Facundo Echeverría y Fernando García Meschio nos explican su proyecto.
El coordinador del Plan Estratégico 2030 de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) en San Rafael y el productor artesanal que motoriza el Centro de Desarrollo Vitícola local, cuentan cómo se fortalecen los pequeños elaboradores y cómo la Coviar los apoya para el progreso de la vitivinicultura en el departamento.
Entrevista: Pedro Straniero
Dentro del mapa vitivinícola de Mendoza, San Rafael es el departamento que más productores tiene nucleados dentro del sistema cooperativo: cerca de 900. En volumen de producción conjunta no superan, por ejemplo, a los productores de la zona Este, aunque sí los aventajan en cantidad de minifundios. La mayoría de esos productores posee entre 3 y 5 hectáreas, y sólo algunos llegan a 20 o 30 hectáreas. Justamente, para sumar fuerzas y posicionarse frente a los grandes elaboradores, esta legión de pequeños viñateros y bodegueros artesanales se están agrupando en entidades intermedias como el Centro de Desarrollo Vitícola y la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, las que a su vez se articulan con la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el INTA.
Entre los múltiples proyectos que trabajan los pequeños productores asociados, se destacan nítidamente tres:
1) Instalar en el mercado sus vinos artesanales.
2) Desarrollar levaduras de cepas autóctonas para fermentar esos vinos y no tener que depender de las levaduras importadas.
3) Generar nuevos circuitos de enoturismo basados en mostrar a los visitantes el trabajo cotidiano en las fincas.
Para detallar estas iniciativas, Enolife entrevistó a dos líderes de la actividad local. Uno, Facundo Echeverría, es el encargado de coordinar en San Rafael el Plan Estratégico Vitivinícola 2030 (PEVI) de la Coviar y también preside el Centro de Desarrollo Vitícola local. El otro, Fernando García Meschio, es un pequeño productor dueño de Fincas Lignac, ubicada en Cuadro Nacional, donde junto a su mujer Alfonsina Marmo y su socio enólogo Damián Alarcón, producen los multipremiados vinos Arena. Ambos son referentes de sus sectores y se declaran, sobre todo, preocupados por el progreso de la actividad vitivinícola en San Rafael.
-¿Están integrados los pequeños productores artesanales al circuito de enoturismo?
(Facundo) -Hoy el turismo en San Rafael ya representa la tercera actividad más importante del departamento, después del Estado y el comercio, y en su participación en el Producto Bruto Interno (PBI) ya está por encima de la agricultura. Así que trabajamos para que los pequeños productores vayan enganchándose a esa ola que es el turismo. Nosotros, con la Coviar, en este tema apuntamos a los pequeños elaboradores, para ayudarlos a que empiecen a buscarle un valor agregado a sus viñedos, a su negocio; queremos generar un circuito enoturístico especial para ellos, que el turista que venga a San Rafael tenga la experiencia de ir a las grandes bodegas pero también que conozcan los productores chiquitos, que los atienda el mismo dueño del emprendimiento, que les muestre su finca, que el turista vea el esfuerzo que ellos hacen día a día para poder llegar a ofrecer ese producto, ese vino… Así que trabajamos para generar las condiciones para que eso se vaya produciendo…
(Fernando) -Aparte, el enoturismo es una forma más de comunicar al vino. Más allá de lo que son las bodegas comerciales, es otra forma de que la gente se acerque y viva una experiencia diferente de un producto si se quiere más genuino (aunque todos los vinos son genuinos), más natural, hecho con más corazón y sacrificio. En esta etapa en que estamos, vamos a recibir a especialistas de la Coviar, que relevarán el estado de situación de cada uno de los elaboradores que estamos subidos a este proyecto, y en base a esos armaremos un programa. Hay muchas ideas dando vuelta, así que hay que plasmarlas en un proyecto en papel y llevarlas a cabo. No hay que ver a un pequeño productor como una debilidad, sino que tenemos que aprovechar nuestras fortalezas y explotarlas, por ejemplo llevando personalmente a los visitantes a nuestras bodegas y dándoles a probar el vino directamente de las barricas.
(Facundo) -Otro ejemplo: yo conozco a un productor que desde hace tres años tiene un turista “fidelizado”, un empresario de Córdoba que viene cada año a su bodega para la época de vendimia y al que le gusta cosechar, comprar la uva y hacer su vino. Es la manera que tiene ese productor de generar otro recurso. Y es la manera que tiene ese turista de pasarla bien durante sus vacaciones… Se pueden hacer muchas cosas…
-El presidente de la Coviar, Ángel Leotta, últimamente ha sido duro al criticar las políticas estatales hacia el sector vitivinícola… ¿Significa eso que la entidad tiene una posición política tomada, que prefiere uno u otro gobierno según sean sus intereses?
(Facundo) -La Coviar es una mesa donde se sienta todo el sector privado vitivinícola, las cámaras empresariales, la Asociación de Viñateros, Acovi… O sea, todas las entidades que son representantes gremiales de los privados. Y la otra parte de la mesa son los representantes de los gobiernos de las provincias vitivinícolas, por ejemplo el ministro de Economía de San Juan, el ministro de Economía de Mendoza, etcétera. Es una mesa para articular lo público y lo privado. Pero la Coviar, en cuestiones políticas, no toma partido. Lo que sí, critica cuando tiene que criticar o cuando considera que las políticas públicas que aplican los gobiernos no favorecen a la industria… También en la Coviar puede haber disenso interno, porque allí están las asociaciones de viticultores que, por caso, tienen intereses distintos a los de Bodegas de Argentina… La clave es que podamos conciliar en temas que sirvan para el desarrollo de todo el sector.
-Qué necesitan los viticultores para salir de esta crisis, para producir más y exportar más, para dar un salto adelante, qué necesitan de las políticas públicas, qué se les reclama a los gobiernos?
(Facundo) –Los últimos reclamos fueron por el tipo de cambio, por los altos aranceles a las exportaciones y pidiendo todo aquello que favorezca una política de exportación y de venta al exterior, que es lo que realmente va a mover la aguja del mercado vitivinícola… Y después, bueno, condiciones normales como para que una bodega pueda exportar y mantener esa exportación, no hoy sí y mañana no, porque abrir mercados no es fácil. Después, a nivel local, necesitamos financiamiento, poder acceder a créditos blandos, con tasas accesibles.
-¿Cómo se puede hacer para que la gente tome más vino, para enfrentar la mayor popularidad de la cerveza, por ejemplo?
(Fernando) -Hay que acercar el vino a la gente. El vino es mucho más simple de lo que le han hecho creer a la gente. A través de distintas comunicaciones, la gente entendió que el vino es algo elitista, y no es así… Hay que hacerle entender a la gente que el disfrutar un vino no tiene nada que ver con las cuestiones aromáticas, etcétera, sino que tiene que ver con el momento.
(Facundo) -El primer objetivo es no perder la mesa, que es donde se toma el vino. Y después, ver cómo se puede ir ampliando esa uno se tome un malbec a las 7 de la tarde, pero sí en verano un rosadito, un blanco, que te dan refrescancia… O como están lanzando algunas bodegas, espumoso para el after office…
(Fernando) -Sí, una bodega importante hizo estudios de consumo durante 5 años y logró un espumante método charmat, pero que tiene una maceración con ciertas aromáticas, con cáscaras de naranja y demás, entonces reemplaza el aperitivo antes de la comida o el after office, con una variante más del vino…
-¿Cómo enfrentan la crisis y buscan crecer los pequeños productores de San Rafael?
(Fernando) –Ahora estamos dando los primeros pasos dentro del Centro de Desarrollo Vitícola, trabajamos en forma mancomunada y hemos armado un grupo muy sólido de unos 10. Nuestro objetivo es posicionar el vino artesanal de San Rafael, visibilizar y poner en valor nuestro el producto, y después, en lo comercial, cada uno ve estrategia aplicar… Son muy importantes, como decíamos antes, las acciones con el turismo, trabajando estratégicamente, captando al cliente y haciéndole vivir la experiencia primero y ofreciéndole plataformas on line después, donde pueda adquirir el vino que conoció y vivió en la finca o en la bodega. Esa es una manera de llegar con un precio accesible y competitivo… Llegar en forma directa, porque si vamos agregando actores o intermediarios en la cadena de comercialización, perdemos dinero.
(Facundo)-Otro de los recursos es trabajar en el abaratamiento de los costos, generar compras conjuntas, juntarse entre diez, por ejemplo, y comprar las mismas botellas al mismo proveedor; en general, comprando insumos en común… Y en cuanto a lo institucional, San Rafael tiene instituciones importantes como es la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria. Yo siempre considero la importancia de las instituciones intermedias, que son las que empujan el desarrollo de las ciudades. Y creo que esa es una fortaleza que tenemos en San Rafael: hay muchas instituciones de ese tipo. De hecho, el plan Estratégico de la Coviar nace desde ellas. Lo que hacemos es coordinar permanentemente acciones con los gobiernos municipal y provincial. La Coviar ahora quiere armar planes estratégicos territoriales, tomando en cuenta el contexto de cada oasis o de cada departamento. El Este ya tenía su plan y después nos sumamos nosotros: desde hace unos dos años, unas 20 entidades públicas y privadas de San Rafael, la Municipalidad, el gobierno deP provincia, la UTN, la UNCUyo, Acovi, todas las entidades vinculadas sector nos juntamos y armamos un documento del cual surge este plan estratégico para San Rafael. Priorizamos dos proyectos. Uno es trabajar fuerte en la identidad de San Rafael como región vitivinícola, y para eso generamos la marca “San Rafael, región para brindar”. Y el otro proyecto dentro del PEVI es la elaboración de vinos con levaduras autóctonas, mediante un proyecto que viene trabajando desde hace 9 años la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria de la UNCuyo acá de San Rafael, junto a investigadores del Conicet, que consiste en sacar levadura de cepas locales para utilizar en la fermentación del vino, o sea un producto totalmente orgánico, para no tener que utilizar levaduras comerciales.
(Fernando) -Lo que hicieron los investigadores fue aislar el tipo de levadura predominante acá, el autóctono, primero aislarlas y después multiplicarlas. Es que lo que se consigue en el mercado son ciertas cepas cuya gran mayoría viene de Europa. Es un proyecto que apunta fundamentalmente a fortalecer nuestra identidad…
(Facundo) -Exacto, apunta a que tengamos un vino pura y exclusivamente de San Rafael, desde la uva hasta la levadura que utilizamos, a que el proceso identifique exclusivamente a San Rafael… Ahora el desafío es cómo hacemos la transferencia, cómo producimos esa levadura a nivel industrial para que pueda ser utilizada por los bodegueros locales. En 2018 la levadura se probó y anduvo bien, y este 2019 se está haciendo otra prueba con un cabernet. Este proyecto nació en San Rafael, de investigadores de San Rafael, y es inédito en el país. El INTA tiene un proyecto similar, pero están aún en una fase inicial.
-¿Qué es lo que decide a un pequeño productor a integrarse a una cooperativa o a venderle a una bodega?
(Fernando) -El sistema cooperativo lo que te da es la posibilidad de entregar tu uva y luego disponer de ciertas facilidades para recibir los insumos a lo largo del año. En ese sentido, el cooperativismo está bien armado acá. Así, para un pequeño productor, de menos de 10 hectáreas, es mucho más sencilla la organización de la producción anual, y lo que hacen muchas cooperativas es entregar esos insumos a precios muy accesibles, porque hacen compras de grandes volúmenes de fertilizantes y toda clase de insumos.
Fincas Lignac, un proyecto innovador
Fernando García Meschio es un joven emprendedor vitícola. Con mucho esfuerzo y dedicación armó su finca en Cuadro Nacional y hoy tiene un vino del que se enorgullece: Arena. Así explica cómo dio un salto de calidad hacia la elaboración de un producto innovador.
“Yo creo que las razones por las que muchos nos lanzamos a darle valor agregado a nuestros productos son amplias y diferentes… En el caso mío, cuando empecé a armar la finca lo hice con ciertas variedades que la mayoría de mis pares me decían que eran horribles, que dejara esas ideas para los bodegueros… Es que las fincas se armaban con el concepto de elaborar la uva y entregarla a las bodegas… Yo arranqué al revés. Yo sabía que quería hacer mi vino y en base a eso empecé a armar la finca con las variedades que necesitaba y a mí me gustaban, de calidad… Es cierto que este método no es rentable si lo que uno tiene es la producción primaria, pero dándole valor agregado hay más horizontes. Yo planté principalmente cabernet sauvignon, porque estoy convencido que San Rafael es tierra de cabernet sauvignon. Y el tiempo me está dando la razón, muchos de los que me denostaban ahora me están dando la razón. También hice ensayos con malbec, sauvignon blanc, tempranillo y petite verdot. A mi bodega la bauticé Fincas Lignac, porque ése es el segundo apellido de mi padre, que fue quien me inició en el planeta vitivinícola. Y mi etiqueta se llama Arena porque ese nombre nos identifica con el tipo de suelo que tenemos acá.
El apoyo de Centro Vitícola
Facundo Echeverría, coordinador del Plan Vitivinícola 2010 de la Coviar en San Rafael, detalla cómo apoyan a los productores locales.
“La Asociación de Viticultores del Sur es una entidad que nuclea a los pequeños elaboradores de vino artesanal. En San Rafael hay unos 45 productores de este vino. Nosotros, en el Centro Vitícola. trabajamos con todos ellos. Hay algunos que necesitan mucho más apoyo en la cuestión tecnológica y enológica, y hay otros que necesitan apoyo en lo comercial, en la generación de más espacios para vender sus productos, en llevar sus vinos a ferias en la provincia y el país, incluso afuera. Queremos que esos a los que hoy estamos apoyando en lo enológico, en el día de mañana puedan participar con éxito en ferias y concursos. Y para eso necesitan mejorar su calidad. De hecho, dentro de la Asociación ya hay un grupo que está participando en ferias con vinos muy buenos.
Federico Suter es el nuevo presidente de la Mesa de Enoturismo
La comisión que se encarga del enoturismo dentro de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael fue creada en 2011 con la participación de 6 bodegas. Hoy, tras un largo proceso de integración, ya cuenta con 23 de las 26 bodegas abiertas al turismo que hay en el departamento. Dentro de ese plantel de bodegas hay grandes establecimientos, bodegas boutique y pequeñas bodegas artesanales, estas últimas con un representante recientemente incorporado.
Suter detalló que San Rafael cuenta con las bodegas más visitadas por turistas de toda la provincia, como son los casos de La Abeja y Labiano, cada una con más de 80.000 turistas al año. También tiene el departamento 3 establecimientos con posadas y gastronomía: Bodegas Suter, Bombal & Aldao y Algodón.
En total, San Rafael recibe a más de 560.000 turistas al año, especialmente atraídos por el turismo aventura, los paisajes, montaña, lagos, ríos. De ese total, unos 350.000 se calcula que pasan por las bodegas. De manera que -considera Suter- el enoturismo tiene aún un potencial muy grande para desarrollar, objetivo al que apunta la Mesa.
Otro de los atractivos que se buscará potenciar y divulgar es la cada vez más concurrida Fiesta Provincial de la Flor de la Vid, que se realiza cada año a fines de noviembre y en 2019 irá por su sexta edición. Allí lugareños y visitantes pueden disfrutar de catas de vino, gastronomía y espectáculos musicales de nivel internacional.
Por otra parte, Suter destacó que la Mesa de Enoturismo está afianzando lazos con entes de Turismo de otras provincias, para realizar acciones conjuntas e intercambios, por ejemplo con el evento de las 200 Millas del Paraná, que une en su recorrido las ciudades de Rosario, Santa Fe y Paraná.
Un camino del vino cada vez más concurrido
El Camino del Vino de San Rafael cada vez suma más adherentes y ya son 26 las bodegas que se encuentran abiertas al público y cada vez ofrecen más alternativas para los visitantes. En este sentido, desde la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) aseguran que San Rafael se ha convertido en el principal destino de enoturismo de la provincia, superando incluso a otros puntos históricos del turismo del vino en Mendoza.
Según expresó Rodrigo Lemos, representante de la Asociación Ad Hoc de Turismo del Vino de la Coviar, “en la Argentina hay 1.700.000 enoturistas, de los cuales la mayor parte visitan Mendoza”. Y agregó que “dentro de la provincia, es San Rafael el destino más elegido, por encima de Maipú y Luján. El panorama es muy alentador y vamos a seguir trabajando para posicionar al vino como bebida nacional».
Cabe destacar que en Mendoza hay 125 bodegas “abiertas” para saborear vinos, recorrer viñedos y pasear entre las enormes barricas de sus cavas y sótanos.
Según los datos de la Dirección de Turismo de Mendoza, en San Rafael hay 26 bodegas que permiten el acceso al público para diversas actividades, desde las tradicionales visitas guiadas hasta la realización de eventos artísticos y culturales.
En total, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) destaca la existencia de 81 bodegas inscriptas en San Rafael, lo que significa que el 30% de los establecimientos bodegueros locales recibe al público.
El distrito con más proyección en el enoturismo es la zona de Las Paredes, donde ya hay 10 bodegas que reciben visitantes, todo esto acompañado por el circuito de cabañas, que cuenta con una decena de establecimientos abiertos a los visitantes. El segundo punto con más bodegas turísticas es Rama Caída, que llega a las 6.
En la Ciudad ya son 3 las que se sumaron a esta propuesta, 2 en Cuadro Benegas y 1 en Villa Atuel, Atuel Norte, Cañada Seca, Cuadro Nacional y El Cerrito.
Fuente: Diario de San Rafael