Según un informe publicado por el Observatorio Vitivinícola Argentino elaborado con datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), los despachos de vinos al mercado interno continuaron su tendencia decreciente en el 2022, tras la recuperación alcanzada en 2020, cuando la pandemia impulso el consumo doméstico. En todo el año 2022 se despacharon 8,20 millones de hectolitros (hl), lo que marca una caída interanual del -1,67% en relación con los 8,34 millones de hl de 2021. En este último año, los blancos ganaron mercado frente a los tintos y la botella de 750 cm3 dominó los formatos.
En los últimos 10 años, los despachos de vino al mercado interno -que son todos los envíos en volumen que hacen las bodegas al canal comercial en su conjunto- sufrieron una caída acumulada del -20,69%, que de 10,34 millones de hl en 2013 llegó a 8,20 millones de hl en 2022 (-2,14 millones de hl).
Cambios y nuevas tendencias
En la participación por color, los despachos de vinos al mercado interno en 2022 avanzan en el proceso de diversificación donde el “tintocentrismo” retrocede frente al avance principalmente de los blancos.
De los 8,20 millones de hl. que salieron en total de las bodegas argentinas en 2022, el 67% fueron tintos, 5% rosados y 28% blancos. En 2021 el 70% de los despachos eran tintos, 4% rosados y 26% blancos. En un año el tinto perdió tres puntos porcentuales de participación, mientras que el rosado ganó un punto y los blancos dos puntos.
En la década, tomando las salidas de vinos en volumen de todas las bodegas argentinas, la tendencia es más marcada. En 2013 el 73% de los despachos eran tintos, el 4% rosados y el 23% blanco. En diez años el tinto perdió seis puntos de participación, mientras que los rosados ganaron un punto y el blanco avanzó cinco puntos porcentuales en su participación. Los vinos tintos empiezan a retroceder en Argentina y es el blanco principalmente el que está ganando participación en el mercado interno.
En cuanto al tipo de vino durante todo el 2022, el 62,55% de los vinos despachados fueron genéricos, 32,21% varietales y 4,63% espumantes. Hace diez años, en 2013, el 75,70% de los despachos eran de vinos genéricos, 19,41% varietales y 3,93% espumantes. De este modo, se observa un proceso de transformación y cambio donde los genéricos pierden terreno principalmente en manos de los vinos varietales.
En cuanto al tipo de envase, al 2022 la botella de 750 cm3 concentra el mayor volumen con el 46,40% de los despachos, seguido por el multilaminado o caja de litro que representa el 33,42%. En tercer lugar, queda el botellón de hasta 1.500 cm3 con el 16,03% de los envíos al mercado interno en volumen.
En 2013, la botella de 750 cm3 representaba el 40,27% de los despachos en un práctico empate con el multilaminado o caja de litro que tenía el 40,39%. En tercer lugar, estaba también el botellón de hasta 1.500 cm3, pero con el 14,45% del mercado.
En el análisis por envases de los últimos diez años, comparando los datos de 2022 con el 2013, la botella ganó mercado al igual que el botellón, mientas que la caja o multilaminado perdió espacio.