Según datos de la aduana británica, analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), en 2022 Gran Bretaña superó por primera vez los 4.000 millones de libras (4.927 millones de dólares) en importación de vino, un 20,7% más que en 2021, pese a adquirir el menor volumen desde 2009, comprando 1.299,2 millones de litros, cifra que dista mucho de la registrada en 2020, año récord con 1.415 millones de litros. El precio medio subió un 22,7% hasta las 3,14 GBP/litro, máximo histórico y primera vez por encima de las 3 libras. Siguiendo esta tendencia, Argentina -su 9no. proveedor- aumentó sus ventas en valor un 13,10%, llegando a los 117,4 millones de GBP.
En 2022, Gran Bretaña redujo un 1,6% el volumen de vino importado en 2022, hasta los 1.299,2 millones de litros, bajando 12 años después de la barrera de los 1.300 millones, cuando hizo acopio de vinos -pese a la pandemia- ante las futuras trabas a la importación de vino que pudiera sufrir, como consecuencia del Brexit. Pese a esa caída en volumen, el país británico disparó un 20,7% el valor de sus importaciones de vino en 2022, hasta rozar los 4.077 millones de libras, primera vez que supera los 4.000 millones. El precio medio subió un 22,7% hasta las 3,14 GBP/litro, máximo histórico y primera vez por encima de las 3 libras.
En lo que llevamos de siglo, las importaciones de vino en Gran Bretaña han crecido a un ritmo anual medio muy superior en valor (+4,2%) que en volumen (+1,7%), al haber subido el precio medio de forma notable (de 1,85 GBP/litro en el año 2000, a 3,14 GBP en 2022). En estos 22 años, las importaciones han pasado de 896 a 1.299 millones de litros, y de 1.662 a 4.077 millones de libras. Gran Bretaña cerró 2022 como 3er importador mundial de vino, tras Estados Unidos y Alemania, y segundo en valor, tras el país estadounidense.
Por tipo de vino
En 2022,Gran Bretaña importó menos vino envasado, casi lo mismo de espumoso y granel y mucho más bag-in-box, único que bajó de precio
Gran Bretaña aumentó a muy buen ritmo el valor de sus importaciones en todas las categorías de vinos, pese a que redujo el volumen importado de vino envasado y, en menor medida, de espumoso. Sólo el bag-in-box, cuyas compras se dispararon, bajó de precio respecto a un 2021 en el que se encareció de forma notable.
El vino envasado lideró las importaciones con 633,3 millones de litros (-6,3%) y 2.489 millones de libras (+16%), alrededor del 49% del volumen y el 61% del gasto total. Es la menor cantidad registrada por el envasado en lo que llevamos de siglo, pero el mayor valor hasta la fecha, ya que su precio medio subió un 24% hasta las 3,93 GBP/litro.
El vino espumoso creció de forma notable en valor por segundo año consecutivo y alcanzó los 1.017 millones de libras (+39,8%), sin duda su récord histórico y muy por encima ya de los 589 millones de libras de 2020, año muy negativo.
Le sigue muy de lejos el granel, cuyo valor recuperó parte de lo perdido en 2021 y alcanzó los 533 millones de libras (+9,8%), siendo el vino que menos creció el pasado año. El granel es no obstante el segundo vino más importado en volumen, con casi 4,75 millones de hectolitros (+1,7%), seguido de lejos por los 168 millones del espumoso (-0,3%). Ambos subieron de precio, mucho más el espumoso, cuyo precio, 6,05 GBP/litro (+40,2%), fue el más alto desde 2013, que el granel (1,12 GBP/l.,), que se encareció un 8%.
Por último, Gran Bretaña disparó sus importaciones de vino en bag-in-box un 157% en volumen y un 89% en valor, hasta los 23,2 millones de litros y los 37,9 millones de libras, a un precio medio un 26,6% menor, hasta las 1,63 GBP/litro.
Espumosos y vinos en envases superiores a 2 litros han cobrado relevancia en este siglo en Gran Bretaña, a costa del envasado
En lo que va de siglo, el vino envasado ha liderado año tras año las importaciones británicas. No obstante, ha perdido bastante cuota: en el año 2000 representó el 83,7% del volumen total importado, lejos del 48,7% que ocupó en 2022; no sólo ha perdido cuota, sino también compras absolutas (de 750 a 633 millones de litros, llegando incluso a superar los 1.000 millones en 2004 y 2005).
En cambio, el vino en envases superiores a 2 litros (granel y BiB para obtener el histórico) ha cobrado bastante relevancia, pasando del 12,4% al 38,3% del total (de 111 a 498 millones de litros). El espumoso ha crecido también a un ritmo excelente, suponiendo en la actualidad el 12,9% del total (168 millones de litros), lejos del 3,9% que representó en el año 2000 (35 millones). El vino envasado ha sido el que más ha subido de precio en estos 22 años.
Por países proveedores
Francia en valor e Italia en volumen consolidan su liderato. Gran Bretaña gastó más que nunca en vino español e importó el mayor volumen desde 2015
Gran Bretaña importó vino desde 72 proveedores en 2022. Entre los 15 primeros en valor, sólo Alemania (11º) e Irlanda (15º) registraron caídas en 2022, si bien 5 de los 15 principales en volumen muestran una evolución negativa. Sólo tres de los analizados (Irlanda, Grecia y en menor medida Sudáfrica) bajaron de precio respecto a 2021. Pese a la caída global, los 6 primeros proveedores en volumen crecieron el pasado año. Italia lo hizo un 11% hasta los 301,3 millones de litros, superando 6 años después los 300 millones. Se consolida como primer proveedor, seguido de lejos por los 210 millones de Australia (+2,7%) y por los 170,4 millones de Francia (+1,6%). España repite cuarto puesto, con 137,2 millones de litros (+0,8%), creciendo por cuarto año consecutivo, aunque aún por detrás de las cifras de años atrás.
Llama la atención la fuerte pérdida sufrida por Francia en lo que va de siglo, no sólo en términos relativos, sino absolutos: en el año 2000, Francia lideró las compras con 237 millones de litros, el 26% del total importado en Gran Bretaña, el doble que la cuota de 2022, cuando representó el 13% del total. Ha perdido unos 100 millones de litros en estos 22 años y se sitúa a años luz de récord de 2003 (279 millones de litros). En cambio, Italia (del 14% al 23,2% del total) y España (del 8,6% al 10,6%) han cobrado relevancia.
En términos de valor, sin embargo, Francia consolida su liderato en Gran Bretaña al crecer en 2022 un 39,3% hasta los 1.486 millones de libras, sin duda su máximo histórico, al subir de precio un 37% hasta las 8,72 GBP/litro (ya subió en 2021), el más alto hasta la fecha. Francia ha sido el país que más ha subido de precio en lo que va de siglo (+5,8% de media anual). Al igual que Francia, Italia batió récords en valor en 2022, con 893,4 millones de libras (+45,3%), al precio más alto de su historia, con 2,96 GBP/litro (+31%). España se hace fuerte como tercer vendedor, con 329,5 millones de libras, también récord histórico y un 28% más que en 2021, cuando ya creció. El vino español se encareció un 27% hasta las 2,40 GBP/litro, superior al de países como Australia, Chile, Estados Unidos, Sudáfrica o Argentina. Australia repite cuarto puesto en valor, con 295,3 millones de libras (+18,5%), lejos aún de la facturación obtenida tiempo atrás.
Respecto a otros proveedores, Chile (+6,5%) repite como quinto o exportador en volumen, mientras que Sudáfrica (+18,7%) superó a Estados Unidos (-14,7%) en la sexta plaza, seguidos de Nueva Zelanda (-6,9%). En valor, Nueva Zelanda repite quinto puesto (+11%), seguido de lejos por Chile (+8,4%), Estados Unidos (+4,6%) y Sudáfrica (+17%), al registrar un precio medio superior al de sus competidores directos. Las importaciones de vino de Portugal crecieron alrededor del 10%, con buenos datos para Argentina en valor, con volumen estable. Gran año para Hungría y Grecia, con caída de Moldavia y, sobre todo, de Alemania, cuyas ventas se desplomaron respecto a un 2021 en el que ya cayeron de forma notable: en apenas 2 años, Gran Bretaña ha pasado de importar 61,7 millones de litros de vino desde Alemania, (2020), a 13,4 millones (2022).
Desaparecen las compras a Bélgica y Países Bajos, importantes distribuidores a Gran Bretaña en 2021
Algo similar a lo de Alemania, pero de forma aún más drástica, ha ocurrido con Bélgica y Países Bajos: en 2021, ambos países tuvieron bastante relevancia como distribuidores de vinos a Gran Bretaña, previamente adquiridos. Las importaciones a Bélgica rozaron los 31 millones de litros, y las realizadas a Países Bajos alcanzaron los 23,6 millones; en 2022, Bélgica apenas vendió 115.000 litros de vino al mercado británico, y Países Bajos poco más de 50.000. En valor, Bélgica ha pasado en sólo un año de 121 a 1,2 millones de euros; Países Bajos, de rozar los 50 millones, a apenas superar el medio millón. Bélgica y Países Bajos vendieron en 2021 sobre todo vino italiano, lo que explica que su desaparición casi total como distribuidores coincida con el gran crecimiento obtenido por Italia en Reino Unido (compras directas) el pasado año.
Argentina creció más del 250% desde 2010 tanto en valor como en volumen
En 2022, Argentina ocupó el 9to puesto como proveedor de vino tanto en valor, con 117,4 millones de GBP, como en volumen, llegando a los 55,1 millones de litros. Respecto al 2021 esto significó un crecimiento del 13,1% en la facturación.
La evolución de las compras de vino argentino por parte de Gran Bretaña desde el 2010, fue de permanente crecimiento, si bien en 2022 tuvo una muy leve caída con respecto a 2021 (-0,4%), en los últimos 22 años creció un 256%, pasando de 15,5 millones de litros en 2010 a 55,1 millones de litros en 2022.
Lo mismo sucede en cuanto al valor, con una evolución constante y favorable, en la que se facturaron 33,1 millones de GBP en 2010, contra 117,4 millones de GBP en 2022, marcando un crecimiento del 254,5%.
El precio promedio, en cambio fue mas estable, con algunas subas y bajas, se recupera en 2022 llegando a 2,13 GBP el litro, exactamente el mismo precio que en 2010. El mejor año para Argentina fue el 2017 cuando el precio por litro fue de 2,66 GBP el lt y el más bajo fue el 2021 con 1,88 GBP por litro.
Por tipo de vino y país proveedor
Gran Bretaña disparó su gasto en espumoso francés, italiano y español, por precios mucho más altos Espectacular desarrollo de Italia en lo que va de siglo
La suma de Italia, Francia y España representó casi el 100% de las importaciones británicas de vino espumoso en 2022. Los tres crecieron a un ritmo excepcional en valor, por precios disparados, aunque Francia cayó en volumen. Italia consolida su claro liderato en volumen al crecer un 15,3% hasta los 122,5 millones de litros, récord histórico. Representó el 73% del total importado por Gran Bretaña. Francia cayó un 4,6% hasta los 27,5 millones y perdió cuota como segundo proveedor. Sin embargo, repite liderato en valor con 533 millones de libras (+47,6%), seguido de los 426,7 millones de Italia (+67%), ambos registrando sus máximos históricos.
Esta diferencia de cuota radica en los precios medios, enormemente superior para Francia, con 19,38 GBP/litro (+54,7%), que para Italia, con 3,48 GBP (+44,8%), por el gran valor añadido del Champagne. Por su parte, España se mantuvo estable en volumen, con 15 millones de litros (+1%), lejos de las cifras registradas años atrás. Sin embargo, facturó un 34,4% más, hasta los 41,5 millones de libras (mejor dato desde 2014), al subir de precio un 33% hasta las 2,77 GBP/litro. El gran crecimiento de Italia (+16,2 millones de litros) coincide con la desaparición de las compras de vino espumoso a Bélgica, distribuidor que ha pasado en sólo un año de 12,4 millones de litros (2021), a apenas 16.500 (2022).
En lo que llevamos de siglo, el desarrollo del espumoso italiano en Reino Unido ha sido espectacular: en el año 2000, Italia era tercer proveedor con 4,9 millones de litros (14% del total), lejos de los 17,3 millones de Francia (49,6% del total) y de los 6,5 millones de España (18,6%). En 2022, supuso el 73% del total (122,5 millones de litros), frente al 16,4% de Francia y al 8,9% de España. Italia ha crecido a un ritmo anual medio superior al 15% en volumen y casi del 20% en valor, a un precio que ha pasado de 1,67 a 3,48 GBP/l.
Italia y Francia facturan más que nunca por ventas de envasado, pese a seguir muy lejos de sus máximos en volumen, que datan de 2012 y 2003 España pierde volumen, aunque bate récords en valor y supera a Italia en precio medio
Italia recuperó en 2022 parte del volumen de vino envasado perdido en 2021 y ganó cuota como primer proveedor a Gran Bretaña, con 153 millones de litros (+5,5%), seguido de los 136,9 millones de Francia (+0,6%), estable. Ambos siguen a años luz de sus máximos históricos: Gran Bretaña importó en 2012 un total de 216 millones de litros de vino envasado italiano, mientras que Francia superó los 224 millones en, ojo, 2003. Sin embargo, ambos batieron récords en valor, con 934,2 millones de libras Francia (+34,4%) y 434 millones Italia (+28,8%), al registrar los precios más altos de la serie histórica: 6,82 GBP/litro el país galo (+33,5%) y 2,84 GBP el italiano (+22%). España, tercer proveedor, cayó un 15,5% en volumen respecto a un muy buen 2021, hasta los 90,7 millones de litros. Sin embargo, también facturó más que nunca, con 265 millones de libras (+22,4%), al subir de precio un 45% hasta las 2,92 GBP/l., superando a Italia.
Lejos de los tres primeros, Nueva Zelanda superó dos años después a Chile como cuarto vendedor en valor, al crecer un 25,3% hasta los 169,2 millones de libras, por los 141,2 millones del país chileno (-2,9%), único que cayó entre los 10 primeros. Los cinco siguientes en el ranking crecieron a doble dígito. Por orden de aparición: Australia (+21,4%), Sudáfrica (+15%), Portugal (+10,1%), Argentina (+13,6%) y Estados Unidos (+29,5%). Chile repite cuarto puesto en volumen, con 52 millones de litros (-3%), seguido de los 40 millones de Australia (+18%). Sudáfrica (+21,5%) y Nueva Zelanda (+14,5%) cobran relevancia como sexto y séptimo proveedor, con 37,5 y 34,6 millones de litros respectivamente. Nueva Zelanda registró un precio muy superior al de sus competidores directos, de ahí su mayor cuot en valor.
Cabe destacar el caso de Australia: en lo que va de siglo, Gran Bretaña ha ido enfocando sus importaciones de vino australiano hacia los graneles, con fuerte pérdida de los envasados: pese a que en 2022 Australia creció un 18%, hasta los 40 millones de litros, hay que puntualizar que 2021 fue un año pésimo; las compras siguen a años luz de la registradas tiempo atrás. Australia llegó a superar los 200 millones de litros (2005 y 2007), cuando era entonces el primer proveedor a Gran Bretaña de este tipo de vino.
Por otra parte, destaca el desplome de las importaciones a Alemania, Bélgica y Países Bajos, en su rol de distribuidores, sobre todo los dos últimos. La caída de Alemania se viene dando en los últimos años: de los 62 millones de litros de 2019 (cuarto proveedor) ha pasado a apenas 11,9 millones en 2022 (10º). Por su parte, Países Bajos y Bélgica alcanzaron en 2021 los 23,4 y los 15,6 millones de litros respectivamente; en 2022, apenas tuvieron relevancia.
Gran Bretaña multiplica sus importaciones de vino en bag-in-box a todos sus grandes proveedores
Italia gana cuota como primer proveedor de BiB al crecer un 251% en volumen y un 182% en valor, hasta los 10,3 millones de litros y los 14,8 millones de libras, a un precio medio casi un 20% inferior (1,44 GBP/litro). España creció un 453% en volumen hasta rozar los 6 millones de litros, situándose como segundo proveedor, seguido de lejos por los algo más de 3 millones de Australia, país que apenas vendió 87.000 litros de BiB a Gran Bretaña en 2021. Sudáfrica (+177%) y Alemania (+92%) completan los cinco primeros puestos, con 1,5 y 1,2 millones respectivamente, seguidos de lejos por los 716.000 litros de Francia (-10,2%), que pierde bastante cuota.
Sin embargo, los datos sitúan a Francia como segundo vendedor en términos de valor con 9,1 millones de libras (+90%), a un precio medio que se duplicó hasta las 12,75 GBP/l. (+111%). España creció un 127% en valor y gana cuota como tercer vendedor, con 5,7 millones de libras, aunque a un precio medio un 59% más bajo (de 2,32 a 0,95 GBP/litro) e inferior al resto de países analizados. En el caso de Alemania, el gran crecimiento de 2022 se trató en realidad de una recuperación parcial, tras un pésimo 2021; los datos siguen muy lejos de los de 2020, cuando era primer proveedor con más de 4,4 millones de litros, como muestra el gráfico que acompañamos.
Desde bases más pequeñas, gran subida de las compras a Portugal, mientras que las realizadas a Bélgica han pasado de 2,7 millones de litros en 2021 (segundo proveedor), a poco más de 3.000 litros en 2022; un BiB que no era belga, sino importado por Bélgica desde otros proveedores y después suministrado a Gran Bretaña.
El granel australiano frena su caída en volumen y recupera valor. Desplome de nuevo de EE.UU. y subida de Sudáfrica, Chile y España
Australia cayó un 1,9% en volumen respecto a un 2021 que fue muy negativo, aunque repite como primer proveedor de granel a Gran Bretaña o de forma muy clara, con 1,66 millones de hl, el 35% del total. Un precio medio mucho mayor (+17,8% hasta las 1,01 GBP/l.) elevó un 15,5% el valor del granel australiano, hasta los 168,4 millones de libras, cifra en este caso ligeramente superior a la de 2020. Hay que aclarar que, en lo que va de siglo, la evolución del granel australiano ha sido mucho mejor que la seguida por el envasado.
Gran Bretaña redujo de forma drástica un año más sus compras de granel a Estados Unidos, segundo proveedor con 67,3 millones de litros (-12,2%) y 101,4 millones de libras (-8,4%), a un precio medio de 1,51 GBP/l. (+4,4%). Esta fuerte caída del granel coincide con la recuperación del vino envasado de EE.UU. (pese al traspiés de 2022 en litros), que aún sigue muy lejos de las cifras de años atrás, mientras que el granel, pese a la caída reciente, ha ganado cuota en lo que va de sigo, ya que grandes empresas de Estados Unidos cuentas con plantas de embotellado en Gran Bretaña (envasado en destino).
Sudáfrica y Chile crecieron alrededor del 15% en volumen, rondando los 65 millones de litros cada uno y a punto de superar a Estados Unidos. Nueva Zelanda le sigue de lejos, con 29,3 millones de litros (-23,6%), cayendo respecto a un 2021 que ya fue muy negativo. Nueva Zelanda repite no obstante como tercer vendedor en valor, con 74,5 millones de libras (-11,7%), al registrar un precio medio de 2,54 GBP/l. (+15,6%), inalcanzable para sus competidores. Chile refuerza su cuarto puesto en valor al crecer un 46,3%, asta los 63,2 millones de libras, superando lo obtenido en 2020, aunque sigue por detrás del volumen registrado en dicho año. Sudáfrica (+17,4%) gana cuota como quinto vendedor. Argentina repite como sexto exportador, con leve caída en volumen, pero buenos datos en valor.
Como vemos, el mercado británico de vino a granel está dominado por el Nuevo Mundo, con menor relevancia para los proveedores europeos, más enfocados a los envasados y/o espumosos. No obstante, destaca el enorme aumento de España, que superó a Italia como primer proveedor europeo en volumen y séptimo global, con 25,2 millones de litros, por un descenso del 12,2% para Italia, hasta os 15,2 millones. Italia sigue por delante en valor, con 17,2 millones de libras (-0,5%), seguido de los 16,7 millones e España (+127%), al registrar el granel español un precio inferior al resto, con 66 peniques por litro (+15,7%). Gran aumento de las compras de vino a granel francés, aunque comparamos con un pésimo 2021.