En el corazón de la región vitivinícola más famosa de California (EEUU), el Tren del Vino del Valle de Napa recorre vías del siglo XIX. La historia, que comienza con la fiebre del oro, evolucionó hasta convertirse en una de las experiencias más fascinantes del enoturismo, disfrutando de paisajes vitivinícolas, visitas a bodegas, gastronomía gourmet, catas y espectáculos, en un ambiente de lujo y comfort. Estos servicios le valieron el reconocimiento de la Red Global de Grandes Capitales del Vino por su excelencia en enoturismo del vino.
El Valle de Napa es una región vitivinícola de renombre internacional que se extiende en un áreq de paroximadamente 8 kilómetros de ancho por 48 kilómetros de largo. Esta pintoresca zona se encuentra entre dos cordilleras: las montañas Mayacamas al oeste (que limitan con el condado de Sonoma) y las montañas Vaca al este (adyacentes al condado de Solano). La región forma parte del Área de la Bahía de California.
Una forma de recorrer esta región es en el lujoso Tren del Vino, que recorre el corazón del Valle de Napa, desde el centro de Napa hasta Santa Helena y viceversa, pasando por regiones vitivinícolas emblemáticas como Yountville, Oakville y Rutherford. La ruta ofrece vistas panorámicas de viñedos, bodegas históricas y la hermosa campiña de Napa. Esta original actividad turística incluye la oportunidad de bajar a visitar selectas bodegas, girar unas copas y volver a subir sin perder el ritmo.
Lujo, gastronomía y vino
Además del recorrido con paisajes inovildables, el viaje incluye una experiencia gastronómica gourmet completa a bordo, con menús de varios tiempos que se maridan con vinos de algunos de los productores más icónicos de la región. Es importante destacar que la cocina está a bordo, y su equipo culinario prepara sus selecciones frescas, para garantizar los sabores más vibrantes y deliciosos. No se trata de comida precocinada, sino de una cocina móvil mientras se disfruta del pintoresco viaje.


Para viajar en Tren del Vino del Valle de Napa se pueden elegir varias opciones. El Tren Principal, que cuenta con 9 vagones de pasajeros, 1 vagón de cocina, 2 coches de potencia, 1 o 2 locomotoras, y alberga 14 experiencias en dos trenes regulares con horarios de almuerzo de 3 horas o cena de 2,5 horas. El Tren Legado, que es el mas pequeño -2 coches de pasajeros, 1 coche al aire libre y 1 locomotora- y ofrece una excursión especial de 6 horas con 3 paradas para cata de vinos, menú de 4 tiempos, 11 catas de vino y baile en el vagón al aire libre de regreso a la estación.
También se pueden realizar viajes nocturnos que incluyen un paseo panorámico, una cena gourmet de varios tiempos y una copa de vino de bienvenida. Algunos paquetes pueden incluir espectáculos en vivo y actividades interactivas tales como formación en vinos o entretenimiento temático. Todas las experiencias incluyen una narración ligera o una historia sobre el Valle de Napa, la historia del tren y las bodegas más destacadas de la ruta.
Pero no todo es paisaje, vino y gastronomía. El lujo también es parte de esta travesía, los visitantes suben a bordo de vagones pullman restaurados y son transportados a una era de servicio refinado y bronce reluciente. Ya sea con las vistas panorámicas desde el Vista Dome o la narración inmersiva de una cena temática, cada viaje está cuidadosamente diseñado para cautivar. Esta dedicación a la experiencia y la innovación ha valido al Tren del Vino del Valle de Napa el reconocimiento de la Red Global de Grandes Capitales del Vino por su excelencia en servicios de enoturismo.
De la fiebre del oro, a la pasión por el vino
La historia del Ferrocarril del Valle de Napa, por donde viaja a diario el Tren del Vino, tiene 175 años. Desde la fiebre del oro y los ciudadanos adinerados de los primeros tiempos de California hasta el viaje inaugural del Tren del Vino, la línea ferroviaria cuenta con una rica historia de resiliencia y transformación.
James W. Marshall, quien vivió y trabajó en el Fuerte Sutter, en el centro de Sacramento, fue el primero en descubrir oro en California. Durante las pruebas, una parte de este oro se utilizó para comprar productos en la tienda de Samuel Brannan en Sacramento. Aprovechando su negocio periodístico para difundir la noticia, Brannan persuadió ingeniosamente a Marshall y Sutter para que revelaran su oro, prometiéndoles que descubrirían más.
Antes de publicar «Oro Encontrado» en los periódicos de Nueva York y San Francisco, Brannan adquirió todos los suministros mineros disponibles en el oeste de Estados Unidos y los almacenó en San Francisco y Sacramento. La noticia del oro se extendió rápidamente por todo Estados Unidos entre 1848 y 1855, animando a más de 300.000 personas a perseguir el sueño de hacerse ricos en el Oeste. Entonces, el 9 de septiembre de 1850, nació California, el trigésimo primer estado.
Tras convertirse en el primer millonario de California gracias a su floreciente negocio de suministros para minería, Brannan adquirió 2.000 acres en el norte de Napa, a los que llamó Calistoga. Como parte de la infraestructura de la nueva ciudad, que incluía su nueva tienda, el ayuntamiento, la calle principal y el centro turístico, Brannan construyó una estación de tren donde terminaba la línea del Ferrocarril del Valle de Napa. Fue el primer paso en su visión de un medio de transporte de lujo a través del valle.
La construcción de la línea ferroviaria concluyó en 1864. Era una ruta directa para los visitantes, un medio para transportar a los clientes desde los transbordadores de la bahía de San Francisco en Vallejo hasta su resort de Calistoga, conocido hoy como Indian Springs Resort and Spa. Esta línea ferroviaria y sus trenes transportaban a los turistas en un viaje por el Valle con gran estilo.
Después de que Brannan tomó una serie de malas decisiones financieras, el ferrocarril del Valle de Napa finalmente se vendió en ejecución hipotecaria a California Pacific en 1869. La línea se convirtió en un tren de carga y pasajeros de uso mixto, al servicio de las industrias de agricultura y turismo de la región.
En 1885 Southern Pacific adquirió California Pacific y, con ello, el Ferrocarril del Valle de Napa. A finales del siglo XIX y principios del XX, el ferrocarril desempeñó un papel vital en el desarrollo económico y agrícola del Valle de Napa, proporcionando un servicio regular de pasajeros a sus comunidades.
Con la llegada del automóvil, el tren comenzó a perder gran parte de su importancia. La gente podía conducir libremente con sus propios medios de transporte y ya no dependía tanto de los medios de transporte públicos. El servicio de pasajeros se interrumpió en la década de 1930, y la línea comenzó a deteriorarse. En 1960 Southern Pacific abandonó el derecho de paso entre St. Helena y Calistoga y, finalmente, solo circulaba un tren de carga por semana por las vías restantes.
Southern Pacific vendió la propiedad en 1984, pero un grupo de residentes del Valle de Napa, conocido como la Sociedad para la Preservación del Ferrocarril del Condado de Napa, se unió para salvarla. Al final, sus esfuerzos fueron en vano, pero el grupo inspiró al Dr. Alvin Lee Block, quien fundó Napa Valley Wine Train Inc. Esta nueva visión buscaba preservar el corredor de transporte para su uso futuro y reducir la congestión vehicular en el Valle de Napa.
Block y sus socios se lanzaron a la búsqueda de inversores. Su búsqueda los condujo a Vincent DeDomenico, antiguo propietario de Ghirardelli Chocolate y otras empresas exitosas. Napa Valley Wine Train Inc. le vendió la mayoría de las acciones de la compañía y lo nombró presidente y director ejecutivo. Finalmente, Napa Valley Wine Train logró comprar la línea a Southern Pacific e iniciar su transformación en la empresa que es hoy.
La compañía comenzó a adquirir y renovar material ferroviario antiguo, transformándolo en elegantes vagones. Contrataron un equipo de personas dedicado para brindar a los pasajeros una experiencia ferroviaria de lujo inigualable, incluyendo expertos en gastronomía y servicio, ingenieros y conductores. El 16 de septiembre de 1989 marcó el viaje inaugural del Tren del Vino del Valle de Napa.
A principios de 2016, Noble House Hotels & Resorts adquirió el Tren del Vino del Valle de Napa tras el fallecimiento de Vincent DeDomenico años atrás. Esta adquisición marcó el comienzo de una nueva era para esta famosa atracción. Conocida por sus destinos experienciales únicos, Noble House se comprometió a preservar la historia y desarrollar el futuro del Tren del Vino.
En la actualidad, el Tren del Vino se erige como un ícono cultural y un símbolo de cómo la tradición y la visión de futuro pueden convivir armoniosamente. El viaje demuestra lo que es posible cuando la visión, el legado y la ambición se alinean. Es un homenaje a los pioneros del pasado y una luz guía para el futuro del enoturismo. En cada milla de vía y en cada copa servida, el tren cuenta una historia que no solo pertenece al Valle de Napa, sino que refleja el poder perdurable de la reinvención. Aquí, el viaje mismo se convierte en el destino.
Fuentes: Great Wine Capitals y www.winetrain.com




















