En un contexto de cambio climático, con menos agua cada año en cada río mendocino con respecto a los promedios históricos, esta temporada 2023-2024 (de octubre a setiembre) las cuencas traerán caudales calificados entre «húmedos» y «normales», lo que significa entre un 50% y un 100% más de caudal que en la temporada anterior. Este repunte es producto de intensas precipitaciones níveas este último invierno. En la presentación de los pronósticos de caudal calculados, el 10 de octubre, los funcionarios del Departamento General de Irrigación explicaron que, si bien estos números constituyen una buena noticia, seguimos inmersos en un proceso de crisis hídrica crónica en el que cada vez tendremos menos agua, razón por la cual se establecieron nuevas formas de distribuir el agua de riego y acciones para mejorar la eficiencia en el uso del recurso.
Cada año, el Departamento General de Irrigación de Mendoza realiza un pronóstico de caudales de los ríos de la provincia, lo que consituye una herramienta fundamental en la planificación hídrica, ya que permite establecer un plan de manejo de los embalses para la provisión de agua para riego, energía y consumo, entre otros usos.
Este pasado 10/10, Irrigación presentó en su sede central de la capital mendocina el pronóstico para la temporada 2023-2024, que se extiende desde octubre hasta setiembre próximo. Del mismo se desprende que será una temporada calificada como buena, en la que la clasificación hidrológica de los caudales de la mayoría de las cuencas de los ríos mendocinos es normal.
Rubén Villodas, director de Gestión Hídrica de Irrigación, brindó algunos detalles para destacar, como que en los últimos 13 años ha habido un año de escurrimientos similares, que fue la temporada 2015-2016, aunque ésta fue menor a la pronosticada actualmente. El resto de las temporadas han sido, en la mayoría de los ríos, años de sequía.
Pronóstico por cuenca
Río Grande: clasificación hidrológica «Húmedo«: El Pronóstico de Escurrimientos para el Río Grande indica que se espera un derrame de 3.670 hm3, lo que representa el 117% respecto a un año medio para la sección de aforos de La Gotera. En la Temporada 22/23 escurrieron 1.673 hm3 (equivalente al 53% del derrame medio histórico). Este año se ha pronosticado casi el doble del volumen anual del año pasado.
Río Malargüe: clasificación hidrológica «Normal»: El pronóstico de Escurrimiento para el río Malargüe indica que se espera un derrame de 300 hm3, lo que representa un 99% respecto de un año medio para la sección de aforos de La Barda. Este año se ha pronosticado casi un 50% más del volumen anual del año pasado.
Río Mendoza: clasificación hidrológica «Normal»: El Pronóstico de Escurrimientos para el río Mendoza indica que se espera un derrame de 1.365 hm 3, lo que representa un 99% respecto de un año medio para la sección de aforos Guido. En la Temporada 22/23 escurrieron 864 hm3 (equivalente al 63% del derrame medio histórico). Este año se ha pronosticado casi un 50% más del volumen anual del año pasado.
Río Tunuyán y arroyos: clasificación hidrológica «Normal»: El pronóstico de Escurrimientos para el río Tunuyán más el aporte de los arroyos, indica que se espera un derrame de 1.270 hm3, lo que representa un 104% de un año medio. En la Temporada 22/23 escurrieron 662 hm3 (equivalente al 54% del derrame medio histórico). Este año se ha pronosticado casi el doble del volumen anual del año pasado.
Río Diamante: clasificación hidrológica «Normal»: El Pronóstico de Escurrimientos para el río Diamante indica que se espera un derrame 815 hm3, lo que representa un 83% de un año medio para la sección de aforos de La Jaula. En la Temporada 22/23 escurrieron 419 hm3 (equivalente al 43% del derrame medio histórico). Este año se ha pronosticado casi el doble del volumen anual del año pasado.
Río Atuel: clasificación hidrológica «Normal»: El Pronóstico de Escurrimientos para el río Atuel indica que se espera un derrame de 960 hm3, lo que representa un 88% de un año medio para la sección de aforos La Angostura. En la Temporada 22/23 escurrieron 612 hm3 (equivalente al 56% del derrame medio histórico). Este año se ha pronosticado casi un 50% más del volumen anual del año pasado.
El superintendente general de Irrigación, Sergio Marinelli, expresó al respecto: “Este año es muy particular. Hemos tenido una buena temporada de nieve en la montaña y eso nos permitirá tener un año normal en todos los ríos, pero estamos inmersos en un proceso de cambio climático en el que cada vez tendremos menos agua. Es una buena noticia, pero hay que esforzarse para ser más eficiente en todas las actividades. Por esa razón hemos establecido nuevas formas de distribuir el agua y la eficiencia se ubica en el 50%. O sea, todavía hay que mejorar. Todos. Es un cambio cultural necesario”.
“Este pronóstico que presentamos hoy, como todos los años en octubre, nos da la posibilidad de planificar el año, aunque es un año diferente, aunque también hay otros factores que pueden estar a favor nuestro como la eficiencia en los diversos usos. Al mismo tiempo, también hemos entendido, luego de años de sequía, que la calidad del agua es fundamental en el modo de gestionar el recurso hídrico y por ello hemos visibilizado prácticas como el reúso”, agregó Marinelli.
El funcionario se refirió luego a dos de los ejes de la gestión. “Han habido planes que han querido mirar hacia el futuro con visión estructural, poniendo el acento en las obras. El Plan Maestro que nosotros llevaremos a cabo es diferente, no sólo por la visión de la variabilidad climática, sino por el fuerte trabajo en la parte técnica y el trabajo con Mekorot (empresa de agua de Israel). En paralelo estamos diseñando otra herramienta fundamental que es el Código de Aguas, que ordenará gran parte de la jurisprudencia sobre aguas que se ha venido acumulando posteriormente a la Ley de Aguas de 1884 y que por defecto la han cambiado como la Constitución, lo que también nos prepara para un futuro donde puede no haber tanta agua«.
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Aportes de científicos del Conicet y de la DACC
El encuentro, además, se enriqueció con las disertaciones de 4 especialistas invitados, pertenecientes al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) y a la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas (DACC) del gobierno de Mendoza:
- “Pronóstico climático para la primavera 2023-verano 2024 en Mendoza”, por el meteorólogo de la DACC, Carlos Bustos.
Ver presentación - “Potentes ríos atmosféricos dejan un buen año en Cordillera”, por Maximiliano Viale, Dr. en Ciencias de la Atmósfera del Conicet, desde Inglaterra.
Ver presentación - “Cambio climático observado y proyectado en la región de Cuyo” , por Juan Rivera, Dr. en Ciencias de la Atmósfera y los Océanos del Conicet.
Ver presentación - “Los Glaciares en el ciclo hidrológico”, a cargo de Ezequiel Toum, ingeniero civil y Dr. en ingeniería e hidrólogo, que estudia la oferta hídrica en Los Andes, del Conicet.
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