Un tribunal de apelaciones en Estados Unidos concluyó que Donald Trump se excedió en sus atribuciones al invocar poderes de emergencia para aplicar aranceles de alcance global. La mayoría de esos gravámenes al ingreso de productos extranjeros -entre ellos el vino y subproductos vitivinícolas- a EEUU fueron declarados ilegales, aunque los jueces permitieron que sigan vigentes hasta mediados de octubre. El mandatario, por su parte, adelantó que llevará el caso ante la Corte Suprema.
Este viernes 29/8/25, el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de Estados Unidos (EEUU) falló, por 7 votos contra 4, que muchos de los aranceles internacionales de Trump eran ilegales, aunque autorizó que permanezcan en vigor por ahora, hasta octubre, dando tiempo al presidente para llevar la disputa a la Corte Suprema, el máximo tribunal del país.
La decisión confirma lo dictaminado por un tribunal inferior, que había señalado que Trump se excedió en su autoridad al invocar poderes económicos de emergencia para imponer amplios gravámenes.
No obstante, los jueces permitieron que los aranceles continúen hasta mediados de octubre.
Trump, en su plataforma Truth Social, criticó duramente la decisión. El presidente aseguró que la decisión es “errónea” y advirtió que, de eliminarse los gravámenes, Estados Unidos quedaría “financieramente débil”, lo que calificó como un posible “desastre total” para el país. Además, defendió los aranceles como la “mejor herramienta” para proteger a los trabajadores y respaldar a las empresas que producen en territorio estadounidense. Acusó a anteriores líderes políticos de haber permitido que se usaran en contra de EEUU y confió en que la Corte Suprema respalde su política comercial. Según el republicano, su objetivo es “hacer a Estados Unidos rico, fuerte y poderoso nuevamente”.
La decisión supone un revés para el presidente, que ha utilizado los aranceles como herramienta de política económica de gran alcance, alterando el comercio mundial. También podría poner en duda acuerdos que Trump ha firmado con socios comerciales como la Unión Europea (UE), además de plantear qué ocurriría con los miles de millones de dólares recaudados desde que los aranceles entraron en vigor si la Corte Suprema, de mayoría conservadora, no lo respalda.
El caso del viernes, sin embargo, no se refiere a los aranceles sectoriales que la administración Trump también impuso al acero, aluminio, automóviles y otras importaciones.
En manos de la Corte Suprema
Desde que regresó a la presidencia en enero, Trump ha invocado la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (Ieepa) para imponer aranceles a casi todos los socios comerciales de Estados Unidos, con un nivel base del 10 % y tasas más altas para decenas de economías. Ha recurrido a autoridades similares para imponer aranceles separados a México, Canadá y China, amparado en detener el flujo de drogas mortales hacia Estados Unidos.
En mayo pasado, el Tribunal de Comercio Internacional dictaminó que Trump se excedió en su autoridad con los aranceles globales generalizados, bloqueando la entrada en vigor de la mayoría de ellos, aunque el tribunal de apelaciones suspendió esa decisión para analizar el caso.
El fallo del viernes señaló que “la ley otorga una autoridad significativa al Presidente para emprender varias acciones en respuesta a una emergencia nacional declarada, pero ninguna de esas acciones incluye explícitamente el poder de imponer aranceles, gravámenes o similares, ni el poder de establecer impuestos”. Agregó que no se estaba pronunciando sobre si las acciones de Trump deberían haberse tomado como cuestión de política, ni sobre si la Ieepa autoriza en absoluto algún tipo de arancel. En cambio, buscó resolver la cuestión de si los aranceles «recíprocos» de Trump y aquellos impuestos por el tráfico de drogas estaban autorizados. El fallo concluyó: “Determinamos que no lo están”.
En una presentación complementaria, apenas horas antes de conocerse la decisión, miembros del gabinete de Trump advirtieron que declarar ilegales los aranceles globales y bloquearlos perjudicaría la política exterior y la seguridad nacional de Estados Unidos.
“Un fallo así amenazaría los intereses estratégicos más amplios de EE. UU. en el país y en el extranjero, probablemente conduciría a represalias y a la ruptura de acuerdos alcanzados con socios comerciales extranjeros”, escribió el secretario de Comercio, Howard Lutnick. Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, advirtió que suspender la aplicación de los aranceles “conduciría a una peligrosa vergüenza diplomática”.
Se han presentado varias impugnaciones legales contra los aranceles invocados por Trump bajo el argumento de emergencia nacional. Si finalmente se consideran ilegales, las empresas podrían incluso solicitar reembolsos. Si la Corte Suprema acepta el caso, la decisión final probablemente llegaría entre primavera y verano de 2026, siguiendo el cronograma normal del tribunal.
La clave será si Trump logra convencer a la Corte Suprema de que acepte revisar el caso en primera instancia. Mientras tanto, el 14 de octubre marca la fecha límite hasta la cual los aranceles permanecen vigentes temporalmente; después de esa fecha, si no hay intervención de la Corte Suprema, los aranceles se suspenderían independientemente del estado de cualquier apelación pendiente.
Fuentes: AFP y France 24












