La relación entre el vigor de la vid y la expresión de las enfermedades de la madera (yesca y Botryosphaeria dieback) está poco documentada en la literatura. En este estudio realizado en la región mediterránea de Francia entre 2021 y 2023, cuatro investigadores galos han puesto de manifiesto una relación entre el vigor de la vid y la expresión de las enfermedades de la madera. Los resultados también muestran el efecto de otros factores, como el estrés hídrico del año anterior, lo que sugiere una relación más amplia con la fisiología de la vid.
Para comprobar el efecto del vigor en la expresión de los síntomas de las enfermedades de la madera, los investigadores franceses realizaron un seguimiento durante dos campañas (2022 y 2023) de tres pequeñas redes de una treintena de parcelas cada una. Las redes de parcelas está compuestas por la misma variedad de uva (Garnacha Tinta), tienen edades similares (alrededor de 20 años) y están en pequeñas superficies situadas dentro de un radio de 5 a 10 km en la zona de los departamentos franceses de Bouches-du-Rhône, Vaucluse y Gard.
El objetivo de la proximidad geográfica de las parcelas es que las condiciones climáticas muestren pocas variaciones. Estas parcelas se seleccionaron a partir de una red más amplia evaluada en 2021, con el fin de representar toda la gama de incidencias de las enfermedades de la madera, desde grados de incidencia muy bajos hasta muy altos.
En cada parcela se realizaron mediciones de vigor (mediante el indicador del número de pámpanos y sección media de un pámpano) y se describieron las principales variables asociadas: estado hídrico (velocidad de crecimiento de los ápices de la vid durante el verano), nutrición nitrogenada (medición del Ntester en el envero), mantenimiento del suelo (grado de cobertura del suelo por una cubierta espontánea), estimación del nivel de rendimiento por cepa y de la biomasa vegetativa mediante notaciones visuales anotadas en la vendimia.
Los síntomas foliares de las enfermedades de la madera también se anotaron en el momento de la vendimia, distinguiendo los síntomas típicos de la yesca o del decaimiento por Botryosphaeria. Estos síntomas pueden ser necrosis internerviales características en las hojas (rayas tipo tigre) en formas lentas y con más caída de hojas en formas graves, o incluso llegar a causar apoplejía en la cepa (sequedad brusca y homogénea de una cepa o media cepa en pocos días).
Desde el punto de vista vitícola, las redes de parcelas escogidas para los ensayos son típicas de la viticultura de la DOP del sureste de Francia: variedad Garnacha Tinta, conducidas principalmente en cordones de Royat dobles, sobre portainjertos 110R y 140Ru, con una densidad de plantación de aproximadamente 4.000 cepas/ha, en suelos arcillo-calcáreos, con cierta variabilidad arenosa o pedregosa y con profundidad variable. Sin embargo, existen diferencias entre las redes: la red de Bouches-du-Rhône tiene como objetivo la producción de vinos rosados, la mitad de las parcelas seleccionadas se riegan y sus suelos se labran en totalidad. Las otras dos redes, las de Vaucluse y Gard, se dedican a la producción de vinos tintos, con poco o ningún riego, y la red de Gard presenta mayoritariamente el suelo cubierto con cubiertas vegetales espontáneas.
En cuanto a las añadas seguidas, 2022 fue un año muy cálido y seco, especialmente en primavera, y 2021 y 2023 más húmedos, sobre todo en primavera.
Relación con el vigor de la vid
Los resultados muestran que, dentro de cada red, el vigor de la vid y ciertas de sus variables asociadas (producción, vegetación, nitrógeno) están correlacionadas significativamente con la expresión de enfermedades de la madera (Tabla 1, las correlaciones se muestran en verde).

La forma de la relación con el vigor se muestra en la figura 1. Esta relación puede describirse así:
- Las parcelas de menor vigor presentan pocos o ningún síntoma; por ejemplo, las parcelas de vigor más bajo en este estudio tienen sus suelos cubiertos con hierba, desde hace bastante tiempo, con poca vegetación y producción;
- Cuanto mayor es el vigor, más tienden a aumentar los síntomas de las EMV; las expresiones más fuertes se dan generalmente en parcelas de vigor alto.
- Sin embargo, las parcelas de alto vigor pueden presentar pocos síntomas, lo que refleja la existencia de otros factores necesarios para la expresión.

Hacia una ampliación del vigor a la fisiología de la vid
En 5 de las 6 situaciones estudiadas, el índice de vigor es efectivamente el indicador que mejor se correlaciona con el nivel de síntomas de enfermedades de la madera. Sin embargo, en el caso de la red de Gard en 2023, la mejor correlación se da con los indicadores de alimentación hídrica de 2022 (área bajo la curva del índice ICapex e índice δC13, véase la tabla 1, correlaciones en rojo), donde el vigor del año de la campaña también es influyente. Los indicadores que reflejan una restricción hídrica en 2022 se asocian con más síntomas foliares de enfermedades de la madera en 2023, observándose las expresiones más fuertes en parcelas que tuvieron tanto una mayor restricción hídrica en 2022 como un buen vigor en 2023, especialmente en primavera.
Este resultado, que debería confirmarse en más situaciones, amplía el espectro de las causas, al sugerir que el vigor probablemente no sea la única variable agronómica que debe tenerse en cuenta. Si a esto le añadimos el hecho de que otros estudios que relacionan la yesca con la fisiología de la vid señalan correlaciones con otras variables, como la reserva útil del suelo, por ejemplo, o la cubierta vegetal y la fertilización nitrogenada, es muy tentador razonar más ampliamente la fisiología de la vid para entender los factores relevantes en la expresión de los síntomas de las enfermedades de la madera.
Las parcelas de la red del Gard son las que tienen cubiertas vegetales con mayor nivel de vegetación (vegetación espontánea y permanente todo el año) y recibieron significativamente menos lluvias en 2022 que las otras dos. La hipótesis que se puede plantear es que las parcelas que sufrieron una mayor restricción hídrica en 2022 tuvieron una menor restauración de sus reservas, lo que, junto con un buen vigor primaveral, dio lugar a un déficit de carbono en la primavera de 2023. Este equilibrio pudo ser desfavorable para la síntesis de compuestos secundarios de defensa, lo que provocó un aumento de los síntomas. Esto plantea la hipótesis de una implicación del balance de carbono y nitrógeno de la cepa durante el periodo comprendido entre la primavera y el verano. Confirmar estas observaciones en otras variedades de uva y regiones, así como verificar esta hipótesis es la doble perspectiva hacia la que ahora nos gustaría orientar el trabajo.
Fluctuación interanual de la expresión foliar
El objetivo principal de este estudio ha sido explicar la variabilidad de la expresión foliar de las enfermedades de la madera entre parcelas dentro del pequeño sector geográfico de cada red, tal y como se expone en las partes anteriores del artículo. No obstante, la observación de la expresión de las enfermedades de la madera entre los tres años del estudio y las tres redes de parcelas también ha dado lugar a interesantes reflexiones complementarias.
En cuanto al comportamiento medio de cada red de parcelas (Tabla 2), la red de Gard muestra en 2022 una expresión de las enfermedades de la madera claramente inferior a la de 2021 (-69 %), lo que no es el caso de la red de Bouches-du-Rhône (-1 %) y solo una tendencia (-32 %, no significativa) en la de Vaucluse. Paralelamente, la red de Gard también muestra más apoplejía (41 %) en los síntomas totales. El año 2023 vuelve a niveles similares a los de 2021.
Sin embargo, si se observa lo que distingue a la red de Gard y al año 2022 en los diferentes indicadores seguidos (Tabla 2, «variables agronómicas»), se observa que este último, como se ha mencionado anteriormente, es el más cubierto de hierba de los tres y recibió menos lluvias en 2022, lo que da lugar a un balance hídrico estimado más deficitario, en consonancia con el indicador de crecimiento de los ápices. Esto también se refleja en los niveles medios de alimentación nitrogenada en esta red.
Por su parte, el índice de vigor no difiere en promedio ni entre las tres redes ni entre los dos años, lo que sugiere que no es el vigor del año lo que explica el nivel medio de expresión en esta red en 2022. Las variables hídricas parecen ser las más indicadas.

Estos elementos sugieren la implicación de las variables hídricas en la disminución de la expresión de enfermedades en la red de parcelas del Gard en 2022. El nivel de estrés hídrico en 2022 en esta red pudo inhibir la expresión de los síntomas foliares, siguiendo el mismo principio que los resultados de los experimentos en invernadero realizados por Bortolami et al. (2021), que citaron una menor transpiración como posible causa de la disminución de la expresión de síntomas foliares.
Por último, cabe señalar que la proporción de apoplejía en el total de síntomas, que alcanza su máximo en la red de Gard en 2022, sigue la disminución de la expresión de los síntomas y las condiciones hídricas limitantes. Esto concuerda con la bibliografía sobre la relación entre la apoplejía causada por enfermedades de la madera y la sequía, apoyadas en la hipótesis de una posible interrupción del transporte de la savia bruta en condiciones de intensa demanda evaporativa (cavitación del xilema).
Conclusión
Este trabajo ha permitido validar la relación entre el vigor de la vid y la expresión de los síntomas de las enfermedades de la madera, mostrando una incidencia reducida en situaciones de bajo vigor y un riesgo mayor en situaciones de alto vigor. También ha sugerido la implicación de restricciones hídricas durante año anterior, lo que motiva a ampliar el espectro de situaciones fisiológicas de la vid para próximos estudios. La implicación del balance de carbono y nitrógeno de la cepa, a través de las relaciones fuente-sumidero, especialmente en primavera, y su incidencia en la síntesis de compuestos de defensa, es la hipótesis que nos gustaría comprobar en futuros estudios.
Desde un punto de vista práctico, estos resultados abren interesantes vías para las parcelas vigorosas que muestran un alto nivel de síntomas, y animan a iniciar ensayos de gestión del vigor utilizando diferentes sistemas de manejo, como el uso de cubiertas vegetales o la fertilización nitrogenada, sin perder de vista los objetivos de cada parcela en términos productivos.
Por último, las observaciones complementarias al resultado principal permiten plantear la hipótesis de que la incidencia anual de los síntomas foliares de las enfermedades de la madera en una parcela podría ser el resultado de una acción en dos fases: la determinación de un nivel de potencial (dependiente del balance de carbono de la vid) y el nivel de expresión efectiva de ese potencial, que a su vez depende de las condiciones climáticas estivales.
Sería interesante verificar estas hipótesis, así como repetir estos trabajos en otras regiones, años y variedades de uva. Todo ello permitiría confirmar nuestros resultados más allá de la región mediterránea y de la variedad Garnacha Tinta.
Fuente: IVES Technical Review. Autores del estudio: Marion Claverie (Institut Francas de la Vigne ed du Vin; Maïko Audras (Chambre d’Agriculture du Gard); François Berud (Chambre d’Agriculture de Vaucluse) y Didier Richy (Chambre d’Agriculture de Vaucluse).











