La empresa de origen belga con planta en San Juan y oficinas para Sudamérica en Mendoza, productora de tapones de biopolímeros para la industria vitivinícola, estuvo presente en el Salón Internacional de Máquinas para la Enología y el Embotellado (Simei) 2022, del 15 a 18/11 en Milán, Italia. En esta Feria, la más grande del mundo en su tipo, Vinventions presentó su nueva línea de tapones de aluminio a rosca para vinos y bebidas, producto que suma a su cartera a partir de la incorporación, en setiembre último, de la empresa italiana Federfin Tech a la compañía. Enolife, medio asociado a la Feria, entrevistó allí al director comercial de Vinventions para Italia y el Sudeste Europeo, Antonino La Placa, quien explicó que esta adquisición «representa un hito en la estrategia de la compañía para convertirse en líder mundial en todo tipo de tapones sostenibles y de alto rendimiento para la industria del vino y las bebidas espirituosas».
Antonino La Placa, nacido en Lombardía, Italia, es director comercial de Vinventions Italia, donde producen 500 millones de cierres para vino y bebidas al año.
La empresa -que, además tiene planta en San Juan y oficinas en Mendoza a cargo de Andrés Belinsky– participó del 15 al 18 de noviembre pasado en la Feria SIEMI en Milán, durante la cual La Placa, en charla con Enolife, explicó los objetivos de la adquisición por parte de su compañía de la fábrica Federfin Tech de tapas de alumininio.
– Enolife: ¿Cuánto hace que trabajás en Vinventions?
– Antonino La Placa: Pertenezco a la empresa desde hace 12 años, siempre en el departamento comercial, y desde hace 2 años soy director comercial para Italia y el sudeste de Europa.
– ¿Qué objetivo tiene Vinventions en esta Feria Simei?
– Vinventions es sinónimo de vino e innovación, y obviamente las ferias como Simei son el punto de encuentro para presentar las novedades y las innovaciones. Este año estamos acá para presentar la nueva adquisición de nuestro grupo, que es la empresa Federfin Tech, especialista en tapones de rosca de aluminio con sede en Tromello, Italia. Esto es muy importante para nosotros porque fortalece nuestro liderazgo en la industria de los tapones para vinos: al unir fuerzas con Federfin, Vinventions se convierte en uno de los tres principales productores de tapones de rosca para vino a nivel mundial, y nos permite crear importantes sinergias industriales y comerciales.
– ¿Por qué la tapa a rosca?
– Es un cierre que tiene muchas ventajas: no hay riesgos de TCA (tricloroanisol, una sustancia presente en algunos corchos, responsable de mal olor en el vino); no tiene interacción con el dióxido de azufre; es un cierre totalmente hermético, fácil de abrir y cerrar; conserva intactas las características químicas y organolépticas del vino y se puede fabricar en diferentes diámetros y alturas.
Vinventions adquirió en setiembre de 2022 la fábrica de tapas a rosca de aluminio para vinos y bebidas Federfin Tech, que tiene 20.000 m2 de superficie y es la tercera del mundo por capacidad de producción.
Pero fundamentalmente, el mercado de la tapa a rosca es un mercado en evolución: las nuevas generaciones lo están demandando porque buscan facilidad de uso. Hoy en día, el market share de la tapa a rosca es el más alto del mundo en los cierres de vino y nosotros queremos ser protagonistas en todo a lo que a cierres respecta, esa es una fotaleza de Vinventions, además por supuesto de la sostenibilidad.
– Ya que hablás de sostenibilidad, ¿cómo aporta esta adquisición en este sentido?
– Es que con la unión de las dos empresas se pueden aprovechar sus capacidades de investigación y desarrollo, incluida la gestión de oxígeno y el conocimiento industrial para seguir invirtiendo en innovación y traer nuevos productos sostenibles de alto rendimiento a su base de clientes global, que es la base de Vinventions.
Es importante destacar además que, en el caso de la tapa a rosca, el producto utilizado es el aluminio, que es un material totalmente reciclable y reutilizable».
Antonino La Placa, director comercial de Vinventions para Italia y el sudeste de Europa.
Por último, aclarar que la empresa que adquirimos es una fábrica con 20.000 m2 de superficie y maquinaria de última generación, que presta especial atención al reciclaje de total de las materias primas que se utilizan durante el proceso de producción, y que, mediante el uso de plantas depuradoras muy modernas, evita las emisiones de contaminantes.
– Con respecto a este último punto, ¿cómo y cuánto contribuye Vinventions a la reducción de la emisión de dióxido de carbono al ambiente?
– Te voy a poner como ejemplo nuestros tapones Nomacorc Green Line, que son carbono-negativos, es decir que son un producto totalmente sostenible, partiendo desde la materia prima, que en nuestro caso es la caña de azúcar. Por otro lado, en la planta tenemos paneles solares y energía eólica, con lo cual el 100% de la fabricación de los tapones Nomacorc se realiza con energía renovable. El proceso productivo también debe ser sostenible y, en ese sentido, por ejemplo, para producir cada tapón Nomacorc se utilizan sólo 2 gotas de agua por unidad.
Este proceso de fabricación está patentado como Plantcorc™, en el cual partimos de la caña de azúcar, que se destila en bioetanol y luego se convierte en bioetileno, y éste último se puede polimerizar en biopolietileno. La caña de azúcar elimina el dióxido de carbono (CO2) del medio ambiente, lo que resulta en una huella de carbono negativa, cero o muy baja, según la cantidad de biopolietileno que se utilice en nuestros productos.
Y, finalmente, otra cosa fundamental para la sostenibilidad es que al final de su uso los tapones son reciclables, ya que la materia prima no es biodegradable: el CO2 capturado durante el proceso de cultivo de la caña de azúcar (desde el crecimiento de la misma hasta su producción) permanece secuestrado durante todo el ciclo de vida del tapón.
– ¿De dónde traen a Italia la materia prima?
-En nuestro caso, la materia prima proviene de Brasil, de plantaciones donde no utilizan la quema de cultivos para cosechar la caña de azúcar.
– ¿Cómo se reciclan los tapones?
– Gracias a un proceso que se llama pirólisis, que hace posible que el polietileno se torne idóneo para el contacto alimentario. Tenemos una línea de Nomacorc que se llama Blue Line, en el que el 50% de la materia prima está compuesta por plástico reciclado, evitando deshechos en el planeta y convirtiéndolo en un recurso renovable, como lo es para nosotros la caña de azúcar. Es un producto sostenible a 360 grados, lo que llamamos economía circular.
– ¿Cómo percibe el consumidor todo esto?
– Además de todo lo anterior, nuestros cierres garantizan el pasaje regulado de oxígeno (O2), lo que te permite también garantizar que el vino no tenga problemas de oxidación y reducción, y gracias a esto se pueden utilizar un menor tenor de sulfitos,y eso también es importante para la sostenibilidad porque le hace bien al vino y al consumidor.
En definitiva, tenemos un cierre que hace que cuando el vino llega a la copa, es como lo quería el enólogo, y no como lo quiere el tapón, eso está en nuestro ADN».
Antonino La Placa
– ¿Cómo ves el mercado argentino?
– Argentina se convirtió en un mercado crucial para nosotros, tanto es así que decidimos construir un establecimiento productiv… Primero, en Argentina se importaban los tapones para venderlos, hoy tenemos una planta productiva en San Juan. Sudamérica es un mercado con gran potencialidad, ahora estamos creciendo mucho desde la sede Argentina hacia Brasil y Chile, que son grandes productores de vino.
– ¿Y en Italia como están?
– Producimos 500 millones de cierres al año, somos muy importantes en los cierres para vino, pero lo más importante es que las bodegas cada vez trabajan más para ser sostenibles, y eso nos da ventaja.