Según datos de la aduana rusa, analizados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), las importaciones totales de vino en Rusia cayeron un 21% en volumen durante 2020, un año marcado por la polémica nueva Ley del Vino de la Federación Rusa, en vigor desde el mes de junio y que restringe la importación de graneles extranjeros con el objetivo de favorecer la producción local. Sin embargo, según los operadores, esa produción es insuficiente para cubrir el consumo nacional. En este contexto, las ventas de granel argentino al gigante euroasiático cayeron un 50,1%.
Rusia importó un 21% menos de vino en el año 2020, hasta los 354 millones de litros, aunque gastó un 6,8% más hasta alcanzar un récord histórico de 79.933 millones de rublos (unos 867 millones de euros), al dispararse el precio medio un 35%, hasta los 225,84 rublos/litro (2,45 euros), tanto por la mejor evolución de los vinos con mayor valor añadido, como por fuertes subidas de precio en todas las categorías.
Mes a mes, y para el conjunto de vinos, Rusia redujo a cifras de dos dígitos el volumen importado en cada uno de los 12 meses de 2020, con la
excepción de octubre (-6,2%). En cambio, el gasto creció en marzo, junio e, sin interrupción, entre agosto y diciembre, ambos meses inclusive.
Las importaciones de vino y mosto en Rusia han crecido en estos 20 años a un ritmo anual medio (CAGR) del 3,4% en volumen y del 14,2% en valor, pasando de 182,5 a 354,3 millones de litros, y de 5.615 a 79.974 millones de rublos. El crecimiento ha sido muy superior en valor, ya que el precio medio se ha disparado en este período, pasando de 30,77 a 225,73 rublos por litro.
La nueva Ley del Vino hunde las compras rusas de vino a granel
El 98% del volumen de granel importado en Rusia en 2020 se adquirió en la
primera mitad de año: el otro 2% restante correspondió al segundo semestre, cuando ya estaba en vigor la Ley, que recordamos se hizo efectiva a mediados de junio.
La reducción de sus compras de vino a granel fue de un 78,6%, comparativamente entre 2019 y 2020, pasando de 116 a menos de 25 millones de litros, con descenso algo menor en valor (-76,4%), hasta los 1.065 millones de rublos, por precios más altos (+10,4% hasta los 42,81 RUB/litro).
España fue el más afectado, ya que es, desde hace años, el principal proveedor de vino a granel a Rusia de forma destacada, de hecho en el conjunto de 2020, las compras rusas de granel español se desplomaron un 83,5% en volumen (de 64,5 a 10,7 millones de litros) y un 81% en valor (de 3.474 a 475 millones de rublos), con un precio medio que subió un 16,4% hasta los 44,55 RUB/litro.
El resto de principales proveedores de también registró registró fortísimos descensos en 2020: Moldavia, Argentina, Uzbekistán, Sudáfrica, Azerbaiyán, Italia, pero con cifras absolutas que apenas afectan al total.
Rusia sí aumentó a muy buen ritmo el volumen importado de granel francés y australiano, aunque en los últimos meses del año no importó nada.
El desplome del vino a granel no fue compensado por el envasado
El vino envasado cerró el año con un leve descenso del 1,5% en volumen, hasta los 281 millones de litros (-1,5%), tras la gran subida registrada en 2019. Pero ya supone casi el 80% de las importaciones rusas.
Por otra parte, la categoría de vinos tranquilos envasados alcanzó su máximo histórico en valor tras crecer un 10,6% hasta los 62.352 millones de rublos, al subir de precio un 1,2% hasta rozar los 222 rublos por litro, en un año en el que todos los tipos de vino se encarecieron.
Desde bases más pequeñas, los espumosos y bag-in-box, crecieron
El vino espumoso superó al granel como segundo vino importado en volumen al crecer quinto año consecutivo, hasta alcanzar su máximo histórico, con 46,6 millones de litros (+3,9%). También batió récords en valor, con 16.306 millones de rublos (+18,3%), a un precio medio un 13,8% superior y que roza ya los 350 rublos por litro.
Por último, el vino en formato bag-in-box fue el que más creció en 2020 tanto en volumen (+10,8%) como en valor (+21,5%), hasta los 1,5 millones de litros y los 210,5 millones de rublos, a un precio medio un 9,6% superior (136,87 RUB/litro).
Importaciones totales por país de origen
Italia aumentó sus ventas y superó 7 años después a España como primer proveedor, en términos de volumen, de vino en Rusia al crecer un 4,6% hasta los 93,7 millones de litros, a punto de superar su máximo histórico, que data de 2010, con 95 millones.
España redujo casi a la mitad el volumen exportado a Rusia (-45,8%), pasando en solo un año de casi 125 millones de litros, a 67,6 millones. Esto se explica debido a que el granel tiene –o, mejor dicho, tenía – mucha más relevancia entre las exportaciones españolas de vino a Rusia que entre las italianas.
En un tercer nivel, Georgia (-7%) y Francia (- 5,4%) pierden cuota como tercer y cuarto proveedor, con 40,5 y 37 millones de litros respectivamente.
En términos de valor, Italia amplía su ya de por sí claro liderato en el mercado ruso, al crecer un 14,6% respecto a 2019, hasta los 24.884 millones de rublos, casi el doble que Francia, segundo vendedor con 13.713,5 millones (+10,9%).
España mantiene su tercer puesto con 11.119 millones de rublos, cayendo solo un 7,8%, ya que su precio medio se disparó un 70%, más que el de ningún otro país analizado, hasta los 164,40 rublos por litro.
Georgia, cuarto vendedor en valor, mantuvo su facturación de nuevo cerca de los 9.000 millones de rublos (-0,2%), a un precio medio de 221,58 rublos por litro, inferior al de Italia (265,43 RUB) y, sobre todo, Francia (370,61 RUB), los tres con fuertes subidas.
Respecto a otros proveedores, Rusia redujo notablemente el volumen de vino importado desde Sudáfrica (-54,7%), Moldavia (-51,5%) o Argentina (-36%), con caída también de Abjasia (-13,8%), región caucásica que la aduana rusa declara como proveedora.
Los 15 principales proveedores subieron de precio en mayor o menor medida respecto a 2019, en rublos (puede influir el tipo de cambio).
Vinos envasados, bag in box y espumosos por país de origen
Rusia lleva 11 años seguidos importando más vino espumoso español.
Italia representó cerca del 70% del volumen y el 60% del valor total de vino espumoso importado en Rusia en 2020, con casi 32 millones de litros (+5,5%) y 9.808 millones de rublos (+17,5%), sus máximos históricos. Subió de precio un 11,4% hasta los 307,06 RUB/litro.
Francia se mantuvo como segundo proveedor pese a caer un 11,2% en volumen, hasta los 6,7 millones de litros, si bien facturó un 15,6% más, hasta los 4.549 millones de rublos, al subir de precio más que ningún otro país analizado (+30%), siendo superior al resto con 682,08 RUB/litro, por el gran valor añadido del Champagne.
Por su parte, España gana cuota como tercer proveedor al crecer un 6,1% en volumen y un 25,4% en valor, hasta los 5,7 millones de litros y los 1.412 millones de rublos, sus máximos históricos. Su precio medio subió un 18% hasta rozar los 250 rublos por litro.
Muy lejos aparece Moldavia, cuyas ventas se multiplicaron el pasado año, seguido de Abjasia, Portugal, Alemania y Hungría.
España pasa de cuarto a segundo país que más factura por ventas de vino envasado a Rusia, superando a Francia y a Georgia. Entre los 15 principales proveedores de vino envasado hacia el mercado ruso, solo Abjasia y, en menor medida, Georgia (-0,2%), cayeron en términos de valor en 2020, ya que todos, menos Austria, subieron de precio.
Italia gana cuota como principal proveedor al crecer un 4,6% en volumen y un 12,7% en valor, hasta los 61,6 millones de litros y los 15.030 millones de rublos, récord histórico.
Tras la gran subida de 2019, España, segundo proveedor, redujo un 6,4% el volumen exportado, hasta los 50,5 millones de litros, si bien facturó más que nunca tras crecer un 9% hasta los 9.139 millones de rublos, al subir de precio más que la media de mercado y por encima de sus principales competidores.
España pasa de cuarto a segundo vendedor en valor, superando a Francia (+8,7%), que mantuvo su tercer puesto, y a Georgia (-0,2%), que perdió dos posiciones. Georgia (-7%) y Francia (-4,4%) sí mantienen su tercer y cuarto puesto respectivamente en el ranking de volumen, con 40,4 millones de litros el primero y 30 millones el segundo, aunque perdieron cuota.
Respecto a otros proveedores, destaca la caída de Abjasia, así como la buena marcha de Chile, Portugal, Nueva Zelanda o EE.UU.
Más de la mitad del vino en bag-in-box que importa Rusia es español, teniendo un liderato indiscutible con 831.664 litros (+2,4%) y 93,2 millones de rublos (+16,2%) registrados en 2020, cifras que suponen el 54% del volumen y el 44,3% del gasto total. Su precio sigue siendo inferior a la media de mercado, pese a subir un 13,4% hasta los 112 RUB/litro.
Lejos de España, Italia multiplicó sus ventas a Rusia y se sitúa como segundo proveedor, aunque bajó de precio más del 30%. Gran año para Sudáfrica, Portugal y Armenia, los siguientes en el rÁnking, y muy negativo para Chile y Francia.
Pese a importar la menor cantidad de vino en muchos años, Rusia gastó más que nunca en 2020, con 79.933 millones de rublos (+6,8%), al dispararse el precio medio global un 35%, no solo por la fuerte caída del granel, vino con poco valor añadido, sino también por el fuerte encarecimiento (rublos) en cada categoría de vino.
Fuente: Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV)