Para el miércoles 6/7/22, a las 18.30 hs, la Academia Argentina de la Vid y el Vino y la Universidad de Mendoza han organizado la conferencia online «Los factores agroclimáticos y sus efectos sobre la composición de la uva y el vino», que será dictada por el ingeniero agrónomo Carlos Tizio. La actividad es gratuita, con confirmación de asistencia previa.
Desde hace dos años, la Academia Argentina de la Vid y el Vino, junto a la Universidad de Mendoza, ofrecen una serie de conferencias no aranceladas dictadas por profesionales de reconocida trayectoria en el mundo vitivinícola argentino. En cada una de ellas, el orador presenta un tema relevante y de actualidad, contando su experiencia al respecto. En esta oportunidad, para el 6/7, las instituciones invitaron al ingeniero agrónomo Carlos Tizio, quien disertará sobre «Los factores agroclimáticos y sus efectos sobre la composición de la uva y el vino».
Tizio fue director técnico de Bodegas Norton, CEO de Clos de los Siete y del 2016 al 2019 ejerció en la función pública la presidencia del Instituto Nacional de Vitivinicultura.
Charla: «Los factores agroclimáticos y sus efectos sobre la composición de la uva y el vino»
Orador: Carlos Tizio
Fecha: miércoles 6/7/22 a las 18.30 hs.
Confirmar participación a secretaria.aavv@gmail.com
Link de acceso: AQUÍ
Factores agroclimáticos y características sensoriales en los vinos
Según explican los ingenieros agrónomos Carlos Catania y Silvia Avagnina, en su trabajo «Factores agroclimáticos y características sensoriales» (curso de degustación de vinos de la EEA Mendoza del INTA de 2007) la temperatura de las regiones vitivinícolas argentinas varían mucho según la región, y este factor climático es el mayor determinante en la constitución del mosto y por ende del futuro vino.
En las zonas mas frías es de esperar que las uvas tengan mayor acidez, con gran proporción de ácido málico, y en las mas cálidas presentan mayor tenor azucarino, menor acidez y maduran antes.
Si la temperatura es muy elevada se detiene la fotosíntesis y disminuye la acumulación de azúcares. Igualmente, al aumentar la temperatura, la planta incorpora más potasio, lo que contribuye a aumentar el Ph del vino. Por otro lado, también aumentan los tenores de prolina, que es índice de una mayor cantidad de aminoácidos en el vino.
Para la formación de color en las uvas se necesitan días con temperaturas moderadas y noches frescas, es decir una buena amplitud térmica. La temperatura máxima también es muy importante, porque a los 35°C o más se puede inhibir la síntesis de antocianas. Por otro lado, en zonas muy frías se dificulta la formación del color.
En definitiva, el clima produce notables cambios organolépticos, incluso en los vinos de una misma variedad. En general las distintas variedades para vino en cada región tiene sus particularidades.
Por ejemplo, en Luján de Cuyo, Maipú, Valle de Uco, Oeste de San Rafael, El Pedernal y algunas zonas de Río Negro y Neuquén los vinos tintos sobresalen por su color. Pero en regiones con mayor temperatura disminuye el color y el tanino de las uvas y esto se observa mucho en uvas como malbec, pinot negro y menos en cabernet sauvignon y syrah.
En cuanto a los aromas, por ejemplo el chardonnay produce vinos con aromas a frutas tropicales en las regiones mas cálidas, y a manzana en las zonas más frescas. Por otro lado, el cabernet sauvignon mantiene su identidad caracterizada por los aromas a pimiento verde en diferentes climas. El syrah, en cambio, tiene un comportamiento un poco particular: va bien en diferentes climas pero en cada uno de ellos produce un vino distinto, a tal punto que se utiliza como variedad indicadora.