Hoy 1 de febrero se festeja en toda Argentina el Día del Trabajador Vitivinícola. Fue instituido en la Convención Colectiva de Trabajo celebrada en Buenos Aires el 27 de junio de 1975. Los hombres y mujeres que cosechan la uva, aran, podan, desbrotan y riegan la finca gozan en esta jornada de un merecido descanso. Pero, a pesar de su rol clave en el proceso productivo, son el eslabón más postergado de la cadena, con los sueldos más bajos del sector: entre 18.000 y 20.000 pesos mensuales.
El rivadaviense Antonio Arias (60) es el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (Soeva) y de Foeva, la Federación que agrupa a todas las entidades regionales del país. Comenzó a trabajar en la Bodega Titarelli hace 35 años y hoy, tras ser elegido en 2018 por sus compañeros, conduce al gremio en la negociación por un salario más digno.
Entrevista: Pedro Straniero
En todo el país se calcula que hay unos 40.000 trabajadores que se ocupan de las tareas culturales de la viña y de poner la uva en la bodega antes de que el enólogo y los técnicos comiencen el proceso de elaboración del vino. De ese total, según nos detalla Antonio Arias, conductor de Soeva en Mendoza, unos 37.000 están afiliados a ese sindicato. Y de esos 37.000, alrededor del 70% son de Mendoza, el 20% de San Juan y el 10% de otras zonas vitivinícolas del país, en especial de la Patagonia y de otras provincias donde hay pequeños emprendimientos, como La Pampa, San Luis, Entre Ríos y Buenos Aires.
-¿Cómo está organizado Soeva en Mendoza?
-Tenemos distintas sedes en cada departamento. Y en algunos departamentos, hay sedes que nuclean a más de un distrito. Por ejemplo, la sede Soeva de Rivadavia -a la que yo pertenezco- agrupa a Rivadavia y Junín. La sede de San Martín agrupa a Santa Rosa, La Paz y San Martín. La de Guaymallén también tiene jurisdicción en Lavalle. Y así también en el Valle de Uco y en el sur.
-¿A qué trabajadores nuclea y representa el Sindicato?
Los obreros que Soeva agrupa son especialmente los que trabajan en el viñedo, los que hacen el riego, la poda, el desbrote, el arado, a los tractoristas… El obrero de viña que agrupamos nosotros es aquel que está mensualizado, no representamos por ejmplo a los contratistas, que son trabajadores que tienen distintos arreglos salariales y un porcentaje de la ganancia de la chacra o del viñedo a fin de año. A veces también cubrimos a los trabajadores golondrinas que llegan para el tiempo de cosecha; ellos también se pueden afiliar y recibir nuestros beneficios, que son del mismo tipo que los beneficios que se brindan en otros sindicatos y obras sociales. Nosotros también nucleamos a los obreros de bodega, a aquellos que contratan las bodegas por dos o tres meses cuando llega la época de la elaboración.
En nuestro Sindicato también atendemos a los obreros de viñas y bodegas que no están afiliados, por ejemplo si vienen a pedir asesoramiento se lo brindamos… Y a partir de ahí les comentamos si les conviene o no afiliarse, y ellos tomán la decisión. La afiliación al Sindicato siempre fue libre.
Nuestra obra social es la Ospav (Obra Social de la Actividad Vitivinícola), que es de libre elección dentro de la actividad privada. Por ejemplo, un chofer de micro o un empleado de comercio pueden asociarse y tener nuestra obra social además de la que les corresponde por ley por su gremio.
-¿Ustedes participan en las negociaciones para mejorar el salario de los trabajadores, están en las paritarias? ¿Cómo es la relación con los empleadores?
-La relación es buena con los empleadores. Siempre hay discusiones, porque uno se sienta en la mesa a negociar y… bueno…, con el anhelo de conseguir mejoras siempre entra en una discusión, pero son las discusiones normales del momento… Elllos te ponen su parte, vos la tuya, viene el tira y afloje. Y llega un momento en que uno puede pelearse o levantar el tono, pero son discusiones del momento, no de fondo. No hay mala relación con la parte empresaria. Siempre hemos podido negociar. Y si uno no consigue lo que busca o no hay acuerdo con los empleadores, entonces lo dejamos a decisión del Ministerio de Trabajo… Pero mejor es negociar con las empresas, porque el Ministerio siempre te tira menos de lo que pediste. Pero casi siempre conseguimos negociar directamente con la parte empresaria.
También participamos en la negociación por el precio del tacho de uva. Ahora estamos empezando la negociación en paritarias, que se cerrará a fines de febrero o comienzos de marzo. En la paritaria se negocia el porcentaje de aumento para todo el año y también la retribución por tacho de uva cosechado. El mismo porcentaje de aumento que se negocia para el sueldo, se negocia para el tacho de uva. Actualmente estamos pidiendo un porcentaje de aumento del 40%.
Hay empleadores muy buenos, que actualizan los sueldos, que cuidan las condiciones laborales, que le dan al trabajador más de lo que le pedimos, muy conncientes, pero hay otros que siguen siendo los negreros de siempre, los miserables de siempre… Quiero dar un par de ejemplos de los buenos: la empresa Cepas Argentinas, que viene de lo que antes era Gancia, y Norton, una empresa de excelencia, que tiene a su gente muy bien reconocida…
Actualmente estamos comenzando las negociaciones para las paritarias, que deberán concluir a fines de febrero o comienzos de marzo. Estamos pidiendo un aumento del 40% con respecto a los sueldos del año pasado, y el mismo porcentaje de suba para el tacho de uva cosechado, que el año pasado se pagó alrededor de los 13 pesos».
La negociación por los sueldos y el precio del tacho de uva.
Convenio obrero de viña:
http://foevaonline.com.ar/CCT_154-1991.pdf
Convenio obrero de bodega:
http://foevaonline.com.ar/CCT_85-1989.pdf
-¿Cuáles son las ventajas de pertenecer al sindicato? ¿Cómo es que los obreros se acercan para afiliarse?
-Nosotros, como representantes gremiales, nos juntamos siempre con los trabajadores, por ejemplo los viernes en una finca o una bodega, para tratar de recabar sus necesidades. La mayoría son gente joven, y ellos mismos nos preguntan: ‘¿A ustedes les conviene que nosotros nos afiliemos?’ Y les contestamos que el sentido de la afiliación al sindicato es que puedan pertenecer a una familia de pares, una pertenencia digna a un espacio común donde todos somos familia, donde el trabajador va a encontrar respuestas a sus necesidades.
Yo les respondo que a mí, en forma personal, no me interesa que uno u otró esté afiliado al sindicato. Les digo que a mí, lo que me interesa como dirigente es que pertenezcan a la institución, porque la institución es lo que tiene el valor… Como siempre se dice, las personas pasan y las instituciones quedan. Esto mismo pasa con nosotros: le otorgamos toda la importancia a la institución, porque los dirigentes pasan. En definitiva, nuestro mensaje es decirle a la gente que no pierda la oportunidad de afiliarse al sindicato, al nuestro o a cualquier sindicato, porque los sindicatos son como una familia. Nosotros tratamos de solucionarles los problemas laborales pero también estamos atentos y ayudamos con los problemas personales. Por ejemplo, el problema de un trabajador que no puede pagarle el estudio a un hijo, o el de alguien que sufrió un robo o el incendio de su casa.
Escala salarial de viña: http://www.soevarivadavia.org.ar/Escalas/EscalaVina-2020-01_Revision_y_Decreto14.pdf
Escala salarial de bodega: http://www.soevarivadavia.org.ar/Escalas/EscalaBodega-2020-01_Revision_y_Decreto14.pdf
¿Qué beneficios se les brindan a los afiliados?
-Asesoramiento legal, salud y, como dije antes, pertenencia a la gran familia de los obreros vitivinícolas. El trabajador, cuando se siente sometido, esclavizado, no bien remunerado, cuando siente que su trabajo no es digno porque no es reconocido, termina agremiándose para estar con los compañeros a los que les pasa lo mismo, es una cuestión natural… El sindicato se forma por la necesidad del trabajador de sentirse reconocido… Esto siempre ha sido así y seguirá siéndolo hasta que se termine el mundo. Por más que evolucionemos, siempre va a haber gente que somete a otros…
El poder adquisitivo de nuestros afiliados se va perdiendo. Un empleado de viña gana en promedio entre 18.000 y 20.000 pesos».
Un salario mínimo que no alcanza.
-¿Cómo está la Obra Social, la cobertura de salud?
-La cobertura de Salud está muy deteriorada. Hay varios factores adversos. Uno es que tenemos sueldos bajos. Por más que uno logre buenos acuerdos en las paritarias, partimos de sueldos bajos desde hace muchos años, y la inflación los va licuando. El poder adquisitivo se va perdiendo… Un empleado de viña gana de promedio entre 18.000 y 20.000 pesos de sueldo. Con el aporte social que hacen entre el obrero y la empresa tratamos de arreglarnos, compramos prótesis o pagamos operaciones, que son muy caras, o solventamos en algunos casos la medicina de alta complejidad… Pero como prácticamente no hay regulación en los precios de la medicina y las prácticas privadas, se hace muy complicado. Lamentablemente, nuestra obra social está muy complicada económica y financieramente. Tenemos los hospitales públicos abiertos para todos los afiliados, porque hay una ley provincial que así lo dispone. En las clínicas, tenemos acuerdos, vamos haciendo acuerdos particulares, y vamos saliendo a flote.