Mendocina, casada, con 2 hijas de 5 y 3 años, Sofía Ruiz Cavanagh (34) es enóloga recibida en la Universidad Juan A. Maza (UMaza). Se desempeñó durante 15 años en grandes bodegas, en algunas de las cuales fue jefa de Enología, hasta que un día se animó a dejar la relación de dependencia, hacer su propio vino «Aristas» y llevar adelante un emprendimiento de servicios al enoturista. En el contexto del ciclo «El Vino Las Une», producido por Enolife con el apoyo el Fondo Vitivinícola, Sofía nos contó qué la motivó a fundar WineObs, una plataforma digital que reúne y ofrece las opciones del turismo del vino en Mendoza y Salta, dentro de Argentina, y pronto incluirá bodegas de Chile, México, Canadá y Uruguay.
Hablar de la fortaleza de las mujeres que trabajan en la industria vitivinícola no es un cliché. Ingenieras, enólogas, agrónomas, madres, emprendedoras, subidas a los tacos o con zapatillas embarradas del trabajo en el campo, todas ellas tienen algo en común: las une el vino. En esta entrega de «El Vino las Une», entrevistamos a Sofía Ruiz Cavanagh, licenciada en Enología de la Universidad Juan A. Maza, magister en Vitivinicultura y Enología de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), diplomada en enoturismo y márketing digital y, como si fuera poco, desarrolladora y programadora de aplicaciones web.
–Enolife: ¿Cómo empezó tu carrera?
Sofía: Trabajé como enóloga durante 15 años, en Peñaflor, Catena Zapata, Nieto Senetiner y Finca Flichman;, en éstas dos últimas fui jefa de Enología. Además hice vendimias en Estados Unidos, Sudáfrica y Francia.
–Y ¿Qué te dejaron esas experiencias internacionales?
La primera vendimia internacional que hice fue en Sudáfrica en el 2010. Me fui con una amiga, Martina Galeano, actual primera enóloga de Casarena. Allá hicimos pasantías trabajando tanto en vinos blancos como en tintos, en recepción, molienda, análisis de laboratorio, coordinación de trabajos en bodega, etcétera.
Luego, cuando volví, rendí la ultima materia que me quedaba en la Universidad y al mes entré a trabajar en Catena Zapata, donde me dieron la oportunidad de hacer la maestría y de viajar a Francia, a la región de Pomerol, en 2011; allí trabajé en Chateau Montviel y Chateau La Violette con el enólogo mendocino Marcelo Pelleritti. Mi trabajo era ser su asistente, trabajando en bodega, coordinando trabajos, recepción, etcétera.
En 2013, también de la mano de Catena, fui a trabajar a Gallo, una de las bodegas más grandes del mundo, en Estados Unidos; después estuve en Sudáfrica durante 3 meses, y luego otra vez en Estados Unidos, pero sólo un mes, porque tenía que volver a Argentina a casarme… (risas).
El gran paso: de bodegas a emprendimiento enoturístico
–¿Dejaste de trabajar como enóloga en bodegas para empezar tu propio emprendimiento?
Sí, empecé con el proyecto en el 2014, pero recién en el 2019 dejé de trabajar en relación de dependencia en bodegas para dar servicios a los enoturistas, y dedicarme 100% a mi proyecto WineObs (WOS), que es una solución online diseñada para el turismo del vino, a través de la cual los visitantes pueden encontrar todas las experiencias enoturísticas en un solo sitio, con información actualizada, clasificada y organizada en forma clara, y hacer reservas de paquetes personalizados o armados sin demoras y sin costos extra.
Por otro lado. WineObs les brinda a los prestadores una herramienta para administrar y gestionar sus reservas, obteniendo métricas, bases de datos y reportes que les permiten tener una visión estratégica del área y optimizar la operación diaria.
Las ventas están sincronizadas con el inventario de experiencias de los prestadores que manejan en WOS: de este modo, con nuestro sistema, pueden vender experiencias online en sus propios sitio web, sincronizando también con WOS.
–¿Cómo se te ocurrió esa idea?
Cuando trabajaba en bodegas, mucha gente me consultaba sobre qué hacer, qué bodegas visitar, y también me preguntaban sobre horarios, servicios, etcétera. Entonces me di cuenta de que esa información no era fácil de conseguir, por lo que decidí fundar wineobs.com para facilitar toda esta tarea a los visitantes. Es un desarrollo a nuestra medida y hecho todo por mendocinos, de Mendoza para el mundo.
-¿Cuánto tiempo te llevo armarlo?
El MVP (Producto Mínimo Viable) lo hicimos en un año; es como el modelo mínimo que sacás al mercado para validar el proyecto. En realidad lo que nosotros lanzamos no era un MVP, era bastante más. Pero bueno, fue nuestro primer modelo, por decirlo de alguna forma. Empezamos a diseñarlo en enero del 2015 y lo lanzamos el mismo mes de 2016. Pero realmente no le di mucha bola a empresa hasta el 2019…
-¿Cómo está marchando WineObs?
-Bueno, Winobs está funcionando súper bien, este año hemos crecido una barbaridad porque la tendencia post covid es gestionar todo online, así que muchas bodegas ya directamente nos contactan para poner los servicios en nuestro sitio. En realidad lo que nosotros hacemos es trabajar con las bodegas para que digitalicen sus propuestas. Nosotros en nuestro sitio sólo replicamos lo que las bodegas ofrecen.
También incluimos algunos paquetes de agencias de viajes, pero nuestro fuerte es el trabajo en conjunto con las bodegas, que a su vez, usando nuestro sistema de gestión (que es lo que les permite digitalizar las propuestas y administrar las reservas), también tienen la posibilidad de poner reservas online en su propio sitio web, sincronizado al software de gestión. Entonces, las bodegas usan nuestro software y, a partir de ahí, venden en su propio sitio web y en nuestra página web, donde nucleamos todas las propuestas.
Trabajamos con 40 bodegas en Argentina y al mes estamos procesando unas 3.500 personas que reservan a través de nuestros servicios (este dato es de octubre), y todo lo hace el software. Nosotros damos soporte a las bodegas y a los visitantes, pero el trabajo grueso es todo sistematizado.
En las redes sociales tenemos 12.000 seguidores; mucho de nuestro tráfico ingresa por ahí; tomando en cuenta que todavía no tenemos un departamento comercial ni de márketing, es un montón.
Además estamos llegamos a Canadá, Uruguay México, donde ya trabajamos con 23 bodegas junto a la Asociación de Viticultores de Querétaro, que es la región vitivinícola mas grande de ese país.
-¿Con quiénes trabajas?
-Tengo un equipo de personas que me ayuda, desde lo administrativo, los desarrollos y la parte de comunicación, pero somos poquitos. En breve queremos incorporar comerciales y profesionales del márketing, sobre todo digital.
-¿Y a futuro qué planes tenés?
-Queremos seguir escalando dentro del país, para ser un portal federal de enoturismo, y además sumar nuevos países; queremos estar en Estados Unidos, España y Portugal.
-Ganaron durante 3 años consecutivos los Best Of de las Grandes Capitales del Vino, ¿Qué presentaron?
-Sí, a los Best Of nos invitaron a participar, nos hemos presentado 4 veces y en 3 oportunidades hemos ganado doble premio, en diferentes categorías.
En 2020, Oro a la Experiencia Innovadora, con el relanzamiento de nuestra web, con nuevas secciones, el mapa interactivo, que fue el primero de América Latina y México. Y Plata en Servicios Relacionados, por el software de gestión para bodegas.
En 2021, Bronce en Experiencia Innovadora y Plata en Servicios Relacionados. Presentamos un juego que hicimos con los visitantes como una alternativa a la visita a la bodega on line. Es que por el covid, los restaurantes de bodega estaban abiertos, pero no podías visitar la bodega, entonces desde Wineobs armamos videos de las visitas a las bodegas y el visitante, al hacer la reserva, recibía el video de la «visita virtual» y luego iba a la bodega a almorzar. Al finalizar el almuerzo, a través de un QR, jugaban a un jueguito donde testeaban cuánto habían aprendido de la bodega… El programa se llamó «Exploradores del Vino».
Y en 2022, en los premios que se entregaron a fines de 2021, ganamos el Oro en Servicios Relacionados y Plata en Experiencia Innovadora.
El sueño del vino propio y la continuidad de su arte enológico
-Pero nunca abandonaste tu arte enológico… ¿Estás haciendo tu propio vino?
-Si, tengo un vino que se llama «Aristas» y que está por salir al mercado. La primera cosecha fue en 2015; en 2016 no hice porque no dio la calidad, así que la segunda fue en 2017 y pronto la de 2018, que estoy por lanzar. Mucho de ese vino lo uso para regalos empresariales de Wineobs; entonces entre eso y lo que consumo yo, se acaba rápido. ¡Ya me tomé dos cosechas! Este año voy a hacer unas 2.000 botellas, la idea es venderlo en vinotecas y en algunos restaurantes amigos, y de ahí empezar a crecer.
¿Cómo describís a tu vino?
-Es un vino de alta gama; yo siempre trabajé alta gama y es lo que me gusta hacer, partidas pequeñas que sean distintas y de alta calidad. Todos los vinos tienen madera, pero de tercer uso, el aporte que esto le da es mucho más en la boca que en la nariz, porque la madera bien usada potencia la boca sin perder la fruta, ahí esta la magia. Se elaboran en una pequeña bodega de Valle de Uco y por ahora sólo malbec; recién estamos desarrollando el portfolio. Además, estamos trabajando en la etiqueta.
–¿Por qué el nombre Aristas?
-Aristas viene dado porque siempre en el mundo de la enología se hablaba de los vinos redondos, que un vino fuera redondo era todo, no se quería nada fuera de lugar. Pero desde mi persepectiva, al querer «emprolijar» un vino también le quitamos personalidad. Cada zona tiene su característica que la define y la idea es potenciar esa «arista», que es lo que define cada terruño. La idea es tener una colección de «Aristas» de cada uno de los terruños que vayamos eligiendo.