Recientemente visitó Mendoza, y en particular los departamentos que conforman el Clúster Mendoza Este, el catedrático español Juan Blánquez. Asombrado por el valor cultural, arquitectónico y productivo de San Martín, Rivadavia y Junín, el experto en Arqueología y Patrimonio de la Universidad Autónoma de Madrid sugirió que la zona, en su conjunto, bien puede ser candidata a Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Y destacó que uno de los argumentos principales para esa postulación podría ser la Ruta de los Vitimigrantes que, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, huyendo de la plaga de filoxera que destruyó cuatro millones de hectáreas de viñedos en Europa, atravesó el mundo para instalarse en Mendoza Este.
Por Pablo Lacoste,
Historiador, investigador,
docente y escritor mendocino
El Doctor Juan Blánquez, quien ha dirigido el master en Arqueología y Patrimonio de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) durante 9 años, con experiencia en sitios de valor patrimonial en Europa, África y América, destaca el valor del acervo cultural de Mendoza Este y, derivado de ello, sus grandes posibilidades para postular a ser reconocido por la Unesco.
En la actualidad, Argentina cuenta con cuatro legados «Patrimonio de la Humanidad» (Cataratas del Iguazú, los glaciares y algunos más), muy lejos de los casi 60 que tienen Italia, Francia, España o China.
Dichos países, «últimamente, han invertido mucha energía y recursos en identificar, visibilizar y poner en valor su patrimonio -tangible e intangible- como parte de una estrategia de desarrollo económico. Todo ello, a través de una renovada visión de la ‘Economía de la Cultura’ y del turismo receptivo. No es casualidad, pues, la correlación natural que existe entre el patrimonio cultural y el turismo: estos países citados se encuentran en la cima del mundo, acercándose a los 100 millones de turistas anuales», explicó Blánquez.
Para cerrar esta brecha, durante los últimos años, en América Latina se ha puesto en marcha un movimiento cultural atento e interesado en crear una corriente de opinión dedicada a promover la relevancia del patrimonio como instrumento de desarrollo territorial. Es, en este contexto, donde el Clúster Mendoza Este ha invitado a principios de febrero de 2025 al citado catedrático español para que conociera de, primera mano, lugares de interés patrimonial inmersos en verdaderos paisajes culturales. La finalidad última de esta actividad es llegar a redactar un diagnóstico profesional que contribuya al desarrollo de un completo «Plan Estratégico» para Mendoza Este.
En este contexto, don Juan Blánquez ha recorrido los departamentos del este de Mendoza -principalmente, Rivadavia, Junín y San Martín– para conocer a los actores locales e identificar los puntos de interés cultural: museos, canales de riego, arboledas, sistemas de compuertas... que le han llamado, poderosamente, su atención.
El trabajo de Blanquez viene de atrás, a través de su estancia temporal en el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de la Universidad de Santiago de Chile (USACH) y se ha extendido a libros especializados de Gustavo Capone, Emma Cunieti, Cecilia Marigliano, Draghi Lucero, etc. De hecho, ha escrito recientemente, en coautoría, un artículo para una revista científica sobre los vitimigrantes en Mendoza Este y que se espera publicar dentro de unos meses.
Los inmigrantes que huyeron de la filoxera
Sobre la base de estos antecedentes, entrevistas a informantes clave y con el método del recorrido comentado del paisaje cultural, Blánquez ha llegado a conclusiones provisionales de gran interés; entre otras consideraciones, que Mendoza Este reúne los requisitos necesarios para convertirse en Patrimonio de la Humanidad Unesco.
El punto crítico es reivindicar la Ruta del Vitimigrante que, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX, huyendo de la plaga de filoxera que destruyó cuatro millones de hectáreas de viñedos en Europa, atravesó el mundo para instalarse en Mendoza Este.
«Desde el punto de vista de los valores universales que protege y cuida la UNESCO, esta ruta contribuye a sensibilizar y poner en valor el aporte positivo que las corrientes migratorias han generado para la Humanidad y, entre otras cuestiones identitarias evidentes, también puede contribuir a mitigar la ola de xenofobia que se ha desatado en los últimos años», acotó el catedrático.
Como lugares concretos de alto valor patrimonial, Blánquez destaca el Museo Las Bóvedas (San Martín), construido por el vitiinmigrante Ricardo Palencia en 1907, dada su notable arquitectura. Este edificio puede representar un espacio de singular valor para representar la cultura de aquellos vitiinmigrantes que modelaron los paisajes culturales de Mendoza Este.

Asimismo, «el Molino Orfila es un lugar de gran interés cultural, porque allí se condensan sucesivas etapas generadas a lo largo de varios siglos. Desde el molino hidráulico artesanal que instaló José de San Martín, en 1818, a los canales de riego del Chileno Herrera o la bodega de la familia Orfila (1907), que la proyectó hacia el gobierno de Mendoza y la comunidad internacional (secretaría general de la OEA, 1975-1984); así, hasta el presente, al recibir el santuario de San Cayetano, que convoca todos los años miles de fieles», afirmó el español. Para Blánquez, la sucesión de capas culturales, arquitectónicas, tecnológicas, religiosas y sociales hacen que el Molino Orfila sea un lugar único, un vórtice de la historia del territorio de Mendoza Este.

«La ruta del vitimigrante tiene, pues, puntos duros en el Molino Orfila, en el Museo Lás Bovedas, en el hotel de los inmigrantes (La Colonia) y, fundamentalmente, en las redes de canales, hijuelas y acequias articuladas con las peculiares compuertas (aretes de diamantes del collar hidrocultural de Mendoza Este); todo ello flanqueadas por trincheras de álamos, sauces, aguaribayes y cañaverales que funcionan como hebras invisibles de este verdadero paisaje cultural«, enfatizó el catedrático.
Don Juan Blánquez es miembro de la Organisation Internationale de la Vigne et du Vin (OIV, Paris); arqueólogo especializado en arqueología submarina del Mar Mediterráneo; ha peritado pecios del Mediterráneo para determinar la oportunidad o no de recuperarlos y ponerlos en valor, tras complejas tareas de restauración. Actualmente, está a cargo de un proyecto de la Unión Europea en favor de la valoración de una ciudad prerromana en La Mancha (España) y ha postulado para la creación de un nuevo Museo de Arqueología en la localidad manchega de Valdepeñas (Ciudad Real, España); ambos proyectos con un presupuesto millonario de euros.