En Europa están muy preocupados por las consecuencias del cambio climático en la vitivinicultura, tal vez más que en el hemisferio Sur, donde tenemos mayores superficies de cultivo y, hay que decirlo, menos conciencia del problema. En Galicia, España, por ejemplo, la Asociación de Viticultura Regenerativa propone «reactivar las funciones del suelo», que se va deteriorando por efecto de la sequía y el desgaste de la materia orgánica provocado por la agricultura intensiva. Uno de sus miembros, Francesc Font, lanzó hace unas semanas una advertencia apocalíptica: «Al planeta le quedan 60 cosechas». Ojalá que esté exagerando. Pero su idea de regenerar la tierra usando cubiertas vegetales no tiene nada de descabellado.
Para la Asociación de Viticultura Regenerativa de la región de Galicia, España, urge reactivar las funciones del suelo con mantos vegetales para afrontar las consecuencias del cambio climático.
Minerales. Microbiología. Materia orgánica. Eso es en lo que hay que comenzar a reactivar para evitar la desaparición de la viticultura. Al menos es lo que advierte Francesc Font, socio fundador de AgroAssessor Farm Managers, quien lanzó que, de no hacerlo, «al planeta le quedan 60 cosechas«. A esas apocalípticas palabras las pronunció durante el primer congreso sobre el tema celebrado a principios de febrero de este año, organizado por la Asociación de Viticultura Regenerativa, un colectivo fundado en 2021 por distintas bodegas y entidades de la zona, entre ellas Familia Torres, Clos Mogador, Can Feixes, Jean Leon y AgroAssessor, a los que se ha sumado también Vins Nadal. Su idea es apostar por un modelo de viticultura capaz de reactivar las funciones del suelo para hacer frente al cambio climático.
El proyecto de investigación a escala europea desarrollado por la Creaf y la Universidad de Lérida, España, está investigando qué cultivos y prácticas permiten retener más carbono en el suelo, y cómo estos factores afectan al viñedo y a la biodiversidad en general.
En este sentido, Font apuntó que «hay que fortalecer el sistema activando la naturaleza«. El primer paso, añadió también «es regenerar la tierra usando cubiertas vegetales porque la agricultura regenerativa es como una caja de herramientas que sirven para mejorar el suelo y mejorar el entorno«. Lo que hacen es capturar carbono, frenar la erosión y producir alimentos saludables exentos de tóxicos.
Los participantes en el encuentro, entre los que había bodegas de la zona con denominación de origen (DOC) Ribeira Sacra (región de Galicia, en las provincias de Lugo y Orense), también pudieron escuchar las experiencias relatadas en una mesa redonda sobre los retos y beneficios de este tipo de viticultura. Mireia Torres, directora de Jean Leon, explicó, por ejemplo, que en el marco del un proyecto europeo, en colaboración con el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) y la Universidad de Lérida, está investigando cuál es el cultivo de cobertura que permite retener más carbono en el suelo y cómo este afecta a la biodiversidad, al vigor del viñedo y a la producción.
No podemos seguir labrando la tierra como lo hacíamos porque no estamos haciendo más que empobrecer los suelos».
Miguel Torres, viticultor de Galicia, de la Bodega Familia Torres
Por su parte, el responsable de viticultura de Clos Mogador, Christian Barbier, contó que durante la década que lleva trabajando con este tipo de viticultura, la base de su trabajo ha sido la de ensayo u error. «Viticultura conciente a base de probar, errar y volver a probar», dijo.
El copropietario de Can Feixes, también advirtió de que «no podemos seguir labrando la tierra como lo hacíamos porque no estamos haciendo más que empobrecer los suelos». En su caso están usando las ovejas para gestionar las cubiertas vegetales que utilizan en el viñedo.
Miguel Torres, como explicaron desde la Asociación, ha abordado las diferencias en la aplicación de las prácticas regenerativas en viñedos del Priorat como Mas de la Rosa y como Mas La Plana en el Penedès y ha señalado que «la regeneración va más allá de un cambio en los suelos, es un cambio en la mentalidad de las personas«.
En bodega hemos reducido nuestras emisiones de carbono, pero nos quedaba pendiente el campo, y la vitivinicultura regenerativa es el único modelo que nos permitirá avanzar de verdad».
Esperanza Nadal, enóloga de bodega Vins Nadal
Por su parte, la enóloga de Vins Nadal, Esperanza Nadal, dijo que cree que «este es un camino que hay que emprender por sentido común«. Y comentó que «en bodega hemos reducido considerablemente nuestras emisiones pero nos quedaba pendiente el campo, y la viticultura regenerativa es el único modelo con el que nos sentimos a gusto y que nos permitirá avanzar de verdad».
La última intervención del debate fue la de Francesc Font, quien afirmó que los primeros pasos para aplicar la viticultura regenerativa consisten en «aprender, leer, ver, visitar fincas, probar, equivocarse, volver a probar pero, sobre todo desaprender mucho de lo anterior y hacer un cambio mental aunque haya un peaje. Al final llega un momento en que no te arrepientes de nada«.
Fuente: La Voz de Galicia, España