Según analistas del Comité Champagne, que reúne a 16.000 productores y 320 bodegas, la inflación, las guerras y la incertidumbre política en numerosos países son las causas de que mucha gente en el mundo no tenga ganas de celebrar descorchando una botella de champán. También en el mercado interno francés cayeron las ventas, un 7%. El Comité pinta un panorama sombrío para la industria del espumante francés, similar al de otras bebidas alcohólicas que ven disminuir sus ventas.
El número total de envíos de champán desde Francia al mundo se redujo casi un 10% el año pasado a 271 millones de botellas, lo que marca el segundo año consecutivo de descensos, ya que los consumidores globales, según analistas, están cansados de la inflación y redujeron sus compras por un estado de ánimo generalmente pesimista que se extiende por todo el mundo.
Así lo indica un nuevo informe del Comité Champagne, una asociación comercial que representa a más de 16.000 viticultores y 320 bodegas elaboradoras de champán, que pintó un panorama sombrío de la industria, similar a las ventas de otras bebidas alcohólicas.
No es momento para celebraciones, con inflación, conflictos en todo el mundo, incertidumbre económica y una actitud política de esperar y ver en algunos de los mercados más grandes de champán, incluidos Estados Unidos y Francia».
Maxime Toubart, copresidente del Comite Champagne de Francia.
Las ventas en Francia de la bebida local también cayeron un 7%, a 118 millones de botellas, porque “el mercado interno todavía sufre el sombrío contexto político y económico imperante”, según el comunicado. Francia celebró elecciones anticipadas durante el verano que dieron como resultado un Parlamento sin mayoría.
El gigante del lujo francés LVMH señaló por primera vez en julio que 2024 iba a ser un año difícil para el champán cuando informó una disminución del 15% en las ventas de champán durante el primer semestre del año.
“El champán está muy asociado a la celebración, la felicidad, etcétera”, afirmó Jean-Jacques Guiony, director financiero de LVMH, en una entrevista sobre resultados. “Tal vez la situación global actual, ya sea geopolítica o macroeconómica, no lleve a la gente a animarse y a abrir botellas de champán”.
LVMH es el mayor productor de champán del mundo y posee, entre otras marcas, Dom Pérignon, Krug y Veuve Clicquot. El año pasado, la empresa invirtió una cantidad no revelada en French Bloom, un vino espumoso sin alcohol, lo que supuso su primera entrada en la categoría.
Rémy Cointreau, un grupo francés de bebidas espirituosas propietario de la marca de champán Telmont, respaldada por Leonardo DiCaprio, también publicó recientemente un informe financiero que pronostica una caída de las ventas más pronunciada de lo esperado debido a que los clientes están reduciendo su gasto.
La región francesa también está luchando contra fenómenos meteorológicos extremos, como altas temperaturas y heladas tempranas, lo que ha provocado que los productores de vino en 2021 hayan visto su cosecha más pequeña desde 1957. En respuesta, las casas de champán como Telmont están volviéndose más respetuosas con el medio ambiente con su agricultura con la esperanza de atraer a clientes que se sientan atraídos por las iniciativas ecológicas.
Fuente: CNN