El mundo del vino avanza y con él evolucionan también los métodos de cierre de la botella. Si bien el corcho natural ha sido históricamente el tapón por excelencia, hoy existen múltiples alternativas técnicas y estéticas que responden a nuevas demandas del mercado, condiciones de exportación y tendencias de consumo. En este contexto, la empresa mendocina Vinitec ha desarrollado un sistema de fraccionamiento móvil preparado para ofrecer una amplia gama de tapados, como rosca, corona y vidrio. En esta nota se describen las ventajas de cada uno de ellos y la tecnología para un cierre seguro.
El tapón de la botella de vino es un elemento fundamental para la conservación del mismo y, por esta razón, su elección es muy importante. El más conocido y tradicional es el tapón de corcho, un material poroso que permite la evolución del vino. Pero en los últimos años han surgido también los sintéticos, los de vidrio, los tapones de rosca hasta el popular tapón de chapa (corona), que diversamente al corcho mantienen el vino en total ausencia de oxígeno.
A continuación, desde la empresa Vinitec detallan los mecanismos para que todos estos tipos de cierre sean seguros durante el fraccionamiento móvil.
Tapa rosca: precisión y control para un mercado exigente
La tapa rosca ha ganado protagonismo en la última década, en especial en mercados internacionales como el Reino Unido, donde se ha vuelto prácticamente un estándar de calidad. Lejos de ser una solución “menor”, el tapado a rosca exige precisión milimétrica y un control de calidad riguroso, tanto en el torque de aplicación como en la integridad del cierre.
Alejandro Barison, enólogo y comercial de Vinitec, explicó que sus líneas móviles «están equipadas con doble torreta original, lo que permite el tapado con máquina específica y distribuidor automático de tapas. Además, se cuenta con herramientas de control como torquímetro y dinamómetro para verificar en tiempo real la fuerza de sellado y asegurar la consistencia del cierre.»
«Este tipo de tapa, al ser metálica, no tolera abolladuras o golpes durante la manipulación. Tampoco permite la microoxigenación del vino, como sucede con el corcho, por lo que es ideal para vinos jóvenes, frescos, blancos o rosados de consumo inmediato.» agregó el especialista. Una vez aplicada, la botella debe mantenerse en posición vertical, ya que el sistema no fue diseñado para almacenaje horizontal como en el caso de los vinos de guarda.
Tapado corona: innovación y tradición
Otra alternativa implementada por Vinitec es el tapado con corona, ampliamente utilizado en el método tradicional (champenoise) para espumantes. Este sistema se caracteriza por su hermeticidad y resistencia a la presión interna, y es el paso inicial para vinos que luego pasarán por fermentación en botella.
Pero su uso no se limita a espumantes, en los últimos años, algunos productores han comenzado a explorar este tipo de cierre para productos vínicos innovadores, como fermentados especiales o bebidas derivadas del vino con propuestas disruptivas en el mercado joven y experimental.
Tapón de vidrio: elegancia técnica para vinos de alta gama
La tercera opción disponible en las líneas de Vinitec es el tapón de vidrio, cuyo nombre comercial más difundido es Vinolok, aunque también se lo conoce como “glass closure” o “tapón vidrio hermético”. Este sistema, cada vez más usado en rosados premium y blancos delicados, combina estética, hermeticidad y reutilización.
«El proceso de colocación es mixto, comienza con una inserción manual del tapón y se completa con un ajuste automático de precisión», indicó Barison. Su uso comunica sofisticación y modernidad, siendo elegido por bodegas que apuntan a un público exigente, con énfasis en el diseño del envase y la experiencia de apertura.
Compromiso con la versatilidad y la calidad
El gerente general de Vinitec, Fabio Rey, asegura que «La capacidad de adaptarse a distintos sistemas de cierre nos convierte en un aliado estratégico para bodegas que buscan flexibilidad, innovación y cumplimiento de normativas internacionales. Cada tipo de tapado exige protocolos de control y ajustes específicos, que nuestro equipo técnico domina y aplica en campo, con equipamiento calibrado y personal capacitado.»
El tapado no es un detalle más, es parte de la promesa del vino, la primera y última barrera entre el producto y el consumidor. «Con tecnología, conocimiento y experiencia, Vinitec asegura que cada cierre cumpla su misión: proteger el vino hasta su momento perfecto de descorche.», cerró el empresario.














