La provincia argentina de Chubut es la más nueva zona vitivinícola caracterizada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura, y como tal desde 2017 se integró al mapa de las 18 provincias del país con viñedos y bodegas. Comparte con la región de Central Otago en Nueva Zelanda y con la región de Aysen en Chile (todas en la latitud 46° Sur) la rareza de ser una de las tres donde pese al frío se dan buenos vinos. Ahora, una ley provincial pone en valor todo ese capital y asigna fondos para el desarrollo de la producción de uva y vino, el enoturismo y la gastronomía.
La Legislatura de Chubut aprobó por unanimidad, en la sesión ordinaria realizada el jueves 8/5/25, el proyecto de ley presentado por las diputadas del bloque «Despierta Chubut», Karina Otero y María Andrea Aguilera por el cual se crea el proyecto denominado “Vinos y Sabores del Chubut”, que apunta a incentivar la producción vitivinícola local y, en particular, el turismo gastronómico.
Diversidad desde el Atlántico a los Andes
Chubut presenta un extenso territorio desde el mar a la cordillera donde la gastronomía se manifiesta a cada paso enriqueciendo los circuitos turísticos. Es una región multicultural, marcada por tradiciones europeas de los antiguos criollos y de los habitantes originarios, por la convivencia y la fusión de identidades que fueron cruzándose a lo largo de la historia, aportando costumbres y creencias atesoradas desde su tierra natal. Este capital cultural incluye recetas transmitidas a través de las generaciones que el tiempo, la disponibilidad de recursos y el contacto con otros fue modificando y enriqueciendo.


Territorio diverso en climas y paisajes, se caracteriza por la variedad de sus materias primas y productos gastronómicos: de mar, frutas finas, huertas orgánicas, carnes de primera calidad, cordero costero y cordillerano. También cervezas y vinos artesanales, conservas originales, carnes gourmet, quesos y harinas de trigo sembrado en las bellas tierras cordilleranas y en la inmensa meseta; torta galesa, chocolates, hongos de ciprés y de pino, trucha, algas y sales marinas, que invita a recorrer sus rutas, caminos acompañados por historias de vida de personajes vinculados con la cocina, la producción local y el turismo, sumando las fiestas y eventos relacionados con la gastronomía.
La provincia del Chubut tiene una breve pero muy interesante historia vitivinícola, además de un futuro prometedor que cautiva a miembros de la industria y a consumidores. Se trata de una de las regiones vitivinícolas más australes del mundo y la más nueva de la Argentina, teniendo en cuenta que en agosto del 2017 se aprobó la ley de Chubut como provincia vitivinícola. Los orígenes de esta actividad tienen como antecedentes los inmigrantes italianos y españoles, quienes con las uvas de sus parrales comenzaron a elaborar vinos caseros en distintos lugares de la provincia.
La producción de vid en Chubut se despliega por todo el territorio desde la costa este, atraviesa la zona central y llega hasta los valles cordilleranos. Por el clima extremo, las cepas que mejor se dan son aquellas de ciclos cortos. Según un informe del INV de junio de 2018, el 75% de la superficie cultivada con vid corresponde a las variedades Pinot Noir y Chardonnay, que son además las que mayor crecimiento han registrado en los últimos años. Entre las tintas, también se destaca el Merlot, mientras que el Malbec es poco utilizado.


Una característica de la producción chubutense es que la misma se realiza en parcelas de chacras en las que se trabaja a pequeña escala. Por otro lado la gran amplitud térmica, el clima frío y los vientos colaboran con la sanidad de las uvas y favorecen una maduración de las cepas con una acidez natural que aporta mucha frescura y equilibrio. A ello se le suma la gran diversidad de suelos y las distintas alturas sobre el nivel del mar, que se traducen en una enorme gama de estilos de vinos.
Hoy se estima que existen cerca de 200 hectáreas plantadas con vid y en términos relativos, contando en la actualidad con 84 productores activos, en distintos estadíos de producción, establecidos a lo largo del territorio.
La franja latitudinal sur de la provincia (42°-46°), las condiciones climáticas y la diversidad de los suelos, han permitido que se incursione en el cultivo de vid hace más de una década.
Fuentes: El Chubut y chubutpatagonia.gob.ar