Desde 2012, la empresa fabricante de herramientas de origen sueco organiza en distintas provincias vitivinícolas del país una original competencia que premia la habilidad de los podadores de vid. Este año, por primera vez se realizará en San Juan, el día 6/8 en la Bodega Bórbore. El ganador obtendrá, como en los años anteriores, la «Tijera del Campeón» y un kit de herramientas. La participación es gratuita, con inscripción previa.
El concurso de poda profesional de vid organizado por Bahco, este año además de tener una edición mendocina en fecha a confirmar a fines de agosto, se desarrollará el 6/8 en la provincia de San Juan, en las viñas de la Bodega Bórbore.
Los podadores participantes dispondrán de 30 minutos para demostrar sus habilidades, ante un jurado conformado por destacados profesionales de la vitivinicultura, quienes evaluarán la destreza y velocidad de los concursantes, además de las habilidades y conocimiento aplicado a las mejores y más adecuadas técnicas de corte.
Bodega anfitriona: Bórbore.
Lugar: Colón S/n, J5439, en el departamento de San Martín, provincia de San Juan.
Quienes deseen participar, pueden inscribirse a través de:
Whatsapp, al número: +549116257-9063 o por e mail a: eventos@bahco.com.ar .
Esta competencia tuvo su origen en Mendoza hace una década y en la actualidad forma parte de las tradiciones entre los podadores argentinos. El objetivo es reconocer la importancia de una poda esmerada y la buena labor del podador, fomentando el perfeccionamiento de la profesión y alentando esos valores en las nuevas generaciones, en un esfuerzo por continuar un antiguo y altamente estimado legado.
El arte de la poda
La poda es un trabajo milenario y fundamental en el cultivo, el cual se lleva a cabo antes de que la vid despierte de su invierno, y que consiste en cortar las ramas o ramificaciones para darle forma, vigor e incrementar la producción.
Su importancia radica en que de ella depende la próxima y subsiguientes vendimias, así como la evolución de la cepa a largo plazo. Es una práctica compleja y delicada en la que se deben considerar diversos factores.
Es un arte que se transmite de una generación a otra, un oficio noble y destacado que requiere de destreza y pasión. Por ello es que un podador puede considerarse como un artista, cuyas manos moldean y definen el fruto de la vendimia, con esfuerzo, paciencia, sensibilidad y entrega.