Las duras condiciones laborales, al sol y con temperaturas extremas en invierno y verano, con el desgaste para el físico y el riesgo para la salud que ello implica, son el argumento para que trabajadores y representantes gremiales del Sindicato de Obreros de Viñas y Bodegas de la Argentina (Soeva) y de la Federación que los agrupa a nivel nacional, Foeva, reclamen para el sector la aplicación de la ley nacional 26.727 de Trabajo Agrario, sancionada en diciembre de 2011 y nunca aplicada para quienes mantienen en pie la vitivinicultura, industria madre de Mendoza.
En fechas recientes, haciéndose eco de este requerimiento de los trabajadores, legisladores mendocinos provinciales y nacionales de distintos partidos han presentado iniciativas para la aplicación de la ley al sector vitivinícola, excluido de la norma, entre ellos Anabel Fernández Sagasti (senadora nacional por el Frente de Todos, peronista), Nicolás del Caño (diputado nacional por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores), Claudia Najul (diputada nacional por Juntos por el Cambio, UCR, radical) y Federico Zamarbide (diputado nacional por Juntos por el Cambio, UCR, radical).
Por Pedro Straniero
(pstraniero@enolife.com.ar)
La ley nacional argentina no. 26.727 de Trabajo Agrario, sancionada el 21/12/2011 y promulgada el 27/12/2011, establece el régimen de trabajo, condiciones laborales, sueldos, beneficios sociales y jubilación para todos los trabajadores del campo de Argentina, así como para los que desempeñan tareas en establecimientos agroindustriales. Por alguna razón legal que desconocemos, o por falta de la correspondiente reglamentación, los trabajadores de viñas y bodegas -casi todos nucleados en Soeva y Foeva, así como los agrupados en el Sindicato Unido de Trabajadores Contratistas de Viñas y Frutales de Mendoza están exceptuados de la posibilidad de jubilarse a los 57 años con 25 años de servicio, chance de la que gozan todos los otros trabajadores agrarios del país.
Ver Ley Nacional: 26.727 de Trabajo Agrario
Ante esta situación de inequidad, es que los legisladores mendocinos arriba mencionados impulsan, con distintos proyectos de ley, que se haga efectiva la norma. Por otro lado, los propios trabajadores, junto a sus representantes gremiales, realizan acciones de difusión del problema y hacen público su reclamo. Así, en fecha reciente, dirigentes de Soeva de Luján de Cuyo y de Guaymallén presentaron sus proyectos al respecto. En el artículo periodístico publicado por el Diario de Luján (diariolujan.com.ar) que a continuación reproducimos, los trabajadores explicitan su problema y relatan las acciones emprendidas a fin de solucionarlo.
«Un sector muy castigado por las inclemencias climáticas»
«Se llevó a cabo una nueva reunión para buscar avanzar con el proyecto de ley y modificar los años de jubilación para los trabajadores del sector vitivinícola mendocino.
«El dirigente Juan Carlos Aguirre, secretario general de Soeva Luján de Cuyo, manifestó que es ‘muy necesario’ sancionar definitivamente esta ley, que beneficiará a muchos trabajadores del rubro, ya que, dijo ‘es un sector muy castigado por las inclemencias climáticas: los empleados pasan en verano muchas horas al sol extremo y en invierno al frío extremo, lo que con el pasar de los años impacta en el deterioro físico’.
«Agregó Aguirre: “Por eso tomé la iniciativa en compañía de mi par Juan Antonio Sáez, secretario general de Soeva Luján de Cuyo, de presentar nuevamente el proyecto; tenemos muchas expectativas de que se logre’.
«También participaron de la reunión Jorge Laime, obrero de viña, quien aportó sus ideas para impulsar la flamante normativa.
El proyecto estuvo frenado por 9 años. Podría beneficiar a unos 10.000 trabajadores de la masa laboral de los obreros de viñas y bodegas, permitiendo además incluir 10.000 nuevos trabajadores contratados».
Jorge Laime, delegado gremial de Soeva y referente de los trabajadores.
«‘Luego de una excelente paritaria a fines de agosto, los trabajadores vitivinícolas siguen en lucha por mejores condiciones laborales, en este caso, por una baja en la edad jubilatoria y se propone una edad de 57 años’, remarcó Aguirre.
«Por su parte, el delegado gremial y referente de los viñateros, Jorge Laime, expresó que ‘esto es muy necesario para nosotros’. ‘Vamos a avanzar con esta propuesta que fue presentada en 2011 -informó-, a partir de reuniones con sectores políticos a nivel nacional. Buscan seguir el ejemplo de edad jubilatoria de los trabajadores rurales, que ya tienen ley sancionada, aunque no homologada’.
«El proyecto estuvo frenado durante 9 años, y hoy podría beneficiar a entre el 20 y 30% de los trabajadores, que alcanza a 10.000 de una masa laboral de 50.000 personas, permitiendo incluir 10.000 nuevos trabajadores contratados.
«También se esta trabajando para renovar el convenio laboral colectivo de trabajo que tiene más de 30 años».
Un premio para los que dejan todo en las viñas
Consultamos a Miguel Rubio, secretario de Prensa, Cultura y Difusión de Foeva sobre cómo el gremio encara la iniciativa de beneficiar a sus trabajadores con la jubilación a los 57 años. El dirigente contó que se han reunido con el sanrafaelino Federico Zamarbide, diputado nacional por Mendoza de la UCR, para trabajar en conjunto. Zamarbide es uno de los principales impulsores de la idea, y en fecha reciente presentó un nuevo proyecto de ley para aggiornar la ley 26.727.
Según explica Zamarbide en una nota de diario Los Andes del 13 de agosto pasado, en su proyecto propone “solucionar una inequidad ante la ley muy grave para todas nuestras economías regionales; en Argentina los trabajadores rurales pueden jubilarse actualmente a los 57 años por el desgaste físico que implica su actividad. Sin embargo, los trabajadores vitícolas han quedado afuera de este beneficio porque pertenecen a un régimen especial y se jubilan recién a los 65 años”.
En Argentina, la mayoría de los trabajadores rurales pueden jubilarse a los 57 años… Los trabajadores vitícolas quedron fuera de este beneficio por un régimen especial y se jubilan recién a los 65 años…»
Federico Zamarbide, diputado nacional UCR, autor de un nuevo proyecto de ley.
Zamarbide analiza, con un ejemplo real, cuál es el conflicto: «Existe una situación absurda que se da en toda la zona vitivinícola argentina, es que dos trabajadores de una misma finca, si uno pertenece al Sindicato de obreros vitivinícolas y afines y otro a la Unión argentina de trabajadores rurales y estibadores, el primero se jubila a los 65 años, el segundo a los 57 y los dos realizan cotidianamente la misma tarea de la tierra que implica igual desgaste físico”.
Por su parte, el dirigente gremial Rubio estimó: «Sería un acto de estricta justicia y un premio para los esforzados trabajadores de viñas y bodegas que salga la jubilación a los 57 años. Esto permitiría ampliar la oferta laboral para nuevos trabajadores del sector, porque habría que reemplazarlos. Sin embargo, los que se jubilen seguramente querrán seguir trabajando en la viña, porque son gente que ama su trabajo y van a terminar su vida entre las viñas… Así que probablemente las empresas los requieran y los contraten después de jubilados, porque son los que más saben. Sería como un premio para ellos acceder a esa posibilidad».