Como todos los años, durante el mes de noviembre, la la Organización Internacional de la Vid y el Vino (OIV) divulgará los números oficiales de las cosechas de uva y la y producción de vino en todo el mundo durante 2025. Pero según estimaciones premias de los organismos fiscalizadores de la industria vitivinícolas de los 10 principales países productores, la suma de sus producciones de vino podría ser de 195 millones de hl, +0,9% que en 2024.
La suma estimada para los 10 principales países productores -entre los cuales Argentina se ubica en el 6to. puesto- alcanzará aproximadamente a los 195 millones de hectolitros en 2025, lo que supone un leve crecimiento respecto a los 193 millones registrados en 2024 (+0,9%) y confirma que concentran la gran mayoría de la producción mundial prevista para este año: Italia lidera con 47,4 millones; Francia suma 37,4; España llega a los 36; Estados Unidos figura con unos 20,2; Alemania aporta 9,3; Argentina alcanza los 10,4; Australia suma unos 11; Chile produce cerca de 8,4; Sudáfrica llega a los 8,9; y Portugal cierra con unos 6,2 millones. Estos datos representan la gran mayoría del vino producido en el mundo este año según las fuentes oficiales consultadas.
Estimados por país – Viejo mundo
Italia
Italia recupera el primer puesto mundial en producción de vino en 2025, según los datos presentados el pasado martes por Assoenologi, ISMEA y la Unione Italiana Vini (UIV). El país prevé alcanzar los 47,4 millones de hectolitros, lo que supone un aumento del 8% respecto a la campaña anterior. Esta cifra sitúa a Italia por delante de Francia, que estima 37,4 millones de hectolitros, y de España, con una previsión de 36 millones. El informe italiano, elaborado junto al Ministerio de Agricultura y las regiones, indica que las uvas presentan un estado sanitario bueno en casi todas las zonas productoras. Las condiciones meteorológicas han sido favorables: el invierno dejó reservas hídricas suficientes, la primavera fue suave y el verano permitió adelantar la vendimia en varias áreas. En el sur del país, la acumulación de agua en primavera ayudó a los viñedos a soportar las olas de calor registradas en junio y agosto.
El crecimiento no ha sido igual en todo el territorio italiano. El sur experimenta un aumento del 19% en la producción, impulsado sobre todo por Puglia y Sicilia. En el noroeste, la producción sube un 8%, con Lombardía recuperando parte del terreno perdido. El noreste también crece un 3%, con incrementos notables en Friuli-Venezia Giulia y Trentino-Alto Adige. Por el contrario, el centro del país registra una caída del 3%, debido principalmente al descenso en Toscana tras una cosecha muy abundante en 2024. Veneto se mantiene como la principal región productora con casi 12 millones de hectolitros, seguida por Puglia y Emilia-Romaña. Sicilia y Abruzzo completan los cinco primeros puestos.
Francia
En Francia, el Ministerio de Agricultura informó también el martes que la producción de vino se situará este año en 37,4 millones de hectolitros. Esto supone un aumento del 3% respecto al año pasado, pero queda un 13% por debajo de la media de los últimos cinco años. Las altas temperaturas y la sequía sufridas en agosto han afectado a varias regiones productoras. Zonas como Charentes, Borgoña, Beaujolais y Languedoc-Rosellón han visto reducido el contenido de zumo de las uvas y una maduración acelerada. Esto ha adelantado las fechas de vendimia y ha limitado el potencial de producción en muchas áreas.
La superficie dedicada al viñedo también ha disminuido en Francia. Desde la última vendimia se han arrancado más de 20.000 hectáreas en Burdeos, el Suroeste y Languedoc-Rosellón. Esta medida responde a programas para reducir el exceso de oferta ante el descenso del consumo interno. Algunos productores han mostrado preocupación por esta política porque puede aumentar la vulnerabilidad ante incendios forestales.
En cuanto a regiones concretas francesas, Champagne comenzará la vendimia a principios de septiembre antes de lo habitual. Se espera que la producción supere en un 12% la del año pasado aunque quedará un 10% por debajo de la media quinquenal. En Burdeos, la vendimia empezó a mediados de agosto debido a las olas de calor; la producción será similar a la del año pasado pero un 15% inferior a la media reciente. Beaujolais prevé su menor cosecha desde 2012 según los datos oficiales. Languedoc y el Suroeste también tendrán menos producción mientras que el Valle del Loira espera aumentar sus volúmenes respecto al año anterior.
España
En España, las previsiones iniciales apuntan a que la producción total de vino y mosto no superará los 38 millones de hectolitros según Cooperativas Agroalimentarias. Esta cifra supone una ligera mejora respecto a los dos años anteriores pero sigue lejos de la media histórica situada en torno a los 43 millones. La producción exclusiva de vino se situaría cerca de los 36 millones según las mismas fuentes. La reducción progresiva de superficie dedicada al cultivo también influye: España ha pasado en las últimas décadas de más de 1,3 millones a menos de 900.000 hectáreas plantadas.
Fernando Ezquerro, presidente del Consejo Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-Alimentarias, explicó que esperaban una vendimia más tardía y una cosecha normal cercana a los 38 millones pero la ola de calor obligó a muchas zonas a iniciar antes la recolección para evitar pérdidas por sobremaduración.
Alemania
Alemania estima una producción inicial de 9,3 millones de hectolitros tras una vendimia temprana y condiciones favorables para la calidad, según el Instituto Alemán del Vino (DWI). No obstante, las bodegas alemanas afrontan precios bajos y depósitos llenos que obligan a considerar medidas como la destilación para controlar la oferta.
Portugal
El Instituto da Vinha e do Vinho (IVV) prevé para Portugal una caída más acusada: se esperan solo 6,2 millones de hectolitros en 2025. Esto supone un descenso del 11% respecto al año anterior y un 12% menos que la media quinquenal. Las lluvias intensas y un brote severo de mildiu han afectado especialmente a regiones como Douro, Lisboa y Alentejo.
Estimados por país – Nuevo mundo
Argentina
El resto de los grandes países productores también presenta resultados diversos. En el hemisferio Sur, Argentina cerró su campaña con 10,37 millones de hectolitros, manteniendo estabilidad tras varios años con oscilaciones importantes, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).
Chile
El informe final del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) confirma que Chile experimentó una caída del 9,9% interanual y alcanzó su nivel más bajo en diez años con 8,39 millones de hectolitros. El descenso se atribuye a rendimientos débiles y condiciones climáticas adversas.
Australia
Australia recogió 1,57 millones de toneladas de uva estimados por Wine Australia, equivalentes a unos 11 millones de hectolitros. Esta cifra implica un repunte del 11% respecto al año anterior aunque sigue por debajo del promedio histórico australiano.
Sudáfrica
Según el último estimado de la vendimia 2025 de la industria (SAWIS) Sudáfrica estimó una producción equivalente a 8,89 millones de hectolitros tras un ciclo seco que favoreció la calidad sobre el volumen.
Estados Unidos
En el hemisferio Norte predominan las previsiones sujetas a cambios meteorológicos y presiones derivadas del exceso de inventario. Estados Unidos podría alcanzar un potencial agrícola de hasta 20,21 millones de hectolitros según el USDA. Sin embargo, informes sectoriales indican que el producto final podría quedarse en torno a los 2,5 millones de toneladas debido al elevado stock existente.
El balance internacional muestra diferencias claras entre países del hemisferio Sur y el Norte. Australia recupera parte del terreno perdido mientras Sudáfrica apuesta por menos cantidad pero mayor valor añadido. Chile reduce su volumen y Argentina mantiene cierta estabilidad tras años irregulares. En el hemisferio norte persisten incertidumbres ligadas al clima y al exceso estructural de oferta.
El cambio climático se confirma como el factor más influyente sobre las cosechas actuales y futuras. Puede generar oportunidades para mejorar la calidad pero también pérdidas importantes en volumen. Al mismo tiempo, el sector ajusta su base productiva eliminando segmentos poco rentables y concentrando esfuerzos en gamas superiores con mayor valor añadido.
Fuente: Vinetur






















