El gobierno sudafricano restableció su controvertida prohibición de las ventas internas de bebidas alcohólicas, incluyendo al vino. Ya lo había dispuesto así al inicio de la pandemia, durante 9 semanas, período durante el cual esa industria perdió 18.000 millones de rands en ingresos (U$S 1.084. millones) y 3.400 millones de rands (U$S 205 millones) en impuestos especiales.
La noche del 12 de julio, el presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, comunicó que la decisión se había tomado para ¡»liberar las camas de hospital ocupadas por quienes padecen traumas relacionados con el alcohol»!. «A medida que avanzamos hacia el pico de infecciones, es vital que no carguemos a nuestras clínicas y hospitales con enfermedades y accidentes relacionados con el alcohol, que podrían haberse evitado», dijo.
«Esta es una lucha para salvar todas las vidas, y necesitamos salvar cada cama. Por lo tanto, hemos decidido que para conservar la capacidad del hospital, la venta, dispensación y distribución de alcohol se suspenderá con efecto inmediato», argumentó el primer mandatario.
Agregó que «ahora hay pruebas claras de que la reanudación de las ventas de alcohol ha resultado en una presión considerable sobre los hospitales, incluidas las unidades de traumatología y UCI, debido a accidentes automovilísticos, violencia y traumas relacionados con el consumo de alcohol».
La reanudación de las ventas de alcohol provoca una presión considerable sobre los hospitales, debido a accidentes, violencia, traumas y enfermedades relacionadas con el consumo».
Cyril Ramaphosa, presidente de Sudáfrica
Grupos de la industria sudafricana emitieron un comunicado en el que expresan estar «decepcionados» con la decisión, que además se había tomado «sin previo aviso» a pesar de su «compromiso continuo» con el gobierno y el Departamento de Comercio, Industria y Competencia (DTIC). La reanudación de la prohibición de las ventas afectaría a hasta un millón de personas que trabajan como parte de la «cadena de valor de la industria de bebidas alcohólicas».
En el comunicado, firmado por la Asociación de Propietarios de Marcas de Licores de Sudáfrica (Salva), la Asociación de Cervezas de Sudáfrica (BASA), VinPro, la Asociación de Comerciantes de Licores de Sudáfrica (Ltasa) y el Consejo de Comerciantes de Licores de Sudáfrica (Ltcsa), estas organizaciones llamaron a la medida «profundamente preocupante» y reiteraron que la industria del alcohol sudafricana comparte las preocupaciones del gobierno sobre los crecientes casos de Covid-19 y que «continuarán apoyando los esfuerzos para frenar esta emergencia de salud sin precedentes».
“Si bien reconocemos la urgencia de la situación, es crucial comprender la complejidad del trauma relacionado con el alcohol para que podamos enfocarnos en las intervenciones más efectivas y también medir su impacto frente a una comprensión compartida de los hechos y los problemas. Esto requiere acceso a información relacionada con la salud y el alcohol en hospitales y clínicas del sector público y privado que el gobierno nunca ha compartido con la industria ”, señalaron.
El CEO de Salba, Kurt Moore, dijo que la prohibición tendría un «impacto económico desastroso en la industria y continuaría exacerbando la pérdida de ingresos por impuestos especiales», advirtiendo que la medida «impulsaría el crecimiento en el mercado de licores y vinos ilícitos».
Una declaración de VinPro agregó: «La decisión de suspender las ventas locales de bebidas alcohólicas dará un golpe devastador a la industria del vino sudafricana, que ya ha sufrido grandes pérdidas financieras y laborales debido a las prohibiciones anteriores en el cierre».
VinPro informó que, antes de la segunda prohibición de venta de alcohol, se estimaban en la industria vitivinícola sudafricana 18.000 puestos de trabajo (de un total de 300.000), 80 bodegas y 350 productores de uva en riesgo, estimando que sólo la industria del vino ya ha sufrido pérdidas directas de 3.000 millones de rands (U$S 180 millones).
Si bien las exportaciones no se ven afectadas, Wines of South Africa declaró que los productores están siendo afectados «por la reducción de la logística en los puertos y el clima adverso».
Además de la prohibición del alcohol, el país ahora ha establecido un toque de queda nocturno entre las 9 p.m. y las 4 a.m., mientras que las mascarillas protectoras deben usarse en todo momento en lugares públicos.
Ramaphosa dijo que las proyecciones actuales indican que el país alcanzará el pico de infecciones entre finales de julio y finales de setiembre.
El número de casos confirmados de covid-19 en Sudáfrica asciende a 276.242, con un promedio de más de 12.000 registrados cada día en los últimos días. En total, más de 4.000 personas han muerto por el virus y la provincia de Gauteng es ahora la región más afectada con casi 100.000 casos confirmados. El estado nacional de emergencia en el país se ha extendido hasta el 15 de agosto.
Restricciones anteriores
El 25 de marzo se anunció una prohibición inicial de las exportaciones de alcohol y entró en vigencia a la medianoche del 26 de marzo. Esto se levantó el 7 de abril, sólo para ser reinstalado el 16 de abril.
Las exportaciones se reanudaron a partir del viernes 1 de mayo, mientras que el gobierno alivió las restricciones a las ventas nacionales de alcohol el mes pasado. A los minoristas se les permitía vender alcohol cuatro días a la semana.
En abril, Wines of South Africa estimó que la interrupción de las exportaciones podría provocar una pérdida de ingresos de más de 1.000 millones de rands (U$S 60 millones, valor FOB).
Jo Wehring, gerente de mercado de Gran Bretaña para Wines of South Africa, dijo : “Aunque hubo un breve período en el que las exportaciones pudieron reanudarse durante el cierre de cinco semanas, se exportó muy poco ya que el puerto de Ciudad del Cabo operaba alrededor del 25 por ciento de su capacidad.»
Fuente: The Drink Business