Por su proyecto, el becario del Conicet Mauro Grioni fue galardonado por la Embajada de Francia en Argentina. El plan es diseñar y construir un prototipo experimental de turbina hidrocinética (THC) para la generación de energía renovable en los canales de riego de Mendoza, que actualmente se utilizan para irrigar cultivos y viñedos.
Mauro Grioni, impulsor del proyecto, fue recientemente galardonado con la Distinción Franco-Argentina en Innovación que entregan el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) y el Instituto Francés de Argentina de la Embajada de Francia, con el apoyo de la empresa TotalEnergies.
Mauro Grioni, becario posdoctoral del Conicet en el Instituto de Mecánica Estructural y Riesgo Sísmico (Imeris) de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo, fue galardonado con la distinción Franco-Argentina en Innovación en la categoría Junior por su proyecto: “Una alternativa eficiente para utilizar la energía del agua en canales de riego”. La investigación propone diseñar y construir un prototipo experimental de turbina hidrocinética (THC) para la generación de energía renovable en los canales de riego de Mendoza, que actualmente se utilizan para irrigar cultivos y viñedos.
Los canales de riego de Mendoza representan un recurso con un enorme potencial subutilizado. Aunque están destinados principalmente a abastecer de agua a cultivos y viñedos, también pueden convertirse en una fuente de energía renovable”.
Mauro Grioni, el investigador del Conicet galardonado por Francia.
Grioni destacó que la principal motivación de su proyecto es proponer una solución amigable con el medio ambiente, accesible y diseñada localmente para beneficiar tanto a Mendoza como a otras áreas con sistemas de distribución de agua similares.
A diferencia de las turbinas hidroeléctricas, las turbinas hidrocinéticas están diseñadas para aprovechar flujos más pequeños de agua y generar energía de manera local, es decir, que operan a escalas diferentes.
Además, las turbinas hidrocinéticas ofrecen algunas ventajas específicas: no requieren grandes obras civiles ni alteran significativamente el ecosistema del canal, lo que reduce el impacto ambiental y los costos de instalación, y permiten generar energía directamente en las proximidades del lugar de consumo, como fincas o bodegas, eliminando pérdidas por transporte y descentralizando la producción eléctrica.
“La energía generada -comentó el científico- podría complementar el abastecimiento energético de bodegas, fincas y hogares cercanos a los canales de riego. Con la instalación de un número suficiente de turbinas, también sería posible integrarla al sistema eléctrico nacional, ayudando a reducir la dependencia de fuentes no renovables. Esto tendría un impacto positivo en la sostenibilidad energética tanto a nivel local como regional”.
Por otro lado, Grioni afirmó que uno de los desafíos clave es adaptar las turbinas a las condiciones específicas de cada canal, como el caudal y la velocidad del agua, y no interrumpir su función principal, que es el riego. Además, sostuvo que es necesario avanzar en la etapa de prototipos a escala real. “En el corto plazo esperamos completar el diseño, construcción y ensayo del prototipo, obteniendo una tecnología validada y optimizada. Sin embargo, creemos que su impacto será más visible en el mediano plazo, gracias a la simplicidad del sistema, que facilita su adaptación a otras regiones con características similares. Este potencial de expansión es enorme y muy prometedor”, destacó.
Con respecto a la distinción recibida en la octava edición de la Distinción Franco-Argentina, organizada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Instituto Francés de Argentina, con el apoyo de la empresa TotalEnergies Argentina, el experto comentó: “Este reconocimiento es un gran orgullo para nuestro equipo, ya que nos impulsa a seguir desarrollando soluciones sostenibles que aborden necesidades reales. Nuestro proyecto puede generar un impacto significativo al fomentar el uso de energías renovables en comunidades agrícolas y rurales, reduciendo la dependencia de fuentes tradicionales y contribuyendo al cuidado del medio ambiente. Además, puede inspirar a otras regiones a explorar alternativas similares, promoviendo un cambio hacia sistemas energéticos más descentralizados y sostenibles”.
Fuente: Conicet Mendoza