El gobierno de San Juan se mostró decidido a castigar a viñateros que no cumplan la regla solidaria de combatir a la polilla de la vid para que la plaga no se expanda y termine afectando a todos. Así lo advirtió el ministro de Producción, Andrés Díaz Cano, a un mes de la fecha indicada para iniciar la campaña y sin que aún lleguen los fondos prometidos por la Nación para ese fin. Hay denuncias anteriores de que hubo algunos productores inescrupulosos quienes en lugar de aplicar los agroquímicos los «acovacharon» para venderlos después.
Por el lado de los viñateros, el titular de la Cámara de Productores Vitícola, José «Catuco» Molina, manifestó objeciones al plan de aumentar las multas -que antes ha aplicado el Senasa y ahora sumaría la tarifa punitoria del gobierno-, argumentando que «los productores hoy están fundidos». A continuación, reproducimos integramente la nota sobre el tema publicada por el Diario de Cuyo de San Juan el 6/8/2020.
El ministro de Producción de San Juan, Andrés Díaz Cano, anunció en la Mesa Mixta Fitosanitaria que en la presente campaña agrícola se va a aplicar alguna multa de carácter provincial a aquellos productores que incumplan con la aplicación de los agroquímicos y las feromonas que se les entregan gratuitamente a través del programa para combatir la proliferación de la polilla de la vid o lobesia botrana.
En el encuentro, que contó con la participación de representantes de todas las cámaras productivas de la provincia, el INTA y el Senasa, el ministro dijo que «a partir de ahora se va a estudiar en conjunto con las entidades privadas algún sistema para penar a aquellos productores que no utilizan los productos que le entregamos gratuitamente; hoy por hoy hay una multa del Senasa, pero la provincia va sumar otra sanción».
Por su parte Ángel Leotta, de la Cámara Vitivinícola, propuso prohibir la comercialización de la uva al productor que incumpla la normativa, a lo que Díaz Cano respondió con la sugerencia de que se podrían aplicar sanciones mediante el mecanismo judicial de Flagrancia o a través del Juzgado de Faltas.
Quien en primera instancia se opuso al incremento de las multas fue José «Catuco» Molina, de la Cámara de Productores Vitícolas, quien sostuvo que «no se puede ir contra los productores porque están fundidos».
Con este nuevo castigo se buscará poner fin a los focos de viñateros que desde hace unos años no vienen colaborando para erradicar o mantener bajos los niveles poblacionales de la plaga.
En la reunión se reiteró una grave denuncia sobre que hay productores a quienes se les entregan los productos, pero ellos no los aplican sino que los almacenan para luego venderlo. El foco de esta maniobra casi delictiva estaría en el departamento de Sarmiento, se dijo.
Para ilustrar ese tipo de maniobras, Diego Molina, director de Sanidad Vegetal de la provincia, dijo que «hay fincas donde se hacen todos los deberes y se observa un nivel de captura de uno o dos ejemplares, en cambio al lado, a 50 metros, hay otra finca y se encuentran 200 capturas».
La lucha contra la lobesia botrana es encarada en todo el país por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en conjunto con las provincias que aportan recursos, y la aplicación de los productos es obligatoria para los productores de vid que se encuentren en áreas bajo cuarentena. Para la presente temporada, ante maniobras, infracciones o falta de aplicaciones se prevén multas de hasta $100.000, dependiendo de la extensión del cultivo y del predio.
Mendoza también espera
En Mendoza, en el año 2019, la lucha contra la lobesia botrana demandó una inversión cercana a los $600 millones. Según detalló un funcionario del área económica provincial, de ese total unos $400 millones los aportó el gobierno nacional, $150 millones el gobierno provincial y $50 millones los propios productores, a través de aportes consensuados e impuestos. Para este año, se espera utilizar una suma algo superior, actualizada, pero los fondos de la Nación, también comprometidos para Mendoza, aún no llegan.
Se calcula que este año los costos de la lucha contra la plaga en San Juan demandarán unos $300 millones. Según fuentes gubernamentales, la Provincia está dispuesta a afrontar los costos en conjunto con la Nación, cuyos envíos se siguen esperando. «Nos han dicho que se están gestionando los fondos para San Juan y todo el país, y que le van a solicitar al ministro de Economía nacional que autorice los fondos para el tratamiento de las plagas», dijo un alto funcionario del gobierno sanjuanino.
Frente común contra la lobesia y la mosca de los frutos
A raíz de la crisis por la pandemia y con el fin de ahorrar esfuerzos y fondos, este año hay un cambio de paradigma en la estrategia provincial para controlar la mosca de los frutos y la polilla de la vid. Ambos combates se unifican y quedan a cargo de la Dirección de Sanidad Vegetal, Animal y Alimentos de San Juan.
Diego Molina dijo al respecto que se prevé ahorrar hasta un 30% al eficientizar recursos de laboratorio, personal, carga de datos, personal técnico de campo, comunicación y difusión y red de monitoreo.
Al unificar, el mismo monitoreador podrá recorrer y levantar la trampa de moscas y la trampa de lobesia, por ejemplo, y ahorrar gastos de movilidad».
Diego Molina, director de Sanidad Vegetal de San Juan
Otro cambio es que el Programa de Control y Erradicación de Mosca de los Frutos (Procem) ya no será encarado en forma general en los valles como hasta ahora, sino que será por predio, y los productores interesados en participar del programa deberán inscribirse.
«Las autoridades van a trabajar solamente con el que quiera participar del programa para tener frutales de calidad diferencial para exportación, porque los recursos son finitos y se termina aplicando en zonas muy amplias», explicó Molina.
Las plagas principales en San Juan y Argentina
Lobesia botrana
La lobesia botrana es una polilla cuyo alimento principal es la vid, motivo por el cual se la conoce comúnmente como «la polilla de la vid». En nuestro país es considerada, tanto desde el punto de vista técnico como legal, una plaga cuarentenaria, ya que no se la encontraba en territorio nacional hasta su detección, y genera un fuerte impacto en la economía regional cuyana. San Juan destinó $180 millones el año pasado para su lucha y este año se calcula necesitar $300 millones.
Mosca de los frutos
La mosca de los frutos es una de las plagas de mayor importancia económica para la producción frutihortícola, debido a los daños que produce en la fruta y a las mermas asociadas. En San Juan, la erradicación de esta plaga se encara con lo que se recauda en las barreras fitosanitarias y presupuesto provincial. Son unos $14 millones mensuales que se transfieren a la Cámara de Comercio Exterior que es el organismo que maneja el programa.
Las plagas en San Juan y Mendoza
Respecto a la mosca de los frutos, el valle de Calingasta está encuadrado como área de baja prevalencia, lo mismo que Mendoza; en tanto que los valles de Tulum, Ullum y Zonda están un poco peor, como áreas bajo control. Sólo los valles de región Patagónica y los oasis Centro y Sur de Mendoza están como área libres de mosca de los frutos.
En cambio, respecto a la lobesia botrana, Mendoza tiene mayor superficie y daños que San Juan. Por eso Mendoza puso una barrera fitosanitaria contra la mosca y San Juan hizo lo mismo, pero contra la lobesia, en los límites interprovinciales.
«En lobesia, estamos bien seguimos teniendo niveles de captura bajos y sólo el año pasado hemos empezado a detectar algunos daños», dijo el director de Sanidad Vegetal de San Juan.
Fuente: Diario Cuyo de San Juan