El Parlamento Europeo aprobó hoy 16 de febrero una serie de enmiendas a su informe sobre la lucha contra el cáncer para corroborar la evidencia científica: que el vino tomado con moderación no es perjudicial para la salud. Así, se disipa el temor de la industria vitivinícola europea y mundial de que en el futuro se obligue a los productores a colocar advertencias en las etiquetas, del tipo de las que aparecen en los paquetes de cigarrillos.
En concreto, según la nueva resolución de la Unión Europea, el consumo «nocivo» de alcohol es el que constituye un riesgo de desarrollar esta enfermedad, y no cualquier consumo, como indicaba inicialmente de manera errónea el informe.
Por una gran mayoría con 392 votos a favor, la parte del texto que indicaba que el consumo de alcohol constituye un factor de riesgo para muchos tipos de cáncer pasa ahora a referirse a un consumo «nocivo» de alcohol para evitar equiparar un consumo excesivo a uno moderado.
La mayoría de los eurodiputados de los países productores de vino votaron a favor de las enmiendas a la declaración de la UE sobre el alcohol y el cáncer. Por ejemplo, la mayoría de los representantes españoles pidieron introducir la mención al consumo «nocivo» de alcohol en lugar de advertir sobre cualquier consumo como factor del desarrollo de cáncer.
Además, una gran mayoría de los eurodiputados franceses e italianos defendieron el consumo moderado de vino, que no será injustamente equiparado a bebidas destiladas fuertes como whisky, vodka o licores.
El director general de la Organización Internacional de la Vid y el Vino, Pau Roca, le dijo a Enolife en una entrevista exclusiva el 17/7/21: «Lamentablemente, el vino sigue siendo un producto rehén de las negociaciones comerciales, y eso no es bueno«. En este caso no parece haber intereses comerciales, pero la figura del vino como rehén viene a la mente cuando lo «tratan mal», achacándole «culpas» y efectos «nocivos».
Por otro lado, también se quitó el apoyo a una propuesta para mejorar el etiquetado de las bebidas alcohólicas incluyendo advertencias sanitarias catastróficas, y se optó por pedir que se incluya «información sobre el consumo moderado y responsable», algo que actualmente ya se encuentra en muchas botellas españolas y del resto de Europa.
De este modo, a partir de ahora no será el vino un factor de riesgo, sino «el consumo de tabaco y el consumo nocivo de alcohol, la mala alimentación, un índice de masa corporal elevado, un estilo de vida sedentario y la contaminación ambiental son factores de riesgo comunes a otras enfermedades crónicas; considera, por tanto, que la prevención del cáncer y las medidas de reducción de riesgos deben aplicarse en el contexto de un programa integrado de prevención de enfermedades crónicas«, tal y como afirma el texto final.
Fuentes: EFE, Vinetur y propias