Según la última declaración económica financiera del Grupo Oeneo, propietaria de Diam Bouchage -empresa fabricante de corchos tecnológicos para vinos-, la huella de carbono de las actividades industriales de Diam en 2022 fue de 67.720 toneladas de CO2, lo que significó una reducción del 2% respecto a 2019. El objetivo inmediato a nivel global de esta compañía -representada en Sudamérica por el grupo Altasur, con sede en Mendoza- es reducir un 15% su huella de carbono para 2025, y para alcanzar esa meta deberán reducir en un 55% las emisiones directas (fuentes propias) e indirectas (compradas como electricidad, calefacción), y un 15% las de transporte de mercancías.
En 2009, la empresa fabricante de corchos tecnológicos para vinos y espumosos, Diam Bouchage, implantó una política medioambiental integrada en todas sus 4 plantas industriales ubicadas en Francia, España, Portugal y Chile, lo que dio como resultado que en la actualidad todas están certificadas según la norma ISO 14001. Este enfoque compromete a la empresa a mejorar continuamente el rendimiento de sus herramientas de producción siguiendo 4 directrices principales:
- Controlar su consumo de energía y materiales y, por tanto, su huella de carbono.
- Un compromiso con un enfoque de economía circular mediante la recuperación de sus subproductos del corcho y residuos.
- Gestionar los riesgos industriales asociados a sus instalaciones técnicas.
- El desarrollo de productos más respetuosos con el medio ambiente como parte de un enfoque de ecodiseño del ciclo de vida.
Un plan de sustentabilidad con acciones concretas
A mediados de 2021, Diam Bouchage emprendió un plan de sustentabilidad cuyo objetivo es lograr una reducción del 15% de su huella de carbono para 2025. Para alcanzar este objetivo será necesario reducir en un 55% las emisiones directas -de fuentes propias o controladas-, las indirectas -procedentes de la generación de electricidad, vapor, calefacción y refrigeración- y un 15% las provenientes de transporte de mercancías.
La huella de carbono de la empresa en 2022 fue de 67.720 toneladas de CO2, esto significa una reducción de la huella de carbono del 2% respecto a la de 2019, gracias al control de las emisiones directas.
Cuáles son las iniciativas
Según el director general de la compañía, Dominique Tourneix, «el corcho con el que trabajamos a diario es un material noble y natural… sabemos lo importante que es preservar nuestro hermoso planeta. El deseo de trabajar para el futuro, más allá del cumplimiento de la normativa, está en el centro de todos nuestros desarrollos».
En ese sentido, uno de los pilares de las iniciativas para reducir su huella de carbono es la revitalización de los alcornocales. Entre 2020 y 2021, ha subvencionado la plantación de 5.934 alcornoques en Provenza, Francia, y actualmente se están planificando otras plantaciones también en Francia y en España. A finales de 2022, tras varios meses de espera, debates, intercambios técnicos y solicitudes de cumplimentación, una de las parcelas plantadas obtuvo la certificación Label Bas Carbone en Francia para la «reconstitución de masas forestales degradadas», convirtiéndose en la primera certificación para la plantación de alcornoques 100% local de Francia.
Para Fabien Nguyen, comprador de corcho en Diam Bouchage, «hoy en día, el bosque está en el centro de los debates sociales y medioambientales. Como parte interesada en este ecosistema, Diam Bouchage ha situado el bosque en el centro de sus compromisos de Responsabilidad Social Empresaria (RSE) y desea ir aún más lejos en la ejemplificación de su huella de carbono a través de la innovación y el etiquetado de sus proyectos».
Otra palanca clave utilizada por la empresa para reducir su huella de carbono es la mejora de las emisiones del transporte por ruta. Para aplicar el plan de acción correspondiente, Diam Bouchage se ha adherido al programa FRET21 de la Asociación de usuarios de transporte de mercancías (AUTF por sus siglas en francés). Este programa se basa en la reducción de las distancias recorridas, la optimización de los índices de carga y la elección de medios de transporte menos emisivos. La solicitud presentada al comité de validación el 20 de julio formaliza el objetivo de Diam Bouchage de reducir al menos un 5% sus emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el transporte de mercancías en los próximos tres años.
Al respecto, Caroline Forgue, responsable de RSE de Diam Bouchage, explica que «el transporte de mercancías representa en torno al 10% de nuestras emisiones, por lo que, naturalmente, queríamos determinar las acciones más adecuadas para reducir las emisiones de nuestro transporte de mercancías entre plantas y a nuestros clientes. Por tanto, era esencial disponer de una herramienta de medición periódica y normalizada, así como de una evaluación del impacto de nuestros proyectos y acciones. La iniciativa FRET21 nos proporcionó este marco».
Además, en el marco de su proyecto de gestión de energía, la empresa también realizó una importante inversión en recuperación de calor en las unidades de limpieza de corcho en su planta española. Desde el pasado mes de junio, los ahorros ya representan el 60% de su consumo de gas y deberían alcanzar el 100% tras una segunda fase de obra a finales de año. Por otra parte, ha iniciado varios proyectos de instalación de paneles fotovoltaicos y en los próximos meses se instalarán cubiertas solares en todo el aparcamiento de su planta francesa y se está validando un importante proyecto de granja solar en España.
En cuanto a la gestión de recursos humanos, sus 740 empleados son sensibilizados periódicamente sobre cuestiones medioambientales. En 2022, se organizó una serie de reuniones y talleres participativos con motivo de la Semana Europea de la Prevención de Residuos. Este año, la empresa se ha fijado el objetivo de iniciar a todo su personal en el «Fresque du Climat» (Muro del Clima).
«Fresque du Climat» es una organización francesa sin fines de lucro fundada en diciembre de 2018 cuyo objetivo es concienciar al público sobre el cambio climático. Propone un juego colaborativo basado en 42 tarjetas con las que los participantes arman un fresco (o muro), que resume el trabajo del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático. A la actualidad ya han participado más de un millón de personas.
«En Diam Bouchage tenemos el deseo de desarrollar una cultura común para todos los empleados en la comprensión del mundo del vino y la sensibilidad a los problemas climáticos. El Muro del Clima es una herramienta poderosa para tomar las relaciones de causa y efecto de los mecanismos de cambio climático y, en particular, la necesidad de reducir nuestras emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI)», explica Dominique Tourneix.
Otra iniciativa de desarrollo sostenible y responsabilidad social es el desarrollo de las ventas del corcho de origen biológico Origine by Diam y la reactivación de la industria corchera francesa. Este enfoque medioambiental y social ha sido reconocido con la concesión en 2022 de la medalla de oro EcoVadis, uno de los organismos de calificación de la RSE más exigentes del mundo.