el texto alude a las experiencias en bodegas portuguesas, el método es aplicable al enoturismo de cualquier lugar vitivinícola del mundo. Porque con una narrativa convincente, el tour del vino será un viaje a la vez físico y emocional al cabo del cual el brindis sellará un pacto de fidelidad.
Las historias siempre han sido herramientas poderosas a través de los tiempos, son la mejor manera de imprimir los recuerdos y el alma de una persona.
El uso de la narración o la narración como técnica de comunicación es una herramienta eficaz para conectarse con un público objetivo sobre valores compartidos. Pero una narración simple no es suficiente, se necesita una evocación de emociones. Después de todo, es donde existe el poder. A través de la emoción construimos confianza, creamos cercanía, mantenemos la atención y transportamos al oyente a otro mundo.
En la industria del enoturismo, la narración puede brindar al productor la oportunidad de contar su historia, la capacidad de vender la marca se vuelve posible y, por último, pero no menos importante, una relación especial con sus visitantes. En este caso, la experiencia en bodega abre mayores posibilidades para estimular buenas sensaciones en el visitante. Y junto con una narrativa convincente, el tour del vino será un viaje físico y emocional. Pero entendamos mejor la importancia de contar historias a la hora de dar la bienvenida a un amante del vino.
Un viaje en el tiempo del pasado al presente
El primer paso para comenzar a crear la experiencia de contar historias es evaluar el recorrido. ¿Por qué? Una ruta fragmentada puede causar muchos problemas en términos de tiempo y flujo. Normalmente, las rutas de la bodega consisten en seguir el camino de la bodega, hasta los viñedos, finalizando con una cata de vinos. Pero una ruta basada en una fuerte narrativa desde el pasado hasta la historia presente de la finca, a su bodega, hasta la cata del vino, es mucho más fuerte y gana carácter.
Para crear una narrativa fuerte, muchas bodegas tienen un guión especial para el tour. Este guión es vital para la experiencia del vino porque canaliza qué información de la finca debe transmitirse al visitante. Es una poderosa herramienta de comunicación y no debe pasarse por alto al diseñar una ruta o experiencia enológica.
Aunque la industria del enoturismo es interactiva, el guión no está destinado a ser recitado ni utilizado en una representación teatral. Puede y debe ser adoptado por el guía para la audiencia y sus intereses.
La mayoría de los guiones que se utilizan para acompañar la visita se basan en gran medida en los conceptos y procesos de elaboración del vino, por lo que es realmente importante crear un guión y una historia únicos para la ruta del vino, que no sólo debe contar aspectos técnicos, que normalmente no dejan una impresión memorable, sino que debe involucrar la imaginación y las emociones del visitante.
Una historia real
La mayoría de las fincas ubicadas en la región del Valle del Duero (noroeste de Portugal) tienen un guión que se sigue durante el recorrido del vino. Por ejemplo, Quinta do Vallado, una de las fincas, tiene un fantástico guión de gira en el que su heroína es la legendaria Doña Antonia Adelaide Ferreira; por cierto, la finca permanece hasta el día de hoy en manos de sus descendientes. A través de este recorrido es posible conocer más sobre su vida y las notables innovaciones que introdujo en la industria del vino.
Un guión de gira memorable llama la atención del público y dejará una impresión presente y futura. Es necesario encontrar una historia real en los archivos de la finca que se pueda contar al visitante.
Se debe incluir todo lo siguiente: una historia convincente, vinificación, información educativa sobre el vino relevante y la correcta comunicación del mensaje patrimonial.
Es particularmente importante mencionar la terminología técnica del vino, cifras, temperaturas, pesos y otros hechos relacionados únicamente con la elaboración del vino, pero no se deben olvidar los nombres de los personajes familiares importantes, así como los propietarios en la historia de la finca.
Un viaje emocional
A medida que se construye la narrativa, es importante deconstruir el personaje para lograr resonancia emocional. Por ejemplo: ¿por qué este personaje es importante para su historia?; ¿cómo se puede relacionar con la historia real con el héroe (ol desvalido) protagonista?; cómo se puede relacionar el protagonista de la historia con los visitantes masculinos o femeninos?; ¿cuáles son sus fortalezas y debilidades?; ¿cómo ayudan esos rasgos a hacer avanzar la historia?; ¿cómo cambia el personaje a lo largo de la historia?
Además, también es necesaria una narrativa secundaria, una que cuente la historia moderna de la finca, la historia de su nueva y actual generación. Todo esto es necesario para la siguiente etapa de las historias, el tema, los personajes y los eventos de la finca, que ayudarán a crear un guión que se adaptará a todas las paradas durante el recorrido.
Por último, pero no menos importante, la sala de degustación, donde el visitante puede relajarse y degustar el vino, también es una parte importante de la narrativa. Con cada vino degustado, el visitante conoce los retos que los propietarios de la finca tuvieron que superar. Con el vino final que se sirve, el visitante cierra el círculo en su viaje emocional. Y así, el vino cuenta una historia más allá del producto en sí y la marca inmobiliaria no es sólo una marca, sino una historia para recordar y contar.
Una experiencia impresa en la mente del visitante
En conclusión, el uso de la narración de historias durante una ruta del vino no sólo mejora la experiencia del visitante, sino que también imprime en la mente del consumidor mucho más que los procesos de elaboración del vino. Mediante el uso efectivo de estructuras narrativas, como el viaje del héroe o el marco de los desvalidos, y los elementos literarios para desarrollar una buena historia, como el uso del tema, la trama, el clímax y los personajes con los que se puede relacionar, se puede lograr que la audiencia se transporte a sí misma en la narrativa y hacerle sentir empatía con los personajes.
Pero cuidado, porque una historia sin desarrollar una narrativa convincente terminará como una exposición seca de hechos. Si bien los hechos concretos pueden ser interesantes momentáneamente, no tendrán un impacto ni dejarán una huella duradera en el consumidor. Después de todo, es a través del compromiso emocional que el recorrido y la finca se volverán memorables.
Fuente: https://www.greatwinecapitals.com/