Comenzó ayer en Milán, Italia, una de las ferias de maquinarias enológicas y para embotellado de bebidas alimenticias más grandes del mundo, con 476 empresas expositoras en 4 naves de 25.000 m2 en total y un público calculado en 90.000 personas para los 4 días, del 15 al 18/11. Los discursos de apertura destacaron el poder de adaptación de la industria italiana frente a las crisis -antes el covid y ahora la inflación y el alto costo de la energía-, sin eludir los «palos» a los eurodiputados e industrias competidoras del vino que pretenden poner advertencias alarmistas en las etiquetas por el «peligro» que el alcohol significaría para la salud, cuando está demostrado que se trata de un alimento benéfico si es consumido en forma moderada.
Maquinarias tradicionales, equipamientos sofisticados, servicios, software, diseño de etiquetas y packaging, todo lo necesario hoy y todo lo imaginable que se necesitará en los próximos años para obtener vinos de calidad con el máximo posible de ahorro de energía, todo esto está a la vista y al alcance del visitante en la impactante Fiera Milano 2022, en el predio ferial RHO de la gran ciudad del norte italiano.
Con un notable despliegue de recursos, personal y comodidades, la Unione Italiana Vini (UIV) -la más poderosa institución cooperativa del vino en este país, que representa a 150.000 productores que facturan la mitad de las ventas de vino en el mercado interno y el 85% de las exportaciones totales-, en asociación con la empresa organizadora Fiera Milano SpA, Anformape (Associazione Nazionale Fornitori, Macchine e Prodotti per Enologia) y la comuna de Regione Lombardia, pusieron en escena la capacidad productiva y la imaginación para el desarrollo con miras al futuro de la industria italiana.
Así lo reseñaron en los discursos de presentación el presidente de la UIV, Lamberto Frescobaldi; el CEO de Fiera Milano, Luca Palermo; el titular de Anformape, Mario Dal Cin, y otros dirigentes empresariales, políticos en incluso de las fuerzas armadas locales. Pusieron énfasis en este tema de la «resiliencia» de la industria vitivinícola italiana para enfrentar y superar crisis y obstáculos, tales como la inflación anual calculada en el 12% para 2022, la dificultad para importar materias primas de países productores perjudicados por el contexto de guerra entre Rusia y Ucrania y el alto costo de la energía por estos tiempos.
En este marco, sorprendió el discurso de la Europarlamentaria Silvia Sardone, oriunda de la región de Lombardía, quien acababa de regresar de una reunión de la Unión Europea en Bruselas y expresó su disconformidad con la intención de eurodiputados de países no productores de vino de aplicar «leyendas negras» -así lo expresó- a las etiquetas de vino, para advertir a los consumidores sobre presuntos «peligros» de la «ingesta de alcohol», a la manera de las advertencias en las etiquetas de cigarrillos. Y repitió el argumento que utilizamos todos los defensores de nuestra industria: que el vino es un alimento saludable, siempre y cuando se lo ingiera en forma moderada. Obviamente, la joven dirigente recibió un cerrado aplauso de la concurrencia.
Un sorprendente huevo de concreto Barricas de todos los materiales
Stand Vinventions Stand Diam
Dentro del contexto de la Feria, merecen destacarse las numerosas presentaciones de investigaciones, desarrollos tecnológicos e iniciativas novedosas en el mundo del vino italiano e internacional, con conferencias de expertos de relevancia, tales como estudios de neuromárketing a consumidores sobre su percepción de una etiqueta de vino; innovaciones en la prevención de defectos de luz en vinos blancos y rosados; el 2do. foro de las Damas del Vino Internacionales, con participación de dos mujeres del vino de Mendoza: la ingeniera agrónoma Cristina Pandolfi (presidenta de Amuva) y Fátima Villagra (secretaria general de Amuva) y decenas de conferencias tanto para superexpertos de la materia como para el público en general.