Según datos del gobierno neuquino, en 2000 se registraban 179 hectáreas, y en la actualidad ese número asciende a 1.758 ha. A la par, en la última década, la producción total de uvas creció un 23%, de 7,5 millones a 9,3 millones de kilos. Como fruto de estos incrementos, el vino elaborado llegó a 5,7 millones de litros en 2017.
Neuquén es uno de los terruños más jóvenes de Argentina. Actualmente, en ese territorio provincial se emplazan 10 bodegas, 41 elaboradores de vino casero y artesanal y 1.758 hectáreas de vides, distribuidas en 90 viñedos.
Esas 10 bodegas tienen una capacidad de procesamiento total de 20.437 millones de litros. La mayoría están situadas en la localidad de San Patricio del Chañar. Los principales destinos de exportación del vino neuquino son Estados Unidos, Brasil, Gran Bretaña, Alemania y Dinamarca.
Desarrollo productivo en un oasis del desierto
Este crecimiento, en el cual la mayor superficie implantada corresponde a fincas de menos de 20 años, ha sido impulsado por capitales privados que, encontrando en medio del desierto un oasis productivo, comenzaron a desarrollar un nuevo terruño motivados por la atracción del nombre “Patagonia”. Con un fuerte crecimiento en los primeros años, el gobierno provincial favoreció las inversiones con políticas de desarrollo productivo.
En la actualidad, se encuentra en vigencia el Programa Provincial Vitivinícola, que depende del Centro PyME-Adeneu (Agencia del desarrollo económico de Neuquén), mediante el cual se brinda asistencia técnica, capacitación e información a los productores de uva y elaboradores de vino.
Creado por la Ley Provincial 2246, el Centro PyME-Adeneu tiene por misión el fortalecimiento y regeneración de la totalidad del tejido empresarial PyME, incluyendo en el mismo a las empresas en funcionamiento en todos los sectores económicos de Neuquén, así como también a los emprendedores que desean poner en marcha una empresa y contar con apoyo especializado para concretarla.
Este acompañamiento continuo ha mejorado la productividad y la sanidad, a la vez que logró el aumento de la superficie implantada de pequeños productores y elaboradores, gracias al financiamiento propio y de terceros, como es el caso del Consejo Federal de Inversiones (CFI). La vitivinicultura en Neuquén es una industria relativamente joven y se caracteriza por estar altamente tecnificada, dado que más del 80% de la superficie presenta riego presurizado y conducción en cordón bilateral.
Actividades del Programa de Desarrollo Vitivinícola
El Programa de Desarrollo Vitivinícola del Centro PyME- Adeneu, que comenzó a implementarse en 2010, administra los fondos de Nación para la cadena de valor. En su primera instancia, de 2010 a 2013, el crecimiento del sector se verificó en la mayor implantación de superficie de viñedos, que pasaron de 23 a 136 hectáreas, distribuidas en superficies promedios de 1,5 a 2 hectáreas.
A partir de ese crecimiento, se desarrollaron nuevas zonas productoras de uva como el Norte Neuquino y Picún Leufú, aunque la mayor concentración de crecimiento se dio en Confluencia, zona que presenta características apropiadas para el desarrollo de los viñedos.
Desde el 2013 el programa se adaptó a las demandas de los productores, muchos de los cuales se convirtieron en elaboradores, por lo que cambió la esencia de las capacitaciones y los financiamientos al sector, sin dejar afuera la producción primaria, pero sí enfocándose en este nuevo eslabón que se desarrollaba.
Este trabajo se realizó en conjunto con instituciones como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) y el ministerio de Agricultura de la Nación. Se crearon distintas líneas de créditos y Aportes No Reintegrables (ANR) en el transcurso del tiempo, acompañando el crecimiento del sector.
Ya en 2014 se puso el foco en trabajar sobre la calidad, cantidad y presentación de los vinos elaborados, además de continuar con todas las iniciativas anteriores.
Al año siguiente, 2015, se implementó el proyecto de incremento de la asistencia enológica al elaborador de vino casero y artesanal en la zona Confluencia, con excelentes resultados que luego se replicaron en el norte de la provincia. Cantidad, calidad, estabilidad y presentación son hoy los puntos más importantes a mantener para lograr un real beneficio económico para el productor que elabora vinos.
A la fecha, el programa lleva destinados 13 millones de pesos a los productores, trabajando en capacitaciones continuas en todas las etapas de la cadena productiva; se ha mejorado la calidad de los vinos y viñedos evaluando las etiquetas mediante degustaciones periódicas realizadas por el equipo técnico; se practican análisis físicos-químicos, presentaciones en concursos y recorridos sistemáticos por los viñedos a cargo de técnicos que ofrecen recomendaciones según la época del año y las necesidades. Entre estas acciones, se cuentan viajes técnicos de los profesionales de las bodegas de la región a Mendoza.
También se realizaron compras conjuntas gracias a la concientización de trabajo en equipo e integración entre las diferentes empresas del sector.
Estas acciones se tradujeron en la ampliación de bodegas y la capitalización en tecnología y maquinarias, y en consecuencia se aumentó el volumen producido; se incorporaron nuevas variedades y tipos de vinos; y se comenzaron a realizar fichas técnicas y diagrama de procesos.
Notas de vino
Desde hace 2 años los pequeños productores de uva y elaboradores caseros y artesanales de vino de Neuquén han decidido unirse bajo la marca «Notas de vino», que los identifica para la comercialización, obteniendo así una identidad que les ha permitido darse a conocer e ingresar a canales de ventas nuevos.
La marca fue una iniciativa conjunta entre el gobierno provincial, a través del Centro PyME-Adeneu, organismo dependiente del ministerio de Producción y Turismo, y de los pequeños elaboradores de vino. El proyecto fue posible a través de los fondos aportados por el ministerio de Agroindustria de Nación a través de la Cadena de Valor Vitivinícola.
Entre los que se agrupan en torno a esta marca se encuentran los elaboradores caseros, que producen hasta 4.000 litros de vino al año, y los artesanales, que elaboran entre 4.000 y 12.000 de vino por año.
En general, la superficie por elaborador es de entre 1 y 4 hectáreas, en las que se cultivan distintos varietales, siendo la variedad más plantada el malbec. También podemos encontrar varietales como merlot, pinot noir, cabernet sauvignon, cabernet franc, syrah, bonarda, refosco, entre otras uvas tintas, y en blancos chardonnay, sauvignon blanc y torrontés.
En Neuquén, el trabajo de los productores se completa con las condiciones climáticas de la zona, muy adecuadas para el cultivo de la vid; bajas precipitaciones (una media anual de 200 milímetros), alta heliofanía, días cálidos y noches frescas y vientos regulares en primavera, entre otros factores, que permiten producir uvas libres de enfermedades y con muy buena calidad enológica.
Fuente: neuquenweb (8 julio, 2019)